Isabel Díaz Ayuso, que tiene entre sus grandes frases que donde hay toros hay libertad, anuncia el acto de fin de campaña en Las Ventas si prohíben la corrida del 2 de mayo y el tendido diestro pide la vuelta al ruedo. "Saltar al ruedo para defender los toros", encabeza el diario de Marhuenda uno de sus editoriales. He aquí la estocada: "Madrid acoge la mayor feria en San Isidro y defenderla sería lo propio de los creen que es un arte a preservar, de ahí que sería oportuno que Isabel Díaz Ayuso quiera cerrar su campaña en un lugar tan emblemático como Las Ventas".

Aprovechando el viaje, el ultraliberal Carlos Rodríguez Braun echa un tercia a espadas (perdón, pero me están poniendo a huevo las metáforas) a la llamada Fiesta Nacional: "La sociedad civil ha sido capaz de reaccionar, y, en este campo como en otros, algunos se atreven a plantar cara ante una campaña que, incursionando contra derechos y libertades, intenta acabar con el toro de lidia, el animal más bello que existe, y causar un enorme daño económico, social y medioambiental".

Atención, que llega el picador Agapito Maestre dispuesto a castigar con su vara dialéctica a los que no somos partidarios de la cosa: "Quiero escribir de toros para que no sean robados por los politiscastros de España. Quiero escribir de toros para barrer la basura ideológica creada en España en los últimos cuarenta años de dictadura de lo políticamente correcto. Quiero escribir de toros, sí, para arremeter contra todos los hideputas (sic) que quieren prohibirlos". Tienen el resto del desahogo en Libertad Digital.

Dejamos por hoy los toros para hacernos eco de la alegría del columnero de ABC Jesús Lillo por la sentencia que obliga a devolver a los Franco los muebles del Pazo de Meirás. "El pazo en un pozo", juguetea con las palabras en el título. Después de celebrar que la familia del dictador haya sido resarcida, Lillo remata así: "Pocas sentencias como la de ayer alertan con tanta claridad contra el autoritarismo, la remezcla de poderes, la violación de derechos individuales y el saqueo. No de Franco, agua pasada, sino de Carmen Calvo y su compañía estable -todo incluido, todas incluidas- de juezas y abogadas de la memoria democrática".

Superliga: Florentino o Sánchez

Y sí, cómo no, también la Superliga de marras ha dado de qué escribir a nuestros sumistradores habituales. Bien es cierto que todas las piezas parecen haber sido tecleadas antes de que los seis clubs británicos se hayan borrado del proyecto. Aclarado lo anterior, les copio y pego el arranque del editorial de La Razón: "Asistimos a un exceso de visceralidad, no exenta de ese punto de demagogia que caracteriza el argumentario de la izquierda radical, en muchas de las reacciones contrarias al proyecto de la Superliga que impulsan algunos de los mejores equipos de Europa, los que más han hecho en las últimas décadas por convertir el fútbol es una industria cultural de masas de alcance mundial".

ABC hace un zig-zag en el editorial y no dice ni que sí ni que no. Lo importante es lo importante, como se aprecia en el título: "Lo primero, la Liga española". Más favorable se muestra el opinador que firma como Hughes. Los argumentos les sonarán: "La Superliga ha abierto ventanas a la ilusión. Con un poco de suerte, si sale, los demagogos del fútbol altruista y la solidaridad con el modesto y blablablá cumplirán sus amenazas, dejarán el fútbol o se dedicarán a comentar el Socuéllamos-Palamós, que es lo que les gusta. Adelante, háganlo".

Subiendo grados a favor del invento que ahora mismo parece herido de muerte, desembarcamos en Libertad Digital, donde Santiago Navajas pontifica que el fútbol de los ricos puede salvar la Unión Europea. Lean: "La Superliga europea puede ayudar a vertebrar una Europa que está en crisis de identidad y en un proceso de decadencia. Pese a las apariencias, la Champions, en su actual formato, es un ejemplo de esa incapacidad de los europeos para afrontar riesgos, plantear innovaciones y dejar de alimentar a castas extractivas".

Y el cohete final lo firma Pablo Molina también en el abrevadero digital de Jiménez Losantos. Según él, la disyuntiva es otra vez comunismo o libertad, o sea, Sánchez o Florentino. Se lo juro: "La Superliga liderada por el presidente del Real Madrid es un gran proyecto de futuro que, sin embargo, no tendrá fácil su creación en esta Europa estatista mangoneada por burócratas. Precisamente por eso es el momento de que todos los aficionados nos pronunciemos a este respecto. Hay que elegir entre Superliga o UEFA, limpieza y corrupción, negocio y ruina, libre mercado y socialismo, Sánchez o Florentino". Gol en Las Gaunas.