Unai Altolagirre y Ainhoa Arana, junto con sus hijas, Maddi y Garazi, y nos reciben con cara de estupefacción, como si no terminaran de creerse del todo que, además de ganar una tarjeta regalo con dinero para llenar el carrito de la compra, se han convertido en los nuevos protagonistas de la Revista IN. "Pero... ¿qué podemos contar nosotros? ¡Si somos una familia completamente normal...!", nos decía días antes Ainhoa a través de la línea de teléfono, pero acto seguido nos avanzaba algunos de los muchos 'hobbies' que hacen en familia durante su tiempo de ocio, cuando no tienen que trabajar. Ainhoa detrás del mostrador de la farmacia y Unai en su estudio de diseño gráfico.
Ainhoa, cuéntanos... ¿cómo estáis vivido la pandemia desde las farmacias?
-Ainhoa Arana: Pues la verdad es que hemos tenido una exageración de trabajo, ahora ya menos, pero estamos agotados. 24 horas de guardia diarias, aunque a partir de mayo se empezó a normalizar un poco todo. En la farmacia en la que yo trabajo, en Donosti, somos cuatro personas, y al principio, para no cruzarnos mucho y evitar contagiarnos los cuatro, nos dividíamos dos a la tarde y los otros dos a la mañana. Teníamos colas de entre 10 y 15 personas a diario antes ya de abrir por las mañanas. ¡Lo nunca visto! (Homenaje al papel que han ejercido las farmacias durante la pandemia , aquí)
¿Cómo gestionastéis el caos inicial?
-Ainhoa: Al principio trabajábamos con la farmacia cerrada y sólo atendíamos por la ventanilla de guardia. A los enfermos crónicos les pidieron que recogiesen todos los medicamentos que necesitasen para una larga temporada y venían con recetas para meses de tratamiento, porque no se sabía cuánto iba a durar todo esto. Además recuerdo que el teléfono no dejaba de sonar porque la gente nos llamaba para preguntarnos dudas y después para pedirnos mascarillas, gel hidroalcohólico y guantes.
¿No había producción suficiente para todos, verdad?
-Ainhoa: No. Al principio no había más que las típicas mascarillas que guardábamos nosotros para trabajar. Luego empezaron a llegar a cuentagotas, pero eran pocas y además muy caras. Además, había pedidos que se quedaron en las aduanas y no llegaban. Desde el colegio farmacéutico compraban, pero tampoco llegaban. Y la compra y el suministro de material fue un lío. Teníamos listas de espera, y de la que llegaban, las vendíamos al instante. ¡Teníamos que ir a la caza casi!
Desde finales de junio la mascarilla ha dejado de ser obligatoria en exteriores, siempre y cuando se cumpla la distancia de seguridad, ¿estáis notando un descenso ahora en el número de ventas?
-Ainhoa: No, porque en interiores, como en las oficinas, los comercios, las escuelas, etc, sí que siguen siendo necesarias, la gente sigue pidiéndonoslas. Ahora tenemos suficiente stock y aunque poco a poco venderemos menos, está claro, en general están siendo bastante prudentes y muchos siguen utilizándola también en exteriores.
En las farmacias habéis ejercido como psicológos, incluso...
-Ainhoa: Sí, tal cual.
Y habéis procurado que a la gente que no podía salir no le faltase su medicación habitual.
-Ainhoa: Eso es. Nosotras reponíamos los medicamentos que necesitaban en los hospitales y aquí en Gipuzkoa había un servicio para llevar a casa todo lo que las personas necesitaban. Recibíamos un email con lo que teníamos que preparar para cada paciente, venían a recogerlo y se lo llevaban directamente a casa de cada paciente.
¿Y en tu caso, Unai, cómo te has organizado siendo autónomo?
