bilbao - Mercedes-Benz reconsidera ahora la imagen y el rumbo del Clase B. El monoespacio, al que la marca se refiere como Sports Tourer, cambia de rostro y varía algo su estrategia comercial. Con todo, mantiene prácticamente intactas las proporciones compactas ya que su envase de cinco puertas ocupa 4,36 metros. El constructor germano evoluciona esta propuesta de coche obligado por el peso de los años -el Clase B salió al mercado en 2011- y por la presencia de un BMW Active Tourer que amenaza su monopolio en el segmento Premium.
La nueva entrega del modelo de Mercedes remoza su fachada sin perder el hilo de la estética de la estrella. Eso significa cambiarlo todo (parrilla, paragolpes y grupos ópticos LED) para que todo siga como hasta hoy. De espaldas, un ojo experto detectará en el modelo la presencia de nuevas salidas de escape y sutiles modificaciones en las luces. La operación de reforma tampoco pasa por alto la ambientación interior, que ahora oferta múltiples opciones de iluminación, al tiempo que incorpora a la instrumentación una pantalla táctil de 8 pulgadas.
El fabricante plantea en el Clase B tres definiciones de producto y otros tantos paquetes de personalización. A partir de ahora, las dotaciones incluyen en el sistema de prevención de accidentes un dispositivo de frenado autónomo a baja velocidad, a la vez que optimizan el control de atención del conductor.
El repertorio motriz contempla variantes CDI de 109, 136 y 177 caballos, así como unidades de gasolina con 122, 156, 184 y 211. Los dos propulsores superiores a gasóleo y el de gasolina con 184 CV pueden ir asociados a tracción integral 4 Matic. La lista de precios se inicia en 28.125 euros.