Cuando uno entra en la casa de la familia Callejón de Lara, en la localidad de Zizur Menor, en Navarra, uno se encuentra con un hogar donde los niños son los protagonistas, algo, evidentemente normal, cuando se conoce a los ocho hijos de Javier Callejón y Lola de Lara, dos andaluces, ella de Sevilla y él de Granada, que llegaron a Navarra tras siete años viviendo en Uruguay, cuando a Javier le ofrecieron un puesto como profesor en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra.
Esta familia con grandes valores religiosos vive la Navidad de manera intensa, alejados del consumismo cada vez más presente durante estas fechas. Javier y Lola, junto a sus hijos: Pablo, Isabel, Loli, Guillermo, Pilar, Miriam, Clara e Ignacio, bajan cada Navidad a Andalucía, un año a Granada y otro a Sevilla, para ver a su familia.
Pero la historia de Javier y Lola es, cuanto menos, curiosa. Su relación, que comenzó a través de cartas, fue durante años a distancia porque él se había mudado a Pamplona para estudiar en la Universidad de Navarra, donde actualmente imparte clase, y no fue hasta que se casaron cuando comenzaron a vivir juntos, pero no en Andalucía ni en Navarra, sino en Uruguay, donde vivieron durante siete años antes de volver a Pamplona, y allí fue donde empezaron a crear unos vídeos en familia que publican en sus redes sociales.
¿Dónde pasáis estas fiestas?
-Loli: En Sevilla y en Granada. Un año pasamos las Navidades con la familia de mi padre y otro con la de mi madre. Este año ha tocado en Sevilla con la familia de mamá.
-Javier: Sí. Hemos bajado allí unos ocho días, para Nochebuena y Año nuevo, y nos hemos vuelto el 1 de enero para pasar estos últimos días relajados en casa.
¿Cómo celebráis estos días una familia tan grande y con unos valores tan religiosos como los vuestros?
-Javier: Lo primero que tenemos en la cabeza durante la Navidad es la familia. Por eso bajamos al sur, a ver a la familia, porque durante el resto del año casi no nos vemos, solo en verano y en las fechas importantes. Y en Navidades tratamos de que todo tenga un sentido cristiano.
¿Y dónde os reunís?
-Javier: Cuando vamos con la familia de Lola nos juntamos como 30 ó 40 personas, la mayoría de ellos niños, en una casa rural.
-Isabel: Esos días son divertidos porque no te aburres casi nunca.
“Vivimos las Navidades con espíritu cristiano para que los niños sean conscientes de su significado” “Estudié en el conservatorio y ahora enseño a mis hijos siempre que quieran”
¿Y qué actividades hacéis en la casa rural todos juntos?
-Isabel: Todo tipo de actividades y juegos para estar entretenidas todo el rato.
-Javier: Ya el hecho de estar juntos y organizados es un lujo. Con tanta gente es difícil hacer muchas cosas, pero por la noche, por ejemplo, siempre hacemos juegos multitudinarios. Hemos hecho karaokes, jugando al ‘Just Dance’, etc. Luego, lo que es preparar la cena y cenar nos cuesta casi tres horas o así y la sobremesa es larguísima. Nos tumbamos en torno al fuego y ahí nos quedamos charlando horas.
¿Cómo se prepara una comida para 40 personas?
-Javier: Lola tiene un tío que cocina siempre y cocina súper bien. Siempre prepara algún guiso y la típica sopa con piñones y, como él se dedica a la venta de mariscos, pone cangrejo, gambas o gambones. Además, algún año hemos hecho un concurso de postres en el que participamos todas las familias y luego hay un montón de dulces y turrones en la mesa y Loli e Isabel, cada vez que pasan, se comen alguno (risas).
-Isabel: Sí. También hay mousse de limón, que está muy rica (sonríe).
Y ¿cómo os organizáis los días que no hay clases?
-Isabel: Papá hace un horario para todo el mundo para que nos organicemos y estudiemos.
-Javier: Los niños lo ven como una especie de regla de la que no pueden salirse, pero obviamente es flexible. Simplemente saber qué tienen que hacer les ayuda a estar más cómodos y tranquilos. Aunque lo toman como un horario, es una distribución del tiempo para que esto no sea una anarquía.
¿Decoráis mucho la casa por Navidad?
