Sevilla tiene un color especial o eso dicen los del grupo de música de la ciudad del Nervión, Los del Río. No cabe duda de que todo aquel que pisa la ciudad hispalense, se pasea por sus calles, disfruta de su historia o interactúa con su gente, así como con su cultura se lleva un grato recuerdo a su vuelta a casa. Muchas personas, desde el momento que pisan su propia casa, empiezan a planear cuándo será la siguiente escapada que organizarán para volver a Sevilla. Ya sea porque se les han quedado cosas por ver, hacer o simplemente por poder disfrutar de toda su belleza, buen tiempo, así como por su gastronomía y cultura.

La capital de Andalucía tiene el gran honor de ser, con casi 700 mil habitantes, la ciudad más poblada de toda su comunidad autónoma, y de ser además, la cuarta ciudad más poblada de todo el Estado por detrás de la capital de España, Madrid, y por detrás, también, de Barcelona y Valencia. El municipio hispalense tiene una superficie total de 140,8 km² y el área metropolitana está compuesta por 46 municipios. Esto, por su parte, incluye a una población de cerca de un millón y medio de habitantes, según datos oficiales del instituto nacional de estadística, el INE.

Estela Villota, protagonista de este quinto número de IN junto a su marido Asier Cabrejas y su hija Ane, tiene un enlace muy especial con Andalucía, más concretamente con Cádiz, de donde es originaria parte de su familia. Ella, santurtziarra de toda la vida, pudo vivir uno de los momentos más importantes que recuerda en su último viaje a Sevilla, concretamente en el momento que tanto ella como su familia visitaron la famosa Plaza de España. La visita a este lugar hizo que un viaje por remo, debido a que Asier tenía que remar con el equipo de veteranos, tuviera un plus especial nunca antes imaginado y sobre todo esperado. "En la plaza de España descubrimos que están todas las provincias escritas en baldosas y me acordé de mis aitites y me emocioné mucho. Tengo con Andalucía un vínculo muy especial por mis raíces", asegura.

Sevilla desprende belleza por cada rincón y adentrarse por sus calles o casco histórico resulta ser un descubrimiento improvisado de forma continua. La ciudad le muestra al visitante le muestra que allí el tiempo transcurre de otra manera, que su cultura es diferente y que simplemente el color de sus calles es único y sobre todo muy especial.

La Plaza de España, tal y como les sucedió a Estela y su familia, es una de las tantas maravillas que hay en Sevilla bajo el sobrenombre y honor de ser patrimonios donde se ve claramente el peso de su historia, así como la influencia arquitectónica de los romanos, visigodos y árabes.

En cuanto a la Plaza de España, por empezar con una de las tantas maravillas arquitectónicas de la capital andaluza, es un lugar verdaderamente precioso, con un total de 170 metros de diámetro y una forma semi-elíptica, que simboliza el abrazo de España a sus antiguos territorios americanos, y mira hacia el río Guadalquivir, como camino a seguir hacia América.

En ella, entre otros detalles arquitectónicos únicos, destacan las paredes de la Plaza donde se encuentran una serie de 48 bancos que representan, por orden alfabético, cuarenta y seis provincias peninsulares, todas excepto Sevilla, así como los dos archipiélagos, Las islas Canarias y las islas Baleares. Todas las provincias están representadas con su escudo, un mapa y un paño de azulejo pisano con hechos históricos destacados de ese territorio.

Además, cabe destacar la catedral gótica de Sevilla, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987. Así mismo todo aquel que visite la ciudad del Nervión no puede dejar de visitar La Giralda, que es el campanario de la Catedral de Sevilla y al mismo tiempo la torre más emblemática y representativa de la ciudad.

Por otro lado, está el Real Alcázar, que es el palacio real activo más antiguo de Europa y que empezó a adquirir su aspecto actual en el año 713 con los árabes. Al mismo tiempo y sin duda, de igual o mayor importancia si cabe es el Archivo General de India que se creó en 1785 bajo el reinado de Carlos III con el objetivo de centralizar en un único lugar la documentación referente a las colonias españolas, hasta entonces dispersa en diversos archivos: Simancas, Cádiz y Sevilla. Por último, entre los monumentos cabe destacar la Torre del Oro de Sevilla que es una torre albarrana situada en el margen izquierdo del río Guadalquivir, junto a la plaza de toros de la Real Maestranza.

Además de los monumentos citados Sevilla goza de unos parques y jardines únicos por los que perderse, así como de unos barrios con un encanto especial, donde destaca el antiguo barrio de la judería, el barrio de Santa Cruz, uno de los más emblemáticos y pintorescos de la ciudad.

seguir viajando

La familia santurtziarra Cabrejas Villota reconoce que ya sea por trabajo o por simple ocio han podido conocer destinos por todo el mundo como Alemania, Italia, Francia, Suecia o viajar por todo el Estado, tal y como han hecho en Sevilla o Barcelona, "ciudades que nos gustan mucho". Aun así, indican que están deseando "poder volver viajar para seguir conociendo nuevos destinos" alrededor del mundo.