-Unai Altolagirre: Tomamos la decisión de que como Ainhoa tenía que ir a la farmacia sí o sí todas las mañanas, yo me quedaba en casa teletrabajando. Ella no puede hacer su trabajo desde casa, pero yo tengo la suerte de que sí. (El teletrabajo ha llegado para quedarse. Descubre la nueva ley aquí)
-Ainhoa: Sí. Yo solía entrar en la farmacia antes derir a las nueve, pero era como ir a una batalla, como digo yo, porque no sabías a qué hora ibas a salir. Terminábamos nuestra jornada, pero luego dentro había que hacer todas las cosas que no podías hacer mientras porque no dejabas de atender a la gente, así que siempre terminaba quedándome un poco más.
-Unai: Por eso opté por traerme el ordenador a casa.
¿Ha sido difícil trabajar con las niñas en casa?
-Unai: Bueno... Es verdad que influyó en mi jornada de trabajo, ya que estás muy condicionado. Por las mañanas, cuando Ainhoa estaba fuera trabajando, me dedicaba a Garazi y Maddi. Y como soy autóno, tengo un horario flexible, así que por las tardes me trasladaba al estudio que tengo en Beasain, aunque ha habido días en los que me he encerrado en la habitación de las niñas a trabajar mientras ellas correteaban por casa.
¿Qué habéis aprendido durante este tiempo confinados?
-Ainhoa: Hemos aprendido a apañarnos en un piso de 60 metros cuadrados, pero tener balcones nos ha ayudado mucho.
-Unai: Pues... aun con todo lo malo, siempre digo que ha sido una buena experiencia. Sobre todo muy enriquecedora. Sí que es verdad que ha sido duro, pero ver a las niñas cómo se aplicaban en su día a día ha sido muy bonito. He podido poner en valor todo lo que se esfuerzan cada día. Sí que es verdad que el grado de exigencia de Garazi no era muy grande, por la edad que tiene, pero ver a Maddi tan concentrada ha sido muy enriquecedor.
-Ainhoa: Sí. Nos ha sorprendido mucho porque es una chica muy inquieta y nerviosa y es verdad que nos ha servido para conocer esa faceta suya de que cuando se concentra con algo no hay quien la saque de lo que esté haciendo en ese momento.
Y vosotras, Garazi y Maddi, ¿cómo habéis llevado el confinamiento?
-Las dos: ¡Bien! (ríen).
-Garazi: Hacíamos videollamadas con la familia y nuestros amigos y compañeros de clase.
-Maddi: También seguíamos a un monitor de Educación Física que hacía deporte en la tele del salón y nosotros intentábamos imitar sus movimientos.
-Unai: Sí, seguíamos unas sesiones diarias de un chico que entrenaba con su familia durante el confinamiento y compartía los vídeos en Facebook. Eran entrenamientos fáciles, para todos los niveles, pero muy enfocados a poder hacerlos en casa sin material deportivo. Nos ha venido estupendamente porque así, cuatro o cinco días por semana, a las siete de la tarde, movíamos todo el cuerpo. Sobre todo hemos hecho ejercicios aeróbicos y de fuerza aquí en la sala. (Hacer deporte online desde el salón de casa, aquí)
¿Os gusta hacer deporte?
-Unai: Intento correr tres o cuatro veces por semana. La ruta que suelo hacer es ir hasta Alegi, dirección Beasain. Unos 10-15 kilómetros.
-Ainhoa: Nos gusta ir a hacer senderismo también o al monte el fin de semana, aunque no hemos podido salir mucho más lejos de lo que tenemos alrededor.
-Unai: Sí, salir a correr nos ha permitido conocer más la zona.
¿Habéis aprovechado para hacer algo especial en el confinamiento?
-Unai: Pues hemos intentado hacer todo lo que se podía hacer, siempre cumpliendo las normas, claro está, pero hemos intentado hacer más ameno todo con todo tipo de actividades.
