LONDRES. El Ministerio de Asuntos Exteriores británico confirmó de madrugada la ejecución de Shaij, sentenciado por tráfico de drogas, según informó la BBC. El 'premier' Gordon Brown condenó la semana pasada "en los términos más rotundos" la inminente ejecución y desde su Ejecutivo se mantuvieron negociaciones de última hora con representantes de Pekín para evitar la muerte de Shaij.
Es el primer ciudadano de la Unión Europea ejecutado en el país asiático en 50 años. Su equipo de defensa y su familia aseguraban que sufre un trastorno bipolar y que no sabía lo que estaba haciendo. Además, afirmaron que fue engañado por una banda criminal, que metió la heroína en una maleta que no le pertenecía.