Vuelven los cohetes a Diestralandia para celebrar que el (llamado) Tribunal Constitucional da la razón a Vox y ha dictaminado que se impidió ilegalmente la libre circulación del virus. Que sí, que ya sé que el enunciado es otro, pero la miga es esa. Miren cómo salta y brinca el máximo enmarronado de la Kitchen y ordenador de afinamientos a la Fiscalía Jorge Fernández-Díaz: "Es de destacar que este importante pronunciamiento haya sido posible gracias al recurso interpuesto por Vox, único grupo en hacerlo, cuando el PP también debería haber estado ahí. La calidad de una democracia tiene su clave de bóveda en la garantía de los derechos fundamentales". Hace falta colgajos para hablar de Derechos, teniendo acreditadas las tropelías que tiene acreditadas el fulano. Y como guinda, esto: "Una buena noticia para nuestra democracia: Cuba ya no es España".

Ya pueden imaginar que el legionario de Cristo no es el único que hace un tirabuzón para meter en la misma frase la decisión del TC y la situación en Cuba. El directo de ABC, Julián Quirós, no resiste la tentación: "El pueblo puede consentir, pero nuestro sistema institucional ni puede ni debe. Ha de ser exigente con los gobernantes, con la ley, o ese pueblo acabará siendo víctima de los demagogos. Hasta el punto de que te quieran convencer de que Cuba no es una dictadura".

Y si lo hace capo del vetusto diario, los subalternos no van a ser menos. Aquí tienen a Alberto García Reyes siguiendo el argumentario: "Pero es lógico que eso lo nieguen quienes, según el Constitucional, anularon ilegalmente nuestros derechos en la pandemia. Los que hicieron un estado de alarma a la cubana. Así que si España, luz de Europa para Sudamérica, se queda ahora en el burladero para no molestar en sus tumbonas al club de fans del Che, pongamos nuestras barbas a remojar".

En Libertad Digital se reclaman los pioneros en defender que había que dejar que la gente se muriese y que reventasen los hospitales sin que el estado opresor hiciera nada por evitarlo. En su felicidad, tiran la casa por la ventana con un editorial titulado "Sánchez debe dimitir... y Casado y Arrimadas, pedir disculpas". Les copio-pego el remate, que también tiene su puntito: "Y es que, a pesar de las formidables pulsiones totalitarias del Gobierno, no todo estará perdido si en España quedan tribunales de justicia dignos de tal nombre".

En El Mundo, el titular de apertura es entre demasiado directo y demasiado ambiguo: "El confinamiento de Sánchez fue ilegal". En la primera décima de segundo uno piensa en cuándo fue confinado Sánchez. Luego, claro, se cae en la cuenta de la intención que lleva la construcción de la frase. La conclusión es que debe haber llamamiento a las urnas. Eso es lo que sostiene el columnero Eduardo Álvarez: "De modo que si sus máximos intérpretes fallan que la decisión más trascendental en lo que llevamos de legislatura, esto es, la declaración del estado de alarma, fue inconstitucional, ¿qué le queda a un gobernante responsable más que dar un paso atrás o convocar elecciones para que los ciudadanos digan si le indultan o no?".

En Vózpopuli, Guadalupe Sánchez se sube hasta el final de la cucaña. Después de reivindicar (ella también) que fue la primera que dijo que el confinamiento era ilegal, dispara el tiro de gracia: "Esta sentencia debería convertirse en la tumba jurídica del sanchismo, porque pone de relieve que había otras opciones y que Pedro escogió el estado de alarma para suspender no sólo nuestros derechos fundamentales, sino también la democracia y el Estado de Derecho Español. Que aprovechó la pandemia para maniobrar sin escrúpulos en las instituciones, iniciando un proceso de colonización como nunca antes hemos visto".

Pedro J. Ramírez sin firmar titula así el editorial de El Español: "El Constitucional pone en la picota al nuevo Gobierno de Sánchez". Curiosa tesis. Les invito a leer la pieza para ver si ustedes descubren en qué se sustenta porque esa sugerente idea no se desarrolla a lo largo de toda la chapa que sigue al encabezado.

Y como guinda les he reservado, precisamente, la mentecatez de uno de los amanuenses del diario de de los tirantes. Atiende por Ferrer Molina y, como es supermalote y mazo gracioso, titula su cosa así: "¿Y si a Sánchez le ha mirado un tuerto?". Por si a alguien se le ha pasado la gracieta de enfant terrible, siente la necesidad de explicar el chiste de caca-culo-pedo-pís: "A riesgo de que algún tuerto dirija una demanda al periódico por sentirse ofendido o que la asociación de tuertos -a buen seguro ya debe existir o se está constituyendo- me declare persona non grata, he de confesar que no he encontrado mejor título para reflejar el momento que atraviesa Pedro Sánchez". La caspa no da tregua.