-Unai: En Semana Santa nos montamos una sesión de fotos para hacernos el calendario que hacemos todos los años. Sólo que en esa época del año normalmente nos vamos de vacaciones, pero como no se podía y vimos la película de 'Aupa Etxebeste!', nos inspiró la idea de hacernos unas fotos en casa como si estuviéramos en un complejo turístico de esos que salen por la tele (risas). (¿Has visto 'Aupa Etxebeste!' y su secuela, 'Agur Etxebeste'? pincha aquí)
-Ainhoa: Nos moríamos de la risa haciéndonos las fotos, aunque tuvimos que posar mucho porque Unai es muy exigente con la cámara (risas).
¿Alguna otra aventura que recordéis entre risas?
-Unai: Sí, y además se les ocurrió a Garazi y a Maddi. Cada familia que formamos parte de nuestra cuadrilla teníamos que elegir una canción y recrear su videoclip. Nosotros nos disfrazamos de todo lo que teníamos por casa, que como somos fieles a los Carnavales de Tolosa, tenemos de todo (risas).
-Maddi: Elegimos la canción 'Aukera Berriak', de En Tol Sarmiento. Les acabamos de ver en concierto y nos lo hemos pasado genial. ¡Han cantado esa canción! (Conoce al grupo alavés ETS aquí)
¿Qué tal ha sido vivir un concierto después de tanto tiempo?
-Garazi: Nosotras lo hemos disfrutado un montón, pero ha sido el primero al que hemos ido en nuestra vida, así que no sabemos si antes era más divertido o no.
-Ainhoa: Maddi lleva una pulsera que nos dieron al entrar en el concierto y dice que no se la va a quitar (ríen).
-Garazi: A mí sobre todo me gustó el final, la canción de'Aukera Berriak' y también cuando tiraron serpentinas.
Y a vosotros, ¿os ha costado manteneros quietos?
-Ainhoa: Se ha celebrado al aire libre, en la plaza de toros, con sillas individuales y separadas, y en la grada estábamos también separados dejando un asiento libre entre cada uno.
La verdad es que era hasta un poco raro para ellos, al principio sobre todo, pero poco a poco nos empezamos a animar cada uno desde su asiento. Nos animaron a cerrar los los ojos e imaginarnos que en vez de ser de día era de madrugada y encendieron las luces (risas). Estuvo muy bien.
Hablando un poco de música Maddi, nos han chivado que tocas la guitarra muy bien.
-Maddi: Sí. (La música como una filosofía de vida en la página 19)
-Unai: Maddi está aprendiendo guitarra, lleva ya tres años en una academia. Y Garazi aún está descubriendo un poco qué cosas le gustan. Creo que se va a decantar por el piano, tenemos un teclado y parece que le gusta.
¿Y cuál es la canción que más te gusta tocar, Maddi?
-Maddi: La que más me gusta es 'Hegan', de Bulego. (Conoce este nuevo grupo surgido en Azkoitia aquí)
¿En el confinamiento has podido seguir las clases de guitarra online?
-Unai: Sí. Hacían las clases por videollamada, dos días por semana, y se tiraban tocando hasta que se aburrían. Desde entonces se le ha notado mucha mejora.
Maddi, también nos han contado que eres una gran lectora y que eres muy fan de Harry Potter. ¡Te has leído todos los libros! ¿Es verdad? (Descubre el universo mágico de J. K. Rowling en la página 16)
-Maddi: Sí (sonríe) y el último me lo leí dos veces. Y las películas me las he visto varias veces también.
Si te dieran a elegir, ¿te quedarías con las películas o con los libros?
-Maddi: No lo sé (ríe). Bueno, creo que los libros me gustan más porque me encanta leer. Este año durante el curso me he leído€ (piensa) unos 65 libros.
-Unai: Nos gusta que tenga pasión por la lectura. Yo a su edad no leía tanto y ahora tampoco.
-Ainhoa: Fijaos que hemos llegado a la situación de que quiere comprar todo el rato libros porque se los termina en seguida y ya tengo que decirle 'no' a veces. Una vez que fuimos de vacaciones le hice llevarse en la maleta sólo tres libros que eligió en la biblioteca para leer en vacaciones.
