El juego parece complicado, pero lo cierto es que las rondas de mus se componen de cuatro tiradas. Previamente a las rondas de apuestas del mus habrá una ronda de descartes en la que los jugadores decidirán si desean pasar o no. Podrán hacerlo tantas veces como deseen, con la única condición de que los 4 jugadores estén de acuerdo, ya que en cuanto uno no lo desee, cortará el mus y se procederá a las apuestas, más precisamente a la primera ronda de apuestas, la Grande. He aquí los términos base que debes conocer antes de iniciar una partida:
La primera ronda es la “grande”. Aquí ganará el jugador que tenga las cartas de mayor valor. Las cartas más altas del mus son los reyes y los treses, tanto los reyes como los treses representan la misma carta, llamadas como los cerdos.
Una vez acabada la primera ronda, empieza la ronda de la “chica”. La chica es totalmente lo contrario a la grande, aquí se valora la jugada más baja posible. Se contarán primero los ases y los doses, también denominados “pitos”, que tienen el mismo valor y son las cartas más bajas del mus. En caso de empate en el número de “pitos” se mirará el resto de cartas.
La tercera y cuarta ronda de apuestas, los “pares”, y el “juego”. En los pares, cada jugador dirá en voz alta “(pares) sí”, “tengo pares” o “hice (pares)” si tiene al menos una pareja. Si tiene cuatro cartas diferentes dirá “(pares) no”. Si ninguno, un solo jugador, o solo los dos jugadores de una misma pareja tuviesen pares, se pasaría a la siguiente ronda ya que no podrá haber apuestas.
Una vez finalizados los “pares” se llega al “juego”, la última ronda. De la misma forma que en la ronda anterior de “pares”, los jugadores deberán decir, y sin mentir, si tienen juego o no antes de iniciar la ronda de apuestas. Para tener juego, las cartas del jugador tendrán que sumar entre 31 y 40. Es decir, para que un jugador tenga juego, sus cartas deben alcanzar estos puntos sumando sus cuatro cartas.