Jóvenes en el sistema de protección:
Construyendo un futuro
Al cumplir 18 años cesa la medida de acogimiento que reciben por parte del Estado y deben enfrentarse a una emancipación prematura. En 2023, Aldeas Infantiles SOS apoyó a 1.388 jóvenes en España.
Cada año, entre 4.000 y 5.000 chicos y chicas que han crecido en el sistema de protección alcanzan la mayoría de edad y deben afrontar una emancipación prematura y difícil. Sin redes familiares que los apoyen en la continuación de sus estudios y, en muchas ocasiones, sin ayudas sociales, la integración en la sociedad y el mercado laboral es muy complicada, favoreciendo un distanciamiento del sistema educativo y aumentando su vulnerabilidad.
En este contexto, Aldeas Infantiles SOS sostiene que no basta con alimentar, educar y proteger al niño o niña durante su acogimiento; también es fundamental proporcionar un desarrollo integral, con el objetivo de lograr su plena inclusión social. A través de su Programa de Jóvenes, Aldeas Infantiles SOS apoya a estos jóvenes en su tránsito a la vida adulta. El trabajo comienza cuando son adolescentes, con la meta de seguir acompañándolos más allá de los 18 años, siempre con la mirada puesta en su integración plena en la sociedad.
El trabajo de Aldeas Infantiles SOS
“En España, más de 50.000 niños crecen en el sistema de protección a la infancia. ¿Cómo proteger a los más vulnerables? ¿Cómo enseñarles a construir un proyecto de vida?” Así introduce la periodista Andrea Ropero la pieza audiovisual de la campaña “Tenemos Mucho Que Decir”.
En Aldeas Infantiles SOS, el proceso de transición hacia la vida adulta comienza en la adolescencia, a partir de los 14 años, fomentando la autonomía en todas las áreas de sus vidas, como las tareas del hogar, los estudios o la gestión del tiempo y del dinero. El objetivo es proporcionar orientación vocacional en un momento clave en el que los chicos y chicas empiezan a plantearse sus alternativas de futuro. La organización ofrece apoyo en este proceso, a través de la figura de un técnico del Servicio de Empleo.
Se llevan a cabo talleres de formación en áreas como cocina y gestión del dinero, para que adquieran competencias y se familiaricen con situaciones cotidianas.
Es fundamental escuchar a los chicos y chicas. En esa escucha se crea un vínculo, según Jorge Fernández del Valle, Catedrático de Psicología de la Universidad de Oviedo, experto en acogimiento. Remarca que “el 80% del acogimiento residencial son adolescentes, con condiciones muy adversas y situaciones emocionales delicadas. La confianza en los adultos no es fácil, por lo que es esencial contar con profesionales capacitados para recibir a personas que no han pedido ni querido estar en una residencia”.
Aldeas Infantiles SOS intensifica la preparación a los 17 años. En ese momento, comienzan a desarrollar su proyecto de vida. Juan José Cerviño, Director del Programa de Jóvenes de Aldeas Infantiles SOS en Madrid, explica que “el programa ayuda a completar la formación, encontrar una salida profesional y desarrollar una estabilidad emocional, fundamental para su futuro”.
El camino continúa
Aldeas Infantiles SOS cuenta con el Programa de Jóvenes, que les permite continuar acompañando y apoyando a los y las jóvenes tras la mayoría de edad. Existe el Proyecto de Autonomía, para ofrecer apoyo residencial, educativo o económico una vez cumplidos los 18 años. También se brinda ayuda con trámites burocráticos, orientación académica y laboral, además de un Programa de Becas para retomar los estudios.
Asimismo, el Servicio de Empleo facilita la inserción laboral, ofreciendo información, asesoramiento, capacitación y acompañamiento en la búsqueda de empleo, además de un seguimiento de los procesos formativos y laborales.
El Proyecto de Emancipación tiene como objetivo ofrecer a los ya independizados apoyos económicos, psicológicos o asistencia en la búsqueda de empleo. Finalmente, se imparten talleres profesionales de automoción y cocina, dirigidos a jóvenes entre 16 y 18 años que han abandonado el sistema educativo y se encuentran en situación de riesgo. Tras la formación, se realizan 120 horas de prácticas, con el objetivo de obtener la primera experiencia laboral y, en muchos casos, el primer empleo.
Salida del sistema de protección
La legislación vigente no se adecúa a los estándares internacionales en materia de protección a la infancia durante el proceso de independencia y emancipación. Es necesaria una modificación del sistema de protección que asuma explícitamente la transición a la vida independiente como una fase más en el ciclo de protección y que prorrogue los apoyos necesarios para una plena integración social.
Aldeas Infantiles SOS, basándose en su experiencia de más de 50 años, reclama una serie de medidas para mejorar la salida de los jóvenes del sistema de protección. El interés superior debe ser el principio fundamental en la toma de decisiones sobre su emancipación. Deben considerarse el género, la edad, el grado de madurez y las circunstancias particulares en cada caso. Es esencial garantizar el derecho a la participación en la planificación de la salida del sistema de protección y asegurar que esta