No les voy a engañar. Concedo los honores del titular al fontanero jurídico de FAES y virtual magistrado del Tribunal Constitucional porque me parece un exceso volver a encabezar este espacio con el nombre de Ayuso. Como verán un par de párrafos más adelante, sigue siendo la reina indicutible de Diestralandia, e incluso ha subido a la dignidad de santa.

Pero a lo que íbamos, a Enrique Arnaldo, que ha pasa de discreto conocido a estrella emergente. "Cacerías injustas en el TC y votos con la pinza en la nariz", berrea el segundo editorial de ABC. La tesis es que hay una conjura judeomasónica para hacer pasar por facha al individuo: "El nuevo relatoo de la izquierda se basa en una cacería mediática contra uno de los magistrados elegidos para el TC, Enrique Arnaldo, por sus vínculos pasados con el PP. Más allá de la manipulación para desprestigiarle, incluso en lo personal, la izquierda habla del «pacto de la pinza en la nariz» para avalarle en el Congreso, pero de modo forzoso e indeseado. La idoneidad de Arnaldo, catedrático de derecho constitucional, está acreditada, guste o no a la izquierda".

Pero la cosa es que ni gusta a la izquierda (que es verdad que se lo va a comer con patatas) ni tampoco demasiado a la Derecha. De hecho, ABC es el único medio que ha salido en defensa del tipo. El resto calla o lo mete en el paquete del pasteleo. Y en el doble tirabuzón, hay un columnista de El Mundo, de nombre Eduardo Álvarez, que sospecha que todo forma parte de una cospiración de Sánchez: "Porque ya cabe dudar de si a Enrique Arnaldo lo han propuesto para el máximo intérprete de nuestras garantías constitucionales los de Casado o si es un caballo de troya de Sánchez y Yolanda Díaz. Como reza el latinajo, cui prodest. Y es que es la guinda para que ya ni Dios le tenga un mínimo respeto al organismo al que más respeto cabría tenerle". De momento es lo que hay. Veremos si mañana, tras la votación con sin apósito nasal, hay más. Hala, vamos con la lideresa.

Ayuso, ahora santa

Sí, no queda otra. Por octavo o noveno día consecutivo sigue reinando en las cabeceras diestras. Por si le faltaban lisonjas, su paso triunfal por El hormiguero las ha multiplicado. De entre todas las loas, nadie llega más lejos que Zoe Valdés, que titula su pieza en Libertad Digital "Santa Isabel de Madrid, querida". Aquí tienen medio párrafo al azar: "Hay un nivel de pensamiento del que ha estudiado, del que ha pasado noches de desvelo leyendo y asimilando, que se nota al instante sin que siquiera cite una frase culta de algún intelectual de moda. ¿Saben en que se nota? En su nivel de inteligencia, en su fineza, elegancia, solidez y consistencia. Todo eso reúne Isabel Díaz Ayuso".

Medio peldaño más abajo la columnera de Vózpuli Inma Lucas también se postra de hinojos tras asistir a la charleta con Pablo Motos: "Ayuso ha vuelto a arrasar esta vez en televisión, en El Hormiguero.

Y claro, lo siguiente es volver los ojos al malo de esta película. Miren cómo le atiza a Casado Jorge Bustos en El Mundo: "Llamamos suicidio a la turbia obstinación con que Génova nos está gritando que le preocupa más controlar a Ayuso que echar a Sánchez. En un momento de debilidad -celos, despecho, ebriedad vampírica, afán infantil de protagonismo- cualquiera puede abandonarse a la tentación autodestructiva; pero de ahí a ponerse a airear tus muñecas rajadas por la calle media un trecho que es de muy mal gusto recorrer".

Pero paren las rotativas, que el villano no es el palentino. La Razón ha encontrado a los culpables de la riña entre amigos. "Sánchez quiere utilizar a Ayuso en su estrategia contra Casado", abre a todo trapo su primera. Bajo el títular, la explicación: "El objetivo es exagerar las políticas que vuelvan a dar aire al choque con la presidenta".

Como eso sabe a poco, uno va al interior a la búsqueda de más detalles. Pero la crónica de Carmen Morodo es puro onanismo mental. Ni medio nombre que sustente lo que se dice en el titular. Una fantasía ni siquiera animada. Lean: "Una vez que el PSOE da por perdida Madrid, también de cara a unas próximas elecciones generales, ahora en lo que están es en ver de qué manera pueden sacar el mayor beneficio posible del pulso entre Ayuso y Casado. La tesis es que cuanto cuanto más aire tenga Ayuso, y más espacio ocupe en el debate público, más débil será la figura de Casado, más margen para intentar recuperar voto en el centro y más espacio también para Vox, y, en consecuencia, para movilizar a la izquierda". Viva la creatividad.