Bucarest. El actual presidente de Rumanía, Traian Basescu, venció en la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas el domingo en Rumanía, pero su contrincante socialdemócrata, Mircea Geoana, está a un paso de garantizarse los apoyos cruciales de los liberales para la segunda ronda.
Con un 96 por ciento de los colegios escrutados, el reformista de centroderecha Basescu obtuvo un 32,5 por ciento de los votos, sólo ligeramente por delante del aspirante del Partido Social Demócrata (PSD), que logró el 30,7 por ciento de los sufragios. Al no haber superado ningún candidato el 50 por ciento de los votos, Basescu y Geoana se disputarán la presidencia el 6 de diciembre, en la que ya se considera la segunda vuelta más reñida de la joven democracia rumana.
El candidato del Partido Nacional Liberal (PNL), Crin Antonescu, quedó en tercera posición, con un 20,1 por ciento y quedó fuera de la lucha por la jefatura del Estado.
Estas elecciones presidenciales han registrado una participación del 53,6 por ciento, considerada notable ya que el electorado es tradicionalmente abstencionista.
Al cierre de las urnas, tanto Basescu como Geoana lanzaron un guante al derrotado candidato liberal para buscar su apoyo en la segunda vuelta del próximo mes.
apoyos Sin embargo, Antonescu ha rechazado con contundencia "cualquier colaboración" con Basescu, y ha ofrecido su apoyo a Geoana a cambio de que designe nuevo primer ministro al alcalde independiente de Sibiu, Klaus Johannis, si el socialdemócrata resulta elegido. Geoana se ha mostrado abierto a la propuesta de Johannis, que tendría en el Parlamento el apoyo de la mayoría formada por socialdemócratas, liberales y autonomistas húngaros.
Rumanía está gobernada por un ejecutivo provisional desde que el pasado 13 de octubre una moción de censura derribara al gabinete de centro-derecha cercano a Basescu.
Las discrepancias sobre el nombre del primer ministro entre Basescu y la mayoría opositora parlamentaria ha bloqueado hasta ahora la formación de un nuevo ejecutivo. La opción del alcalde de Sibiu apoyada por el PSD, el PNL y la Unión Democrática de los Magiares de Rumanía (UDMR) fue rechazada en su día por Basescu, que vio como el Parlamento votaba en contra de su primer candidato.
El presidente elegido en diciembre deberá designar a un candidato que sea aceptado por el Parlamento. Para ello, puede convocar unas elecciones legislativas anticipadas, en busca de una nueva distribución de escaños.
La ausencia de un gobierno firme ha impedido a Rumanía continuar las reformas macroeconómicas acordadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) con la concesión en marzo de un crédito exterior de 20.000 millones de euros.
Ante la parálisis, el FMI ha bloqueado la partida de 1.500 millones de euros prevista para diciembre. Con una recesión superior al 7 por ciento y un paro también del 7 por ciento la crisis se agudiza.