El ciclocross es un deporte de invierno que a pesar de que lleva años intentando convertirse en olímpico no para de recibir respuestas negativas por parte del COI -Comité Olímpico Internacional-. Aun así, la UCI -Unión Ciclista Internacional- continúa su largo esfuerzo -que muchas aseguran nunca tendrá los frutos deseados- de lobby para que el ciclocross se convierta en un deporte que participe en los Juegos Olímpicos de Invierno. En este sentido, el organismo rector mundial del ciclismo deportivo no tiene como objetivo los Juegos de Verano para el deporte como se podría haber esperado, sino que quiere que el ciclocross, tal y como hemos dicho, pase a formar parte de los Juegos Olímpicos de Invierno. Pero, si es un deporte que se disputa entre otoño e invierno, ¿por qué no es aceptado?
La respuesta es muy sencilla y es que según las reglas oficiales que dictan este evento los deportes que participen en dicho acto tienen que disputarse sobre nieve o hielo. Por ello, el patinaje sí puede participar en verano e invierno por ejemplo. Visto esto en el Campeonato del Mundo de 2020 desde la organización de ciclocross pensaron que podían organizar una de las carreras a una altura de 1.300 metros con nieve y así convencer al COI. Lo hicieron en Villars, en Suiza, pero pese al intento no consiguieron hacer que cambiasen de idea -parece que es muy difícil que esto suceda-. Aun así, el director deportivo de la UCI, Peter Van den Abeele, asegura que continuarán peleando por conseguir que el ciclocross sea considerado como un deporte válido que pueda participar en los Juegos Olímpicos de Invierno.
¿Qué es el ciclocross?
El ciclocross es un deporte de origen francés creado a comienzos del siglo XX y es una disciplina o especialidad del ciclismo tradicional de carretera donde los competidores tienen que superar determinados obstáculos durante el transcurso de la prueba. Muchos pensarán que se utilizarán bicicletas de montaña pero nada más lejos de la realidad, ya que se utilizan bicicletas de carretera modificadas. En definitiva, consiste en realizar un determinado número de vueltas a un circuito con tramos de asfalto, caminos, prados y terrenos enfangados, y con una serie de obstáculos -naturales o artificiales- que en ocasiones obligan al corredor a bajarse de la bicicleta para sortearlos. Aun así, hay que tener en cuenta que como es un deporte que se realiza en otoño e invierno por lo general la gran mayoría de veces los competidores se encuentran con barro.
Tal y como hemos dicho muchas veces el ciclista tiene que bajarse de la bici para seguir compitiendo. Esto sucede cuando no puede superar un tramo lleno de barro o los números obstáculos puestos por los organizadores -zonas elevadas o maderas horizontales, entre otras trabas- o creadas por la propia naturaleza -terreno impracticable por la climatología- y para conseguir sortearlo correrán lo que haga falta con la bici en el hombro. Esto lo hace un deporte con mucha adrenalina y en el que se requiere de una gran fortaleza en el tren inferior, así como una gran capacidad pulmonar que te posibilite superar la prueba.
origen en francia
Por otro lado, en cuanto a la historia de este deporte, que cada día tiene más adeptos, daremos algunos datos. Nació a comienzos del siglo XX en Francia por la única razón de que no había muchas carreteras y debido a esto para andar en bici las competiciones o carreras había que hacerlas por carretera y por el bosque o a el campo. Allí, no es complicado imaginarse que el terreno nunca era regular por lo que todo aquel que competía en estas pruebas terminaba combinando los tramos llanos en carretera o naturaleza con los obstáculos que el propio camino iba poniendo al paso de los ciclistas. Estas trabas las combatían como podían pero al final todos no encontraban mejor opción que echarse la bicicleta al hombro y seguir.
Este tipo de prueba estuvieron mezclando carretera con tramos por el bosque hasta los años 50. En esa década poco a poco se empezaron a utilizar recorridos o circuitos mucho más cortos dando cada vez más énfasis a la superación de obstáculos junto a los recorridos en bici en zonas llanas. Otra modificación que se hizo fue cambiar el momento en que se disputarían las pruebas, así que tomaron la decisión de realizar este tipo de deporte entre otoño e invierno por el simple hecho de que son estaciones más propicias. Tras esto en 1950 se realizó el primer Campeonato del Mundo de ciclocross, en París, y a partir de ahí se han ido estableciendo las reglas hasta hoy.
jean robic como referente
En 1950 en París se disputó el primer Mundial de ciclocross de toda la historia y el ciclista francés Jean Robic se llevó la medalla de oro. Compitió de manera profesional del 1945 a 1959 y su mayor logro como ciclista fue en 1947 cuando se proclamó como campeón del Tour de Francia, prueba en la que en sus distintas participaciones lograría vencer en siete etapas.
Era un corredor muy bajito, medía 1,61 metros, aunque nunca se amedrentó contra sus rivales. Aun así poco a poco fue siendo conocido como uno de los ciclistas más arriesgados del campeonato. Este atrevimiento le llevó a tener muchas caídas y en una de ellas se abrió la cabeza. Para seguir compitiendo empezó a utilizar casco y se convirtió en el primero en llevarlo, aunque sus rivales se burlaban de él. Un día se dio con un martillo en la cabeza para demostrar que el casco era bueno pero sus rivales vieron como Robic caía desplomado. Finalmente, murió en 1980 con 59 años tras chocarse contra un camión tras una borrachera.