La palista neozelandesa Lisa Carrington se ha colgado la medalla de oro en la final de K1 500 metros de los Juegos Olímpicos de Tokio, la tercera presea dorada en la cita japonesa y la quinta en su trayectoria olímpica, una hazaña que podría redondear en el K4 500.

Carrington, la única que pudo doblegar a la española Teresa Portela en la final del K1 200 y que ya ha sumado otro oro en K2 500, no dio opción a sus rivales este jueves para llevarse la final con un tiempo de 1:51.216, por delante de la húngara Tamara Csipes (1:51.855) y de la danesa Emma Aastrand Jorgensen (1:52.773), bronce en K1 200.

De esta manera, se convierte en la deportista neozelandesa más laureada en la historia de los Juegos Olímpicos, con cinco oros y un bronce. Tras proclamarse campeona de K1 200, K1 500 y K2 500, buscará un póquer histórico en el K4 500.