La tan grotesca como nauseabunda marcha homófoba que llevó a unos nazis del centro de Madrid a Chueca sigue alimentando la imaginación de algunos columneros diestros. La penúltima teoría conspiranoica pretende que tal manifestación se orquestó en La Moncloa. Lean a José María Marco en La Razón: "Una manifestación pronazi y anti LGTBI recorriendo el centro de Madrid escoltada por la policía. Faltó que Marlaska se sumara a ella, o por lo menos a los policías que la acompañaban, para darle un toque entre patético y lacrimógeno y, sin duda alguna, mayor vistosidad".

Ya saben que esa es la tesis de Vox, la misma que, como les anotamos aquí mismo ayer, aventó Miquel Giménez en Vozpópuli bajo el encabezado "Unos nazis muy oportunos". Hoy es Guadalupe Sánchez, gran latigadora del chiringo digital de Jesús Cacho, la que se abona: "Suena a burda patraña, a otro intento de la versión más cutre de la cloaca socialista para desviar el foco de atención del silencio estruendoso del Ejecutivo ante el homenaje al etarra Parot".

Esa mención de Parot y de lo que se lió el otro día en Arrasate nos lleva, siquiera por asociación de ideas a La Razón. Es muy sabroso lo que nos cuenta el tercer editorial del día. El PP siente que Voz le ha comido la merienda en materia de aprovechamiento del dolor: "La respuesta de Vox al intento de homenaje al terrorista Henri Parot en Mondragón ha causado una honda preocupación en la dirigencia del Partido Popular. Los populares temen que el partido de Santiago Abascal pueda arrebatarles la defensa del colectivo de víctimas del terrorismo, del que siempre ha hecho gala". ¿No se supone que todo esto iba de dignidad y no había lugar para el partidismo?

Arcadi Espada vomita bilis sobre una víctima de ETA

Preparen el estómago, que llega Arcadi Espada, en la página 2 de El Mundo, a llenarlo todo de guano. Su víctima, Maixabel Lasa: "La viuda ya come el pan que amasan las manos del jefe del comando, que no se las mutiló después de disparar y gracias a eso es panadero. Y cuando le piden dónde comer bien, la viuda no duda en recomendar el restaurante donde mataron al político socialista. Este gesto de una objetividad gastronómica puramente vasca levanta oleadas de admiración entre los asesinos". Y como le parece poco, hace un bis: "La viuda Jáuregui lleva dos décadas dejándose perdonar por sus asesinos. Lo último es el pan como una hostia. Ahora tengo interés en ver la película que han filmado con su alias, esta Maixabel de Iciar Bollaín, porque es probable que traiga novedades". Miserable.

Poetas volcánicos

Urge el cambio de tercio. Les hablé ayer de los vulcanólogos de Wikipedia que han empezado a brotar tras la erupción en La Palma. Junto a ellos han aparecido, lira en mano, los cantores del fenómeno. Aquí tienen, por ejemplo, a Rubén Amón en El Confidencial: "No cabe definición más sugestiva y cautivadora que el monstruo de las siete bocas, el volcán que refulge con los piroclastos, el temblor de la tierra. La naturaleza no es buena ni es mala. La naturaleza "es". La tentación de atribuirle intenciones y pedir explicaciones a la hostilidad de un terremoto o a la belleza de los almendros en flor redunda curiosamente no ya en el enfoque antropocéntrico y hasta antrópico, sino en una suerte de regresión al atavismo de las supersticiones".

Amón compite en los juegos florales con Jorge Bustos, que llena de metáforas su columna en El Mundo: "No es fácil resignarse a lo efímero de nuestra condición, pero si somos modestos convendremos en que el origen del mundo se parece más a la raja abierta en la Cumbre Vieja que a la icónica vagina de Courbet. De ese infierno sordo de química en ebullición venimos todos. Por eso Vulcano es un dios creador, de cuya forja salieron las herramientas que permitieron al mono progresar". No se olvida el autor de mentar al filósofo Empédocles de Agrigento, que se arrojó al interior del Etna. Tres veces me he encontrado hoy el chascarrillo, tres.