TEGUCIGALPA. "Hoy tenemos que prometer que nos mantendremos incansablemente en resistencia con el pueblo, que no callaremos nuestra voz, que no bajaremos nuestros brazos y que nuestro espíritu se mantendrá firme hasta que alcancemos una Asamblea Nacional Constituyente, que es el ideal de nuestro pueblo para lograr las transformaciones sociales en Honduras", dijo Tomé a Radio Globo.
Agregó que seis meses después del golpe de Estado no deben quedar impunes violaciones de derechos humanos como "la persecución a periodistas" y el cierre temporal de varios medios afines a Zelaya, los "asesinatos" y la "represión" del pueblo hondureño.
Zelaya fue expulsado de Honduras por los militares el 28 de junio pasado, y el Parlamento designó como presidente del país a Roberto Micheletti, hasta entonces jefe del Legislativo.
Tanto Zelaya como Micheletti son del gobernante Partido Liberal. Tras volver clandestinamente al país, Zelaya permanece desde el 21 de septiembre en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, acompañado de su esposa, Xiomara Castro; Rasel Tomé, y una decena de personas más.
El portavoz de Zelaya afirmó que como consecuencia del golpe "Honduras se encuentra bajo una dictadura, se encuentra bajo un régimen de facto, se encuentra aislada del concierto de las naciones, se encuentra sometida al capricho de una pequeña elite".
La comunidad internacional no reconoce al Gobierno de facto de Micheletti, y numerosos países amenazan con no hacerlo tampoco con el futuro Ejecutivo de Porfirio Lobo, del opositor Partido Nacional, ganador de las elecciones del 29 de noviembre.
Lobo asumirá el 27 de enero, cuando concluye el mandato de cuatro años para el que Zelaya fue elegido en 2005.