-Javier: Un poco, lo que ves ahora en la casa. Tratamos de que no haya mucho decorado para evitar que los más pequeños se descontrolen y para no encontrarnos cosas desperdigadas por aquí y por allá. Pero siempre hay mucho ambiente navideño. Durante la casa rural solemos ir a misa e intentamos que vean el sentido de todo, no queremos que los pequeños piensen que hacemos grandes comidas porque sí.
¿Celebráis la noche de Reyes, Olentzero o Papá Noel?
-Loli: Antes, con los abuelos, sí celebrábamos que el niño Jesús nos había traído algún regalo. Ahora, sobre todo, celebramos la noche de Reyes.
-Javier: Sobre todo porque a mis cuñados les hacía ilusión regalarles algo, pero ahora que vamos a la casa rural no lo solemos hacer para que no haya tanto jaleo, aunque cada año es diferente.
¿Cómo os organizáis con ocho hijos?
-Javier: Todos los años hacen la carta a los Reyes. Lo que sí que empezamos a hacer el año pasado es tener un regalo por persona, un buen regalo, pero solo uno, porque al final no es lo mismo celebrar la noche de Reyes una familia de 4 o 5, que una familia de 10.
-Isabel: En la lista sí que pedimos varias cosas, pero luego nos traen una, que normalmente es la que más queremos de la lista.
-Javier: Aunque solemos intentar que siempre sea una sorpresa.
¿Y qué os han traído este año los Reyes?
-Isabel: Ropa.
-Javier: Un juego de mesa. Es algo que siempre pido porque es algo que podemos usar todos juntos.
-Loli: Yo he pedido este año una máquina de algodón de azúcar.
-Pilar: ¡A mí me han traído una fábrica de chuches que se llama Chuchelandia!
-Miriam: Y a mí una casita.
¿Qué es lo que más os gusta de la Navidad?
-Isabel y Loli: Los Reyes y la casa rural.
-Javier: A mí me encanta la casa rural porque tienes la tranquilidad de que puedes dejar a los niños sueltos y no les va a pasar nada. Van a estar con otros niños o con alguien más de la familia seguro.
“Mi mujer y yo nos conocimos en un campamento en Sierra Nevada y comenzamos a cartearnos”
¿Cómo os conocísteis vosotros?
-Javier: Lola y yo nos conocimos en un campamento familiar que organizaban mis padres en Sierra Nevada, en verano. Yo iba de monitor y ella con su familia. En estos campamentos, los niños se quedan con los monitores y los padres reciben cursos de orientación familiar y tienen actividades. A partir de ahí, como ella estaba en Sevilla y yo en Pamplona estudiando, empezamos a escribirnos cartas y nos enamoramos.
“Cuando regresamos de Uruguay para instalarnos en Navarra trajimos 19 maletas en el avión”
¿Y cómo empezó vuestra relación?
-Javier: En diciembre de 2003 bajé a Granada por Navidad y me escapé un día a Sevilla para pedirle salir. Por suerte me dijo que sí. Como al poco me volví a Pamplona, empezamos una relación a distancia en la que nos veíamos en puentes y vacaciones hasta que nos casamos. La boda fue un 28 de julio en Sevilla, el 29 nos fuimos de viaje de novios y seguido nos trasladamos a Uruguay y el 11 de agosto yo ya estaba dando clases ya allí.
-Lola: Sí. Así fue. De Sevilla nos fuimos de viaje de novios Disney World, en Orlando. Nada más regresar, al día siguiente ya estábamos subidos en otro avión rumbo a Uruguay porque Javi tenía que empezar a dar clases.
¿Por qué en Uruguay?
-Javier: Me salió trabajo en Uruguay, a raíz de un compañero de facultad, que era de allí, que me propuso ir un par de meses en 2006 y, tras un tiempo, la decana me planteó quedarme un mínimo de cuatro años. Como era un trabajo estable, Lola y yo nos casamos y nos mudamos a Uruguay. Eso se extendió durante siete años, en los cuales, además de trabajar en la facultad, trabajé también en una escuela de animación.
-Lola: Y allí yo empecé a trabajar en un colegio infantil en Montevideo.
-Javier: En Uruguay tuvimos a Pablo, Isabel, Loli y Guillermo.
¿Y cómo habéis terminado asentándoos en Navarra?
-Lola: Lo que nos trajo aquí de vuelta fue de nuevo el trabajo. Le salió un trabajo a Javi en la universidad.