-Maddi: Sí, ama, y me tuve que leer cada libro cinco veces€
-Ainhoa: Así es (ríen). Es que al final vas nerviosa porque sabes que se los va a leer y va a querer más. Aun así decidimos comprarle un libro al llegar a destino por la mañana, pero lo terminó en a mediodía, y luego le compramos otro a la tarde, pero a la noche ya se lo había acabado...
Un no parar vamos...
-Unai: Sí, y tanto es así que durante el confinamiento quedaba con otros padres de dos amigas suyas en la panadería para intercambiar libros y que así pudiera leerse nuevos porque si no, en casa no nos entrarían todos los libros que lee.
-Ainhoa: Ahora ya se arregla ella con las amigas para intercambiar libros y ha empezado a utilizar el ebook, no para.
Cambiando un poco de tema y sin salirnos de la cultura, ¿qué película recomendaríais a nuestros lectores?
-Ainhoa: Una de las últimas que hemos visto es 'Aupa Etxebeste!'. La vimos porque Maddi tenía que ver una película en la que saliera el pueblo de Tolosa. Lo comentamos con unos amigos y nos dijeron que en esta aparecía de refilón Tolosa, así que la vimos. En un principio íbamos a haber visto 'Handia' pero como nos dijeron que en 'Aupa Etxebeste!' también aparecía y es más acorde a la edad de ellas, pues nos decidimos a verla. (Conoce las aventuras de la familia Etxebeste aquí)
-Unai: Además, en el confinamiento nos suscribimos a Netflix para ver series y películas.
-Ainhoa: Venía un panorama algo duro y pensamos que igual era una buena forma de entretenernos. Aun así, no es que seamos de ver mucha televisión, pero claro, es que fueron 24 horas en casa todos los días.
Y en la cocina ¿qué tal os desenvolvéis?
-Maddi: Muy bien, a mí por ejemplo me gusta mucho la repostería. Hago galletas, bizcochos y magdalenas.
-Unai: Se le da muy bien y el bizcocho que hace tiene bastante éxito.
¿Cuál es tu ingrediente secreto, que no se lo contamos a nadie?
-Maddi: ¡La mantequilla! (ríe).
-Unai: En la ikastola nos llegaron a pedir la receta y todo. A mí me gusta con limón o incluso con ralladura de naranja, pero ella lo hace sólo con mantequilla y está buenísimo.
¿Y para comer?
-Unai: Pues mira, en el confinamiento empezamos a hacer un arroz caldoso con pollo y verduras. Le echamos puerro, calabacín, pimiento verde, zanahoria, champiñones, caldo de verduras de zanahoria, vaina y puerro, y luego el arroz.
-Ainhoa: Recuerdo que planeábamos un menú semanal y entonces yo salía una tarde, compraba lo que me tocaba, mientras que él se encargaba de la carnicería, la pescadería y el pan. Nos organizamos así un tiempo. Había mucha cola en el supermercado y hacíamos una compra grande con todo lo que podíamos.
-Unai: También hacemos una pizza muy rica, bueno, más bien la hace mi ama y nosotros nos la comemos (risas).
¡Menuda suerte!
-Unai: Sí, y es es una historia curiosa. En el cumple de mi ama no sabía que comprarle y como le gusta cocinar se me ocurrió que podía regalarle un curso en el Basque Culinary Center. Claro, llegó el día y le dije que tenía que elegir qué curso quería hacer y decidió hacer uno de elaboración de masas de pizza y 'focaccia'. Y desde entonces nos hace pizza todas las semanas, con masa casera, hecha por mi ama María Luisa. ¡Está riquísima!
Cambiando un poco de tercio, ¿os gusta viajar?
-Unai: Pues sinceramente creemos que la situación de la covid-19 tampoco nos ha condicionado tanto para viajar, ya que en la medida de lo posible hemos hecho muchas cosas.
