Si es cierto eso de que los mercados de abastos toman el pulso de las ciudades, no hay más que darse una vuelta por los tres mercados de Pamplona. En el Casco Antiguo, junto al Ayuntamiento, se encuentra el más veterano de todos ellos. El mercado de Santo Domingo se levantó en 1877. Pequeño y coqueto, muchos turistas lo visitan atraídos por el singular edificio. El mercado del Ensanche, por su parte, es el más grande de toda la ciudad, tanto en espacio como en número de puestos. Se abrió a mediados del siglo pasado y tiene ademáspuestos de flores, prensa, panadería y cafetería.

Para satisfacer las necesidades de los vecinos del barrio de Ermitagaña, en 1982 contó con su propio mercado. El barrio había crecido en la década de los 70 y se pensó que era buena idea contar con un mercado de productos frescos. La reforma más profunda se realizó en 1999. Ahora son los propios comerciantes los que desarrollan iniciativas promocionalescomo incidir en campañas de hábitos saludables y subrayan la importancia de consumir productos frescos y de temporada. El mercado municipal benjamín de Pamplona está, sostienen,“adaptado a los tiempos”. Cuenta con tienda online y servicio de entrega a domicilio, además de un aula-cocina donde se organizan distintas actividades relacionadas con la gastronomía.