MOSCÚ. El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, descartó hoy en Moscú los planes del presidente ruso, Dmitri Medvedev, para alcanzar un nuevo acuerdo de seguridad.

Él no ve la "necesidad", destacó Rasmussen durante su primera visita a Moscú desde que está en el cargo, de añadir un nuevo documento al gran número de acuerdos y estructuras ya existentes. Los países occidentales, agregó, están sin embargo dispuestos a analizar las recomendaciones de Medvedev para mejorar la seguridad.

Rasmussen pidió asimismo que sea la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) la que se ocupe de las propuestas rusas. El secretario general de la OTAN se reunió con Medvedev en la víspera, al comienzo de su visita.

En su propuesta para una "acuerdo para la seguridad europea", el líder ruso pide un nuevo marco de cooperación entre Rusia y Occidente.

El punto central de la propuesta rusa es el principio de la "seguridad indivisible". En base a ello, ningún país podría en el futuro imponer sus intereses de seguridad por sobre los de otros Estados.

El trasfondo es el posible ingreso a la OTAN de las ex repúblicas soviéticas Georgia y Ucrania, algo que Rusia considera una amenaza para su propia seguridad.

En Moscú, Rasmussen subrayó que la alianza transatlántica no ve a Rusia como un enemigo y que tampoco cuenta con planes de ataque contra ese país. Al mismo tiempo, dejó claro que la OTAN no hará compromisos en asuntos controvertidos.