ROMA. El gobernante partido Pueblo de la Libertad (PDL) italiano prepara una "súper-ley" que será presentada la semana que viene en el Parlamento italiano para garantizar la inmunidad judicial del primer ministro, Silvio Berlusconi, asegura hoy el diario "La Repubblia".
Según el rotativo, esta ley de iniciativa parlamentaria pretende evitar que se relacione directamente al Gobierno con ella y, dada la naturaleza constitucional de algunas de las reformas que promueve, deberá ser aprobado en un referéndum.
En esa "súper-ley" para Berlusconi, que "La Repubblica" califica como el regalo de Navidad de su partido, figura un nuevo escudo que congele los procesos abiertos contra los altos cargos del Estado, así como la reforma de la inmunidad parlamentaria, de las carreras judiciales y del Consejo Superior de la Magistratura (CSM).
Fuera de ese paquete, ya por la vía ordinaria, se acometerá la reforma del sistema de elección de los miembros del CSM y de la responsabilidad civil de los jueces, indica el rotativo.
Las reformas del PDL, que gobierna en coalición con la Liga Norte (LN), llega cuando la tensión entre Berlusconi y los jueces ha alcanzado sus cotas máximas, con una gran polémica generada la pasada semana después de que el mandatario dijera en el congreso del Partido Popular Europeo que es la magistratura la que ostenta el poder en Italia y no el Parlamento.
La propuesta de esta "súper-ley" puede hacerse efectiva cuando comienzan a reanudarse los dos juicios en los que está imputado Berlusconi, después de la invalidación el pasado octubre del llamado "Laudo Alfano", la ley de inmunidad.
De hecho, el pasado 26 de noviembre, a la salida de una reunión de la dirección del PDL, el ministro de Defensa, Ignazio La Russa, anunció que se volvería a plantear el "Laudo Alfano", pero por una vía distinta, para conseguir así que el Tribunal Constitucional no lo invalidara.
Por el momento, el Parlamento italiano tramita ya un proyecto de ley de reforma de la Justicia, promovido por el Gobierno, con el que se pretende acortar los plazos para la prescripción de los procesos judiciles, algo que muchos interpretan como una nueva estratagema para evitar que Berlusconi pase por los tribunales.