¿Algún viaje especial que recordéis?
-Unai: En las Navidades de 2019, Olentzero les trajo a las niñas un viaje para todos juntos a Disneyland París. En un principio íbamos a haber ido en el puente del Día del Padre, pero al final fuimos en febrero, justo en los Carnavales de Tolosa. Menos mal, porque unas amigas suyas, pensaron en dejarlo para marzo y todavía no han podido ir. (Visita Disneyland París aquí)
-Ainhoa: Tuvimos la suerte de hacer el viaje. Además nos respetó el tiempo y la verdad es que todo estuvo muy bien.
¿Os gustó?
-Garazi: Sí. Lo que más la 'Big Thunder Mountain', que es como una montaña rusa y vas montada en una especie de carreta de mineros.
-Maddi: Luego también estuvimos en París. Tres días en el parque de atracciones y uno en París, era todo súper bonito.
-Garazi: Subimos a la Torre Eiffel.
-Maddi: Sí, subimos hasta arriba. Es muy grande.
¿Os dan miedo las alturas?
-Maddi: No, uno de mis deportes favoritos es la escalada y no me dan miedo las alturas.
¿Algún viaje más?
-Unai: Sí, en las vacaciones de verano hicimos una ruta por la costa por Galicia y Asturias con la furgoneta California de mi hermano.
¿Ahora tenéis pensado el próximo destino para este verano?
-Ainhoa: Sí, a Almería. Vamos a un bungalow en un camping en Cabo de Gata. (Cabo de Gato, un paraíso por descubrir, en la página 15)
¿Sois más de camping que de hotel?
-Unai: Sí. Con las niñas es mejor y se lo pasan en grande.
-Ainhoa: Intentamos combinar los viajes de playa y de montaña.
-Unai: Luego siempre hacemos una semana de relax total y otra más de ver sitios de interés, tanto donde estamos como en sitios de alrededor.
Entoncesa, ¿igual aprovecháis también para recorrer Granada?
-Unai: Sí, tenemos intención de ir parando en distintos sitios al volver de Almería.
-Ainhoa: Quiere ir a la Alhambra pero ya le digo yo que tenemos que reservar con tiempo. Ya verás como lleguemos y al final no podamos entrar a verla...
-Unai: Iremos, iremos (ríe).
Otro viaje muy especial que recordaís con mucho cariño es el que hicistéis hace unos años a tierras argentinas.
-Unai: Sí, A finales del siglo XIX un Altolagirre se vio en la situación de tener que emigrar huyendo de la situación que se estaba viviendo aquí. Aquel hombre, Juan María Altolagirre, llegó a hacerse con unas tierras y luego, a través de generaciones, llegaron hasta mi abuelo, Antton Altolagirre. Entonces mi abuelo, que estaba trabajando aquí en la fábrica pero necesitaba que alguien gestionara las tierras, mandó a mi aita. Mi ama y yo vivimos allí hasta que yo tuve unos cinco años. Nació allí mi hermano y después nos instalamos aquí en Beasain. Mi padre ha estado toda la vida yendo y viniendo de Argentina.
¿Cómo se llama el sitio?
-Unai: El pueblo se llama Hernando y está en la provincia de Córdoba. (Visita Hernando, la ciudad del maní, aquí)
¿Tienes recuerdos de aquello?
-Unai: Sí, conservo muchos recuerdos gracias a las fotos de esa época. Aunque fui con apenas 22 días, estuve hasta los cinco años.
¿Has podido ir allí con Ainhoa y las niñas?
-Unai: Sí, justo en 2015, antes de que mi padre se jubilara queríamos que las niñas conocieran la zona donde él había trabajado. Un día hablando en casa se lo dijimos y él, emocionado, nos dijo que teníamos que hacerlo cuanto antes, que se iba a jubilar y que luego ya no iba a poder ser. Fue una manera de presentar a las nietas a todos los amigos de allí, disfrutar del campo y también aprovechamos para visitar Buenos Aires. Fue una experiencia muy bonita.
