Se acerca el día D y la hora H en Colón, y la cosa no acaba de coger temperatura. Al contrario, los barones territoriales del PP ponen excusas y se borran en tropel. El columnero de La Razón Pedro Narváez está que se sube por las paredes con los traidores: "Arrastran un complejo de señora respetable a la que no le viene bien romper la rutina, que era lo que daba a entender Rajoy con eso de que no quería líos y Soraya Sáez de Santamaría cuando, directamente, no movía un dedo en batallas ideológicas que, años después, siguen perdidas". Eso, antes de recordarles que en su partido solo triunfan los no ocultan su aroma cavernario: "Queridos míos, barones, baronesas y candidatos trans(políticos), no binarios, y hasta asexuados, si por algo Ayuso se ganó a la gente fue por no esconderse debajo del pupitre como el alumno al que busca el profesor para preguntarle algo que no sabe",

Al director de ABC, Julián Quirós, también se le nota molesto con los futuros ausentes y, en general, con cualquiera que vea Colón como algo rancio y casposo: "La foto de Colón fue la ocasión en la que se unieron las distintas derechas, incluso la-no-izquierda, para defender una causa común, superior, por encima de las diferencias partidistas o circunstanciales, bajo el lema 'Por una España unida'. No parece que haya motivos para la vergüenza o los complejos".

Unas páginas más allá, el incombustible José María Carrascal echa su propio tercio a espadas: "Consiguientemente: en la manifestación del domingo en Colón tiene que haber sólo una bandera, la española, y una sola pancarta: «No al ignominioso indulto» (o algo parecido)".

Y no crean que es solo por los indultos. En El Español Guillermo Gortázar hace una lista de los motivos para ir al festejo del domingo y se queda solo: "Es la ocasión de dar salida a una sentida indignación muy amplia de la ciudadanía por la deficiente gestión de la pandemia, la limitación abusiva de nuestros derechos y libertades, y las continuas cesiones a los nacionalistas periféricos y a la extrema izquierda que pretende hacernos prisioneros de su delirante bucle igualitarista, feminista y climático". Y dos huevos duros.

¿Qué? ¿No se sienten tentados? Pues nos queda una soflama encendida. La firma Irene González en Vozpópuli. Pónganse firmes: "En estas circunstancias acudir a la manifestación contra los indultos convocada por Unión 78 este domingo no constituye un mero deber cívico, ni siquiera moral, sino un acto en defensa propia, de supervivencia para un demócrata. Es hora de mostrar al mundo que hay un Gobierno que da la espalda al sistema constitucional y a la nación. Un Gobierno seducido por el autoritarismo que avanza con la impunidad de la apatía ciudadana. Hasta el momento".

Una vez que tenemos acostumbrado el estómago al trinitotolueno, aquí les sirvo una de las mil descargas verbales contra el líder de ERC que ha ha cambiado el tablero con su carta de anteayer. El autor se llama Juan Diego Madueño y firma en El Mundo: "Junqueras es un delincuente que ofrece el perdón a los jueces si se habla de «empatía» y tiene la posibilidad de «desjudicializar» sus problemas con el código penal. La «pedagogía»: bendecir al sistema que lo condenó porque no sabía lo que hacía, claro, escribiendo las tribunas que radiografían su obsesión por la nada absoluta, el lugar donde coincide con Sánchez: el presidente del Gobierno tiene fe en sí mismo, Junqueras sólo piensa en el futuro, Cataluña y la vida eterna".

A modo de contrapunto a tanto desgarro, les ofrecemos el segundo capítulo de la conversión de Francisco Marhuenda al oriolismo. El director de La Razón está feliz con la carta porque, según él, es una declaración de rendición y, de paso, una bomba para el soberanismo: "La carta de Junqueras ha sido una auténtica bendición y hay que agradecerle que sea el inicio de un cisma dentro del independentismo. Hace tiempo que estaba a la espera de ello, porque la coalición de ERC y JxCat, con el apoyo parlamentario de las CUP, es un auténtico disparate en todos los terrenos".

No es muy diferente el razonamiento de Raúl del Pozo en su clásica contra de El Mundo, que hoy se titula "Se rinde la republiqueta".Así empieza: "Decíamos ayer que el separatismo había sido derrotado, que los políticos independentistas eran conscientes de ello, que invocaban la República Catalana porque seguía siendo una fantasía utópica de los votantes, que los políticos separatas lo que añoraban era trincar y mandar. Pero no imaginábamos que iban a rendir tan pronto la estelada los que se definen incorrectamente como republicanos y de izquierdas".

Vacunación de la selección española e igualitarismo de la chusma

Solo por llegar hasta aquí, se han merecido un postre con sabor diferente al habitual. La chapuza de la tardía vacunación a los futbolistas de la selección ha inspirado unas cuantas columnas que merecen un reflejo aquí. Miren por dónde tira Luis Ventoso en ABC: "Estamos creando un país pudibundo, entregado a una igualación a la baja que condena el mérito personal y el esfuerzo ajeno. Se nos predica constantemente una uniformización en la grisura, con errores tan nocivos como una ley educativa que prima la pereza y la ramplonería intelectual. Aspiramos a una Choni España".

Con otras palabras, Gabriel Sanz se lamenta de lo mismo: "Esto es lo que tiene la igualdad mal entendida y el talibanismo por el qué dirán que rodea tantos aspectos de la vida española; ese postureo que supone estirar los principios, en este caso el de igualdad, hasta el esperpento y más allá". A uno y otro les ha faltado añadir que todavía quedan clases.