-Javier: Sí. Yo había estudiado aquí en la Universidad de Navarra y seguía teniendo contacto con algunas personas de la facultad. Me contactaron porque buscaban a alguien que se hiciera cargo de los equipos audiovisuales y decidí regresar a Pamplona con la familia.
¿Fue un cambio muy drástico?
-Lola: Como nos fuimos recién casados, prácticamente empezamos de cero allí y vivíamos totalmente como uruguayos, no éramos los típicos extranjeros que llegan ganando en euros y que tienen todo mucho más solucionado.
-Javier: Al tener nuestro sueldo en moneda local, te adaptas de forma mucho más realista, no solo por la economía del país, sino socialmente.
¿Cómo fueron para vosotros los primeros años en Uruguay?
-Lola: La verdad es que muy bien. Javi tenía trabajo y estaba muy contento, yo empecé a trabajar, primero de secretaria en un estudio de abogados, luego con otra abogada y a partir del segundo año ya me salió trabajo en el colegio.
-Javier: La gente nos acogió súper bien desde el principio. El primer fin de semana hicimos una fiesta de presentación en casa y aparecieron 16 personas de repente.
¿Y cómo fue el regreso a Navarra?
-Javier: Empezamos a preparar todo para la vuelta, vendimos los muebles y todo lo demás.
-Isabel: Y volvimos con un montón de maletas en el avión.
-Javier: Sí. Hay fotos muy graciosas de eso porque ¡hicimos el viaje con 19 maletas! (risas)
-Lola: Es que eran un montón de bultos. Iban todas abajo facturadas, más las de cabina, y cada uno llevaba un bulto y un bolso. Pablo llevaba el banjo y una mochila, Guille la ‘thermomix’ y otra mochila… (sonríe).
-Javier: Cuando llegamos fue divertido porque nuestras maletas salieron las primeras. Todo el mundo veía cómo yo las iba cogiendo todas y parecía que las estaba robando de la cinta (ríe).
¿Y cómo llegasteis a Pamplona?
-Lola: La salida fue muy rápida porque en cuanto a Javi le propusieron venir aquí, aunque al principio nos descolocó. En mes y medio organizamos todo y nos vinimos.
-Javier: Llegamos Lola y yo y lo primero que hicimos fue comprar un colchón para pasar la noche. Ya al día siguiente fuimos a Ikea a por los muebles (sonríe).
-Lola: Fue todo providencial y venido de arriba porque nos salió todo bien. Hasta tuvimos plaza en los colegios, que no es algo común.
-Javier: A los colegios llamábamos cuando en Uruguay eran las 4 de la mañana para poder hablar a una hora normal en España.
-Lola: Además ellos no terminaron el curso que habían empezado en Uruguay y empezaron aquí con medio curso ‘perdido’.
-Javier: Me acuerdo perfectamente del primer día de colegio de Pablo aquí. Empezaba Primero de Primaria en el colegio El Redín y casi todos sus compañeros ya se conocían de antes. Le dejé en la fila y Pablo, con su acentazo uruguayo, me dijo: “papá, no me dejes aquí”. Fue todo muy dramático al principio, pero sabíamos que se le pasaría pronto y que rápidamente se daría a conocer porque le gustaba mucho el fútbol y se adaptaría muy bien en el colegio.
¿Echáis algo de menos de allí?
-Lola: El dulce de leche, sobre todo (sonríe).
-Isabel: Yo la provoletera, una máquina de queso que teníamos.
-Lola: Y los asados también. Por todo lo que implica ir a uno, reunirse con la gente, estar horas esperando a que se hagan las brasas y la carne… Porque no es una barbacoa, es totalmente diferente.
Bueno, y en la actualidad, ¿cómo es vuestro día a día? ¿Cómo os gestionáis en una familia de diez personas?
-Isabel: Hay que saber organizarse, tener paciencia y mucha fuerza mental.
-Lola: Por ahora, aunque ya van creciendo, vamos todos a una. Las actividades son casi siempre a la misma hora y no hay mucho desbarajuste.
-Javier: Los mayores, además, ayudan siempre mucho.
¿Cómo os apañais en esta casa para cocinar para diez personas?
-Lola: Lo que hago son menús semanales y la compra se basa exclusivamente en ese menú. Son platos muy de cuchara, mucho guiso, arroces, pastas… platos que llenen bien. Intentamos que sean comidas ricas y variadas.
-Javier: Empezamos a meter también bastante pan en las cenas y bocadillos, porque es sencillo y llena.
