parís. Naciones Unidas considera que la matanza perpetrada el pasado 28 de septiembre por el Ejército de Guinea en un estadio de la capital, Conakry, en la que murieron al menos 156 manifestantes de la oposición y fueron violadas, mutiladas y esclavizadas más de cien mujeres, constituye un "crimen contra la Humanidad". Por ello, ha reclamado al Tribunal Penal Internacional (TPI) que procese al presidente Moussa Dadis Camara por su "responsabilidad penal directa" en unos hechos en los que "hubo la intención premeditada de causar el mayor número posible de víctimas".

"La comisión considera que existen razones suficientes para atribuir una responsabilidad penal directa al presidente Moussa Dadis Camara", se lee en el informe de la comisión nombrada por la ONU para investigar los hechos, remitido este pasado sábado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y del que da cuenta este lunes el diario francés Le Monde.

Los tres relatores describen, en su informe de 60 páginas, cómo el Ejército disparó "en ráfagas y sin previo aviso" contra una manifestación pacífica convocada en un estadio de la capital y cómo rodeó a numerosos civiles y les mató en el mismo lugar con armas automáticas, puñales, bayonetas o a golpes. Asimismo, denuncian que los soldados violaron y mutilaron a más de cien de mujeres o incluso las obligaron a ejercer de "esclavas sexuales" en los campamentos y las residencias del Ejército.

El informe de la ONU confirma las cifras que se barajaban anteriormente: 156 muertos o desaparecidos el mismo 28 de septiembre y al menos 109 mujeres o chicas jóvenes víctimas de violaciones, mutilaciones sexuales y esclavitud sexual. El documento, que recoge alrededor de 700 testimonios, denuncia que las autoridades han hecho todo lo posible para ocultar la verdad sobre los homicidios "sistemáticos", las violaciones y los actos de tortura "organizados" contra una parte de la población guineana.

"El número de víctimas probablemente es mayor", afirma el informe, que habla también de "otros cientos de casos de tortura y tratos crueles y degradantes" imputables a las fuerzas de seguridad en los días que siguieron al 28 de septiembre. En este sentido, la comisión asegura que, durante los dos días posteriores, los militares siguieron intimidando, violando y asesinando en Conakry a todos los sospechosos de oponerse a la pretensión de Camara de presentarse a las elecciones presidenciales de 2010. La intención de Camara -quien preside la Junta Militar desde el golpe de Estado de diciembre de 2008- de presentarse a las elecciones violaba su propio compromiso ante todos los partidos políticos de no participar en las presidenciales.