WASHINGTON. Con la negativa del Supremo, de la que se informó hoy, a revisar el caso, queda firme el veredicto de un tribunal federal de apelaciones, según el cual el ex jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, y diez oficiales militares tienen legalmente inmunidad ante querellas por tortura y abusos religiosos presentados por ex prisioneros en Guantánamo.

Los demandantes son los ciudadanos británicos Shafiq Rasul, Asif Iqbal, Rhuhel Ahmed y Jamal Al-Harith, capturados en Afganistán en 2001 y entregados a Estados Unidos como supuestos terroristas. Estos hombres sostienen que realizaban tareas humanitarias en Afganistán y, después de la invasión estadounidense, buscaban los medios para retornar al Reino Unido.

El Gobierno del presidente Barack Obama había instado al Tribunal Supremo de Justicia a que no admitiera los recursos con el argumento de que, sean cuales sean las alegaciones que ahora hacen los ex detenidos, no tenían base legal para esas querellas durante su detención en la prisión que EEUU mantiene en su base naval de Guantánamo, en territorio de la isla de Cuba.

El Tribunal Federal del Distrito de Columbia había dictaminado en favor de la inmunidad. Los cuatro hombres sostienen que durante su cautiverio en Guantánamo fueron golpeados, permanecieron esposados y con grilletes en posiciones forzadas y fueron amenazados con perros.

También que sus carceleros les hostigaron mientras practicaban su religión, les forzaron a afeitarse, les prohibieron o interrumpieron sus oraciones, les negaron copias del Corán y los felpudos para oraciones, y arrojaron una copia del libro a un inodoro.