¿Y quién cocina?
-Lola: A mí me encanta cocinar, pero cocinamos todos. Los domingos, por ejemplo, solemos hacer espaguetis a la carbonara y los hacen Loli, Guille o Pablo.
-Javier: Pablo una vez hizo un guiso de patatas y carne riquísimo, pero todo con la ayuda de la ‘thermomix’, claro (sonríe).
-Loli: A mí me gusta mucho hacer repostería y dulces en general: bizcochos, galletas, copas de chocolate blanco…
-Lola: Nosotros, por ejemplo, no solemos comprar galletas o yogures en el súper, sino que lo hacemos nosotros todo. Loli todos los días es la encargada de los yogures.
“De Uruguay echamos de menos el dulce de leche, la provoletera para hacer queso y los asados con amigos”
¿Coméis siempre juntos?
-Lola: Desayunamos siempre juntos, comen en el cole algunos, y en la cena divididos entre más mayores y más pequeños.
-Javier: Suelen llegar a casa hacia las cinco y media, entonces las pequeñas cenan hacia esa hora y los mayores meriendan y según qué actividad tengan pues se van a música, baloncesto, fútbol, a estudiar o lo que les toque. Y ya por la noche, Pilar se queda con las pequeñas, pican algo más para no irse con hambre a la cama, y los mayores y nosotros cenamos y nos ponemos alguna película o serie juntos.
¿Os gusta ver películas y series entonces?
-Lola: En Uruguay veíamos un montón de series y era nuestro plan habitual, pero ahora ya es mucho más difícil, pero a Javi le encanta y además entiende mucho.
-Javier: El cine es algo que me ha gustado siempre y veo mucho. ‘Big Fish’, por ejemplo, es mi película favorita. Hace poco vimos ‘Pequeña Miss Sunshine’ en un cinefórum con otros padres y está muy bien. La animación también es algo que me encanta. ‘Red’ me gustó un montón, y es curioso además porque es la única película de Pixar no recomendada para menores de 9 años porque trata temas mucho más adultos y dirigidos a adolescentes.
-Lola: Y los fines de semanas seguimos defendiendo a tope el quedarnos a ver una peli o alguna serie todos juntos.
-Javier: Bueno, hacemos dos sesiones y dividimos entre infantil y mayores. Si tú enciendes la pantalla, da igual lo que haya, que se quedan mirando. Todo lo que sea imagen y sonido les gusta.
-Pilar: Aunque sea ‘Peppa Pig’, nos gusta y nos entretiene.
-Lola: Ahora que son más grandes también nos hemos puesto con series como ‘Sherlock’, de la BBC. Hicimos un intento con ‘Prison Break’, que nos encantó a Javi y a mí, pero la tuvimos que dejar de ver porque…
-Javier: …en cuanto empezaron con los tres o cuatro comentarios salidos de tono, decidimos dejarla para otro momento (risas). Las últimas series que hemos visto juntos han sido ‘El hombre contra la abeja’, de Mr. Bean, y ‘Una serie de catastróficas desdichas’, en Netflix.
-Guillermo: También hemos visto Braveheart hace poco.
-Isabel: Pero no vemos películas como Anabelle y esas cosas de miedo…
-Lola: Nos enganchamos muchísimo también a la serie de ‘Érase una vez’, pero dejamos de verla porque a algunos les daba miedo (sonríe).
“Para organizar la comida de nuestros 8 hijos la compra se basa en los menús semanales”
Si hablamos ahora de libros, ¿os gustan también?
-Javier: En verano lo que suelo hacer es ir a la biblioteca de la universidad y llevarme un montón de libros. Hago una selección, devuelvo unos cuantos primero y el resto se los doy para que se los lean.
-Loli: A mí me gusta mucho leer. Estoy ahora con los de Harry Potter.
-Guille: Yo esos me los he leído todos ya.
-Isabel: A mí no es que me guste una colección como tal, sino que si me entretiene pues me lo leo. Me gustó mucho el de ‘Momo’, de Michael Ende, el de ‘Ready Player One’, ‘El niño con el pijama de rayas’... y ahora estoy con otro que se llama ‘Más fuerte que el odio’.
-Pablo: A mí me gustan los libros de acción. Ahora estoy leyendo ‘Conjura de poder’, que es de una saga con un montón de libros sobre magia y fantasía medieval que se llama’ El sendero del guardabosques’.
