Me apresuro a aclarar que la peculiar analogía del titular no es mía. La ha parido el aguerrido picador Luis Ventoso, una de las plumas de campanillas del reflotado El Debate. Como habrán imaginado, viene a cuenta de la preocupación del lehendakari por la competencia desleal de Madrid en materia tributaria. Lean: "Urkullu, el presidente vasco, se acaba de despachar contra Madrid, expresando su «preocupación» por el supuesto «dumping fiscal» de Ayuso. Supone un formidable ejercicio de hipocresía. Es así como si el Increíble Hulk acusase a Heidi de tener malos modales".

El único desenlace posible de la pieza es el previsible. Para privilegiados, los del cuponazo: "Urkullu le echa una jeta notable acusando a Madrid de «dumping fiscal» con la bicoca que supone el cupo vasco". Y por si faltaba algo, la puntilla: "En nombre de la historia y de la armonía nacional, todos los españoles hemos aceptado las normas que consagran el privilegio fiscal vasco y navarro. Pero por favor, al menos den las gracias".

Descolgándose por la misma liana, el director del diario digital de la Asociación Católica de Propagandistas, Bieito Rubido, titula su pieza con una pregunta que pretende ser provocadora: "¿Por qué los de Bilbao quieren vivir en Madrid?". La respuesta es puro catecismo nacionalayusista: "A Madrid se viene porque se respira libertad; porque los comercios abren todo el año; porque la gastronomía, aunque no lleve estrellas, es buena, amplia y amable; porque tus hijos estudian lo que quieren; porque no hay adoctrinamiento en las aulas; porque los idiomas que se les enseñan les abren fronteras y horizontes; porque hay riqueza de verdad; porque hay seguridad ciudadana". Evidentemente, el tipo está diciendo que a los salvajes de por aquí arriba nos falta de todo eso.

El editorialista de El Mundo tira también de argumentario, si bien mete en la ecuación al resto de malos oifciales: "La conversión de Madrid en chivo expiatorio de la mayoría Frankenstein es una estrategia evidente para cohesionar a populistas y nacionalistas en el rechazo compartido a la alternativa liberal que representa Ayuso. Pero que a la campaña del falso dumping se sume el lehendakari Urkullu ya clama al cielo. Porque si hay una administración fiscalmente privilegiada en España, desde hace tiempo, ha sido la vasca. Que por su foralidad no aporta nada a la caja solidaria común, a la que Madrid contribuye como nadie". Esto último es mentira y de las gordas. Lo peor es que quien lo ha escrito lo sabe.

Y aunque hay algunos crujires de dientes más, terminamos con el del habitualmente modoso Vicente Vallés en la contra de La Razón: "El nacionalismo vasco se ha entregado con pasión a la misma tarea que los independentistas catalanes o los socialistas valencianos: la de impedir que Madrid se consolide como un ejemplo de prosperidad y que eso ocurra bajando impuestos, al contrario de lo que se hace en otras regiones".

Ayuso, reina de las Amazonas

Sin necesidad de leer entre líneas, Madrid es todo es gracias a Ella, la que Pedro J. Ramírez ha motejado del modo que van a leer: "Casado tiene en la reina de las Amazonas de la Puerta del Sol a la persona idónea para convertirse en el brazo armado de su dialéctica política. Los hechos hablan por si solos. Pocas personas han crecido en la vida pública a la velocidad que lo ha hecho Isabel Díaz Ayuso".

Efectivamente, el director de El Español nos introduce en la selección de requiebros a la presidenta madrileña. Aquí va otro, firmado por José Antonio Vera en La Razón: "Isabel Díaz Ayuso tiene vida propia, como lo demostró durante la pandemia con decisiones personales osadas, más que acertadas. No creo que nadie en su sano juicio intente amilanar a la presidenta de la CAM con semejante polución. Isabel se crece en barro. Ya lo vimos con el virus".

Unas páginas antes, era Julio Valdeón quien participaba en los juegos florales: "Ayuso sacó a bailar la capital en los momentos más espantosos. Protegió el comercio. Evitó la ruina de miles y, números cantan, acertó con sus medidas sanitarias. Cuando desde las emisoras y satélites monclovitas crecían los ultrajes contra la ciudad de Goya, su presidenta, a la que tachaban de grillada, en una campaña de repugnante machismo, generó una ola de alegría irrompible. Cuando truenan las bombas Madrid sonríe con plomo en las entrañas. Patinan los que desde el PP sueñan con derribar a Ayuso sin fundirse los plomos. Pues bien. O aprenden a convivir con la estrella incandescente o están muertos". Mensaje al teocasadismo.