Como imaginan, este recolector de cactus dialécticos está hecho a todo tipo de titulares delirantes. Aun así, de tanto en tanto, mi capacidad de sorpresa es vencida. Ha ocurrido hoy al ver en La Razón un contrapicado del recién reelegido coordinador general de EH Bildu sobre este titular: "Otegi ya tiene las llaves de las cárceles". Se aludía a la firma del traspaso de la política penitenciaria en la que el líder de la coalición soberanista ni estaba ni se le esperaba.

Lo curioso es que en el interior el apellido cambia. "Desde octubre Urkullu decidirá la política penitenciaria tras su acuerdo con Moncloa", inventa un subtítulo bajo otro encabezado trambién creativo: "Permisos y libertad condicional para los etarras".

Todo esto es solo el aperitivo. El plato fuerte es una entrevista a Jaime Mayor Oreja. Se acude a él en calidad de autoridad para explicar el por qué del traspaso. Y no defrauda: "El proceso de autodeterminación exige que no haya presos prácticamente ni de ETA ni de ERC. Es poder para el frente. ERC y ETA son protagonistas de ese frente popular, pero el PNV, no. Y eso puede provocar cierta tensión en el frente. Al final, el nacionalismo en su conjunto necesita que no haya presos en la cárcel".

Y eso es solo el aperitivo. Sostiene el mengano que hay un plan que lo guía todo. Lean: "Cambiar una sociedad por otra, no es solo una modificación constitucional o una destrucción del espíritu constitucional. Al final es sustituir un orden social establecido sobre valores cristianos y, por tanto, crear otro orden social fundamentado en la nada. Por eso, ¿quién está más en la vanguardia? ETA y ERC, más que el PNV. Todo constituye un proceso lógico". Qué te metes, Don Quijote, pa' flipar con los con los molinos...

ABC también concede honores de portada a la firma. Bajo la imagen del vicelehendakari Josu Erkoreka y la consejera Olatz Gramendi recibiendo al ministro Miquel Iceta, leemos: "Sánchez cede a sus socios el control de los presos etarras". En el interior, el titular se afina: "Sánchez deja al 23 por ciento de los presos de ETA en manos de sus socios del PNV".

"El precio de la extorsión" es el prometedor encabezado del editorial de la cabecera madrileña de Vocento. El argumento, el mismo: "Por eso [Sánchez] pone [la política penitenciaria] en manos de un partido que siempre estuvo más cerca de los culpables que de los inocentes, más cerca de los verdugos que de las víctimas, y que aún hoy sigue considerando la secuela del terrorismo como un instrumento político. El PNV quiere utilizar la gestión penitenciaria para modularla en función de sus intereses. Y no, no es cierto que la democracia salde una deuda, como dijo ayer sin ruborizarse el ministro Miquel Iceta. Se consuma la humillación ante una extorsión, que es algo muy distinto".

Sánchez, el felón€ y cosas peores, según Daniel Portero

Como complemento, una tribuna firmada por Daniel Portero que contiene toda la cacharrería dialéctica de costumbre: "Todo ello formaba parte de un acuerdo entre Bildu -heredero de Batasuna-ETA- por el apoyo recibido en la investidura de un Gobierno Frankestein de partidos independentistas, nacionalistas, de extrema izquierda y republicanos con el PSOE. El PSOE traicionaba a decenas de socialistas asesinados por ETA. El PSOE volvía a helar la sangre de las venas y arterias de todas las víctimas del terrorismo de ETA. Y finalmente se consumó la traición: el Gobierno de Sánchez cede competencias penitenciarias al Gobierno vasco para que en pocos meses, los terroristas de ETA puedan celebrar una de las demandas más importantes de la banda, que es el acercamiento de los presos y su puesta en libertad sin haber cumplido íntegramente su condena".

Al lado de eso, la interpretación del cronista de El Mundo resulta casi aguachirle. "Iceta mima al PNV para alargar la legislatura", escribe Josean Izarra, que remata así: "Entrega las prisiones, más transferencias y alaba a Urkullu". Una curiosa forma de dar mimos, cuando el ejecutivo español le ha hecho un roto de narices con la negativa a prorrogar el estado de alarma. Y en el editorial, más de lo que ya han leído arriba: "Se trataba de una exigencia irrenunciable tanto por parte del PNV como de Bildu para sostener a Sánchez en La Moncloa. Y él no ha dudado en satisfacer la voracidad abertzale en un asunto tan sensible que, por desgracia, tendrá consecuencias que helarán la sangre de las víctimas de ETA". Título: "El nacionalismo vasco ya tiene las cárceles". Llegamos al punto final sin mencionar a Díaz Ayuso. Todo un logro.