-Javier: El año pasado los Reyes Magos le trajeron un libro electrónico y los devora porque se los va leyendo todas las noches.
-Pilar: Yo estoy empezando a leer ahora, pero muy poco. Me estoy leyendo ‘Kiatoski y la desaparición de los patines’.
Cambiando de tema, ¿os gusta practicar o ver algún deporte?
-Loli: Isabel y yo jugamos a baloncesto en el colegio Miravalles. Yo llevo unos cuatro años jugando a baloncesto. Como veía que a mis amigas y mi padre les gustaba, pues me apunté.
-Isabel: Yo antes hacía gimnasia deportiva, pero cuando vi que Loli y mis amigas empezaron a jugar a baloncesto, me animé a probarlo el año pasado.
-Loli: Le di un poco de envidia y por eso se apuntó (risas).
-Isabel: En realidad es porque ya estaba dejando la gimnasia, y como mi padre también jugaba antes, pues así podía jugar con él en casa.
¿A ti también te gusta entonces?
-Javier: Sí, a mí me ha gustado siempre. De más joven jugaba y en la universidad, de vez en cuando, me apunto a algún torneo o partido que organizan.
-Lola: A Javier, por ejemplo, lo que no le gusta es el fútbol. A mí tampoco mucho, pero a veces mi mentalidad sevillana me dice que hay que apoyar al Betis, porque en esta casa somos del Betis. Pero bueno, realmente el único futbolero aquí es Pablo.
-Pablo: A mí me gusta jugar y ver alguna vez partidos de Champions o así, pero tampoco tanto.
¿Y hay algún otro deporte que os guste?
-Isabel: Yo quiero probar a jugar a bádminton y comprarme una red y unas raquetas para casa.
-Lola: En general aquí le dan a saco al fútbol y al baloncesto, aunque nos gusta el deporte e ir probando de vez en cuando si nos invitan a jugar a pádel o a tenis.
He visto que tenéis un piano, ¿quién lo toca?
-Javier: Teniendo el piano ahí, es abrirlo y ver cómo todos vienen a probar.
-Lola: Guille va tres días a la escuela de música de Zizur Mayor y suele practicar allí, aquí en casa no tanto… (sonríe).
-Guillermo: Yo toco el clarinete ahora. Empecé antes con la batería y me compraron una eléctrica, también con el piano y el año pasado, como no había hueco, me apunté a clarinete. Ahora sigo con el clarinete.
-Isabel: Yo toco la guitarra y antes también un poco el piano. Loli también.
Tú, Javier, ¿tocas varios instrumentos, no?
-Javier: Los que más me gustan son el saxofón y el piano. Estudié seis años de conservatorio y ahora yo les enseño lo que puedo siempre y cuando ellos quieran.
-Lola: Tenemos un montón aquí en casa. Toca el piano, el saxofón, el trombón, el banjo…
Bueno, entonces os gustará la música también…
-Javier: Estamos todo el día con música de un lado a otro.
-Guille: A mí me gusta mucho ‘El cuarteto de Nos’.
-Lola: ¿Te suena ‘El Cuarteto de Nos’? Es un grupo argentino que descubrimos en Uruguay y que en esta casa escuchamos mucho.
-Pablo: Yo escucho mucho a Eminem.
-Pilar: Pablo sólo escucha eso, nada más (risas).
-Lola: En general hay gustos muy variados, ‘Black Eyed Peas’, ‘Imagine Dragons’... Hace poco volvimos a descubrir una canción de ‘Bajofondo’, un grupo también argentino que mezcla tango y música electrónica.
Siendo una familia tan grande, ¿soléis ir de viaje?
-Lola: Muy, muy poco. Irnos tantos es súper caro y complicado. Sí que en Navidad siempre nos bajamos a Andalucía, a Granada y Sevilla unos días, pero lo que son otro tipo de viajes, poco.
-Javier: Antes sí que íbamos más de excursión. Alguna vez nos hemos ido de camping todos con una tienda de campaña de estas gigantes para ocho personas.
¿Vais mucho de camping?
-Lola: Antes de la pandemia sí, pero desde entonces ya no. Antes íbamos todos los veranos para la zona de Ordesa o por Tarragona. El primer camping al que fuimos fue para ir a Portaventura cuando estaba embarazada de Miriam.
-Javier: Yo no es que sea un gran aficionado a la montaña, pero sí que me gusta mucho la naturaleza y por eso solíamos ir.
