El llamado plan anticrisis salió ayer adelante gracias a los votos de las dos formaciones del gobierno de coalición y a los de nueve formaciones —¡nueve!— representadas en el Congreso. Pero en los titulares gordos solo hay sitio para una de ellas. Ya imaginan cuál y también imaginan que hoy los titulares de primera, los editoriales y las columnas son un festival de rasgados de vestiduras, bilis hirviente y proclamas incendiarias. Tomen aire, que comienza la inmersión.

"Sánchez deja a España en manos de Bildu", titula El Mundo su editorial. La pieza va de llanto en llanto y está aderezada con la pimienta de repertorio: "Que sea la antigua Batasuna la que salve la cara al Gobierno no solo supone una humillación para la democracia que ETA trató de destruir durante medio siglo, sino que otorga a sus herederos políticos una credencial de respetabilidad que acelera su completo blanqueamiento ante la sociedad vasca, a la que aspira pronto a imponer su proyecto xenófobo y radical. El debilitamiento de la cohesión nacional aumenta con cada victoria del chantaje soberanista sobre su rehén: Pedro Sánchez".

En La Razón, a falta de un editorial contundente, son los columneros los que ponen el grito el cielo. "Bildu antes que el PP", hace como que se escandaliza Antonio Martín Beaumont, antes de hacernos un espoiler de lo que vendrá después: "Y en este contexto, el cambalache del apoyo de los cinco diputados herederos de ETA al Plan de Respuesta contra la Guerra, a cambio de acceder a un órgano cuanto menos sensible para la seguridad del Estado, se antoja indigerible. El sueño jamás confesado de Sánchez tiene además ramificaciones en el País Vasco y pasa por un tripartito autonómico de los «abertzales» con socialistas y podemitas".

Ya verán que Martín Beaumont no es el único que ve el futuro, pero por mantener el orden de cabeceras, seguimos en el diario azulón. Y no deja de tener su gracia que Jorge Fernández Díaz, enmarronado por la Kitchen y pillado en mil turbios apaños cuando fue ministro de interior, tenga el rostro de escribir lo que sigue: "Lo dice todo que los votos que convaliden un plan para sacar a España de la crisis sean los de Bildu, literalmente manchados con la sangre de 856 compatriotas asesinados por una banda de la que son sus sucesores políticos y a la que se han negado a condenar. Y supone una humillación añadida a la autoestima de España y de los españoles que, además, reciban como precio el acceder a la comisión de secretos oficiales como verificadores de que el CNI cumplió dentro de la ley uno de sus más esenciales cometidos para defender al Estado". Insisto, hay que tenerla de cemento armado.

"La opción del PSOE es Bildu", brama el editorial de ABC en su aencabezado. Debazo, el amanuense se entrega a ldescripción del infierno de Dante en versión española: "El sueño de ETA se está haciendo realidad con Sánchez en La Moncloa, porque, en efecto, está en la dirección del Estado que quieren destruir. El voto de Bildu, como antes fue su pacto con el PSOE para derogar la reforma laboral del Partido Popular, no es una humillación a Pedro Sánchez, sino la ejecución escrupulosa de un acuerdo político de los socialistas con la izquierda proetarra".

Lo golfamente divertido a la par que revelador es que el director del vetusto diario, Julián Quirós, comience su pieza mintiendo sobre los apoyos que tuvo el gobierno ayer: "El Gobierno ha sacado adelante su plan anticrisis con Bildu y todo el universo indepe, salvo ERC". Ya digo: trola. Junts y CUP votaron en contra. Así que menos universo indepe.

Tomamos lo anterior como lapsus volantario. El que protagoniza el José María Carrascal es, sin más, producto de la ignorancia, de la querencia por tocar de oído y de haberse quedado anclado en el pasado: "Lo más penoso fue que los votos que le permiten seguir durmiendo en La Moncloa los recibió de Bildu. Sí, HB Bildu, esa formación que homenajea a los etarras que vuelven a sus pueblos". Todo un hallazgo lo de "HB Bildu".

En el mismo diario, José F. Peláez, se pone solemne y se marca un zapateado que lo lleva de Madrid a Vitoria-Gasteiz pasando por Kiev. Será por mezclar: "En política no hay nada gratis. No tenemos la menor idea de lo que el PSOE va a dar a Bildu a cambio de su apoyo, pero, sea lo que sea, les sugiero que lo firmen en el Memorial [de Víctimas del terrorismo de Vitoria] y que luego se lo cuente a Zelenski. Quizás así entienda de golpe el paralelismo y comprenda que no hay que irse a Kiev para estar del lado de las víctimas".

Previsible hasta la caricatura, el digital catolicón El Debate encabeza su titular tal que así: "Sánchez se entrega a Bildu". En el arranque, la misma ausencia de creatividad: "Pedro Sánchez ha coronado su descrédito personal y la degradación del Estado sometiéndose, de forma vil y además inútil, a los caprichos y exigencias del separatismo vasco y catalán, que en estos días están visualizando junto a Podemos el inaceptable dominio que tienen sobre un Gobierno intervenido por ellos".

Luis Ventoso, subdirector de la cosa, compensa lo ramplón del editorial a base de vitriola y brocha gruesa: "Hoy, sin embargo, Bildu es socio preferente del PSOE. Este jueves, Sánchez ha salvado gracias a sus votos uno de sus decretos más importantes, donde en cierto modo se jugaba el tramo final de la legislatura. Le debe un balón de oxígeno al partido heredero de los que asesinaron con cinco disparos a bocajarro a su correligionario Isaías Carrasco".

Curiosamente, El Español de Pedro J. Ramírez se ha saltado el editorial de rigor sobre la cosa. En realidad, tampoco hace fata porque la opinión ya está en la pieza presuntamente informativa sobre el asunto. He aquí el titular: "Bildu se blanquea de la mano del PSOE para desalojar juntos al PNV del poder en el País Vasco". Aséptico, lo que se dice aséptico, no es.