Por otro lado, ¿sois de juegos de mesa o preferís los videojuegos?
-Unai: Tanto a Ainhoa como a mí no nos gustan los videojuegos y preferimos los juegos de cartas.
-Ainhoa: Uno de los juegos que más nos gusta es el Rummikub. En un viaje con amigas a Sevilla, cuando cumplí los 40, lo llevé y dos terminaron súper enganchadas. Tanto es así, que terminaron comprándose uno cada una para jugar ellas en casa a la vuelta. (El Rummikub, el juego de números más famoso en todo el mundo en la página 21)
¿En qué consiste?
-Unai: Empiezas con siete fichas y todas las demás boca abajo. Luego depende de lo que tengas vas levantando, juntando con las que tienes y es similar al chinchón por así decirlo. El objetivo es quedarte sin fichas. Es muy bueno para ejercitar cabeza porque debes pensar cuál va ser la estrategia que vas a seguir.
-Ainhoa: Volviendo al tema de los videojuegos... nosotros tratamos de fomentar a Maddi y a Garazi que utilicen la cabeza.
-Unai: Eso es, por eso intentamos que hagan manualidades y tambiénque todos los juegos que tengan que los usen al menos una vez. Incluso cuando llegó el iPad les dijimos "ciodado con esto", aunque como nosotros no lo utilizamos ellas tampoco nos lo piden. Lo usan básicamente para escuchar música.
¿Pasáis mucho tiempo con las redes sociales?
-Unai: En mi trabajo están cogiendo cada vez más relevancia y casi que me siento obligado a usarlas. Tengo Twitter y el Instagram lo uso para ver referencias de otros diseñadores, aunque para eso utilizo sobre todo Pinterest, donde hago mis propios tableros. para cada proyecto. Todas las ideas que me sirvan para mis trabajos son bienvenidas. (Pinterest, la plataforma de los creadores aquí)
Por otro lado, vemos que tienes una cámara de fotos, ¿os gusta la fotografía?
-Unai: A Maddi en su cumpleaños le regalaron una y a Garazi otra en Navidad. En mi caso es una de mis mayores pasiones y alguna vez he llegado a pensar que no sé por qué no me dedico a ello. Quizá me gusta más la foto y el vídeo que el diseño gráfico (risas). (La fotografía, la pasión de Unai, aquí)
¿Qué cámara tienes?
-Unai: Tengo una Canon 7D, pero tengo la Sony Alpha 7R en mente. Le tengo echado el ojo a un objetivo de Sigma de la serie Art Zoom, de 35 mm, pero todavía no están adaptados para Nikon y Canon y estoy en duda porque con un adaptador no conseguiría sacarle partido a todas sus prestaciones.
¿Recuerdas tu primera cámara?
-Unai: Sí (sonríe), era de finales de los 80. Me la regaló mi tío pero no recuerdo el nombre y no es que fuese una marca conocida pero le tenía muchísimo aprecio a esta cámara.
¿Qué es lo que más te gusta fotografiar en tu tiempo libre?
-Unai: Por trabajo cualquier cosa, desde paisajes hasta personas u objetos. Esta semana, por ejemplo, he hecho varias fotos de recurso para una óptica y he usado a Ainhoa, Garazi y a Maddi como modelos (ríen). Luego también hago fotos con el móvil cuando voy en familia si no quiero llevar la cámara, pero cuando trabajo siempre utilizo la cámara profesional. En mi tiempo libre lo que más me gusta es sacar fotos de todo lo que hacemos. Empecé con Ainhoa en Florencia yendo yo por un lado sacando fotos mientras ella iba por el otro viendo la ciudad.
-Ainhoa: A veces cansa un poco...
-Unai: ¡Las tres tienen muchísima paciencia conmigo! (ríen).