-Isabel: También fuimos a Francia, a Disneyland París, y lo pasamos fenomenal.
¿Y vosotros dos solos?
-Lola: Fuimos a Nueva York con mis padres durante sus bodas de plata, era Semana Santa y pillamos los oficios allí. Nos invitaron a nosotros dos y a mi hermano. Ahora van a Jerusalén, pero no vamos a poder ir.
-Javier: Pero lo más parecido a una escapada que tenemos Lola y yo, es la de los martes a la bolera.
Y por último, ¿tenéis alguna afición familiar secreta?
-Javier: Sí, pero no es secreta (risas). Cuando llegamos a Uruguay hicimos un blog y subíamos vídeos para que la gente de España, sobre todo nuestros familiares, supieran qué íbamos haciendo y cómo nos iba durante los siete años que estuvimos allí.
-Lola: No había WhatsApp ni nada entonces. En 2007 no era tan común tener internet como es ahora. Para hablar con nuestra familia íbamos a un ciber. Al volver a España seguimos con él, pero esta vez al revés, para mostrar a la gente de Uruguay cómo nos estaba yendo aquí.
-Isabel: Cuando empezó la pandemia decidimos abrir un canal de YouTube y una cuenta de Instagram donde seguimos subiendo nuestros vídeos.
Y se han convertido en una actividad más para hacer en familia, ¿no?
-Javier: Nuestro objetivo al principio era el de ayudar a otros matrimonios, a través de una mirada humorística, a superar la dificultades de ser padres, parodiando situaciones familiares. Luego empezamos a meter algún mensaje también más cristiano, que son los vídeos que mejor acogida han tenido.
-Lola: Y Javi ha ido desarrollando diversos formatos. Pablo tiene un personaje que es el Profesor Darwin, Isa ha hecho algún vídeo imitando a gente, Guille hace de representante del partido político de los niños…
¿Y a vosotros os gusta participar en los vídeos?
-Isabel: Depende de las circunstancias y del contexto… (risas).
-Loli y Pablo: Realmente hay veces que nos da pereza, pero nos lo pasamos bien.
¿Y con los pequeños es más fácil?
-Javier: Es lo más difícil. Por eso nunca meto a más de dos niños en cada plano. Suelo grabar las partes por separado y luego las uno en el montaje, porque si no es imposible tenerlos quietos y atentos a todos. En el vídeo da la sensación de que están todos, pero no, porque si no se acaban peleando (risas).
-Lola: Y otra cosa que nos gusta mucho a todos es la pintura. Hemos hecho cuatro o cinco cuadros que tenemos repartidos por las paredes de casa.
-Javier: La historia viene de que en una Semana Santa les dio por pintar y al principio probamos con animales y formas, pero se enfadaban porque no les salían los dibujos. Entonces cogí y les puse un Kandinski para que lo imitaran. Empezamos a hacerlos ya en lienzo y se ha quedado como una afición de todos.
-Loli: Ya hemos regalado varios cuadros a amigos de nuestros padres.
-Lola: Sí. La afición por los vídeos y por la música viene de Javier, pero de mí han sacado lo relacionado a las manualidades y la pintura. Los puzles, por ejemplo, también nos gustan mucho y cuando eran más pequeños fue algo que nos unió mucho. Teníamos puzzles de 3.000 o 3.500 piezas y era la actividad estrella de la casa.
JAVIER CALLEJÓN
39 años. Aunque es natural de Sevilla, vive en la localidad navarra de Zizur Menor, junto a su mujer, Lola de Lara, y sus ocho hijos. Siempre ha sido un gran aficionado al cine y a las series y ahora trabaja como profesor en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, donde da clase en las asignaturas de Edición y Postproducción. El deporte, especialmente el baloncesto, es otra de sus principales aficiones, pero a lo que realmente dedica tiempo, es a la música.
LOLA DE LARA
Aunque estudió Magisterio y durante varios años y ha trabajado como secretaria y profesora, en la actualidad Lola de Lara se dedica por completo a las tareas del hogar y a organizar una casa en la que vive con su marido, Javier Callejón, y sus ocho hijos: Pablo, (14 años), Isabel (13), Loli (12), Guillermo (11), Pilar (8), Miriam (4), Carla (3) e Ignacio (9 meses) Entre las principales aficiones de esta granadina de 37 años están las manualidades y la confección de prendas y de objetos.