Desde el letrero de un comercio, pasando por una invitación de boda o la pizarra con el menú de un restaurante, hasta una 'storie' en Instagram... todo eso es 'lettering'. Y es que, más allá de su nomenclatura en inglés, no deja de ser lo que hemos llamado rotulación durante toda la vida, es decir, la técnica empleada para dibujar las letras.
El 'lettering' alcanzó su auge entre 1930 y 1960 en Estados Unidos, coincidiendo con el 'boom' de la publicidad y la expansión comercial, lo que permitió que la creación de logotipos y frases o palabras dibujadas en paredes, carteles, 'flyers' o pizarras se haya convertido en una disciplina más del diseño gráfico en sí misma, que en estos momentos está más de moda que nunca. Sin embargo, no debemos confundir el 'lettering' con la caligrafía ni tampoco con la tipografía. Estas tres técnicas derivan de la escritura y están relacionadas entre sí, pero no son lo mismo.
La caligrafía es el arte de escribir bien las letras, para lo cual es necesario adquirir las reglas de escritura del idioma en el que estemos trabajando. Además, esta técnica necesita muchas horas de práctica, buen pulso y trazos precisos. La tipografía, por su parte, se puede definir como el arte de diseñar las letras. Para ello, se debe dibujar todo el conjunto de caracteres alfanuméricos siguiendo unas mismas pautas de estilo. La tipografía diseñada se añade luego a nuestro catálogo para poder reproducirla siempre que queramos.
Mientras que el 'lettering', en concreto, consiste en el arte de dibujar las letras. Es decir, es una creación personalizada que incluye el dibujo y coloreado de las letras, empleadas dentro de una composición artística. Al contrario de lo que pueda parecer, no hace falta tener una buena caligrafía para poder iniciarse en esta técnica, pero desarrollar el 'lettering' sí que nos puede ayudar a mejorar nuestro trazo. En 'lettering', los trazos descendentes deben realizarse sin apenas apoyar el pincel sobre el papel para lograr un trazo muy fino. En cambio, en los trazos descendentesa, debemos empujar el pincel sobre el papel para crear un trazo más grueso.
Otro de los beneficios del 'lettering' es que requiere de mucha concentración, lo que nos ayudará a desconectar de los problemas del día a día, al mismo tiempo que trabajamos nuestra creatividad.
Pero antes de comenzar a dar los primeros pasos en el mundo del 'lettering', es muy recomendable consultar libros especializados y ver distintos ejemplos que nos ayuden a descubrir todas las posibilidades que ofrece esta técnica antes de ir probando cada una de ellas.
estilos de lettering
Entre los distintos tipos que existen de 'lettering', destaca el que se denomina 'brush lettering', en el que tal y como su propio nombre indica se utilizan pinceles, aunque también sirven los conocidos como 'brush pens' -rotuladores con punta de pincel-. Sus trazos son más curvos y alargados y puede realizarse con cualquier tipo de tinta, pintura acrílica o acuarelas.
En el caso de que no tengamos a mano un pincel de este tipo ni cualquier rotulador al uso, pero sí un bolígrafo o un lápiz, podemos realizar lo que se denomina 'faux lettering', que consiste en dibujar imitando los trazos del 'lettering'. Es, por cierto, la mejor forma de iniciarse en esta técnica hasta que cojamos la desenvoltura necesaria para dibujar con pincel.