La bahamesa Shaunae Miller-Uibo, que en Río 2016 tuvo que arrojarse literalmente sobre la raya para ganar la final de 400, revalidó su corona en Tokio con un crono de 48.36, récord del área, y un amplio margen de 84 centésimas sobre Marileidi Paulino, que batió el récord dominicano con 49.20.
La estadounidense Allyson Felix logró su décima medalla olímpica, un bronce con 49.46, igualando el récord de su compatriota Carl Lewis y la atleta jamaicana Marlene Ottey.
Tres días después de ser octava y última en 200 metros, Shaunae Miller-Uibo regresó a los 400 metros, al frente del ránking mundial del año con 49.08, para defender su título de Río en una final donde también estaba la eterna Allyson Félix, a la que arrebató el oro en Río con su zambullida sobre la línea de meta.
Miller-Uibo, subcampeona mundial en Doha 2019, desembocó esta vez en la recta con una ventaja tan clara que desterró por completo cualquier incertidumbre sobre el desenlace de la carrera.
Paulino, estudiante de educación física en la Universidad de Santo Domingo, antigua jugadora de balonmano y debutante en unos Juegos con 24 años, compartió la gloria con la bahamesa, logrando su declarado propósito de ganar una medalla en Tokio 2020.
Felix competía con 35 años, tras un parto difícil en 2018, en sus quintos Juegos Olímpicos gracias a su segundo puesto en las pruebas de selección olímpicas de Eugene, donde llegó por detrás de Quanera Hayes, séptima en esta final.
Con diez medallas olímpicas (6 de oro, 3 de plata y esta de bronce), Allyson iguala el récord de Carl Lewis y Marlene Ottey, que tenía en solitario el récord en el atletismo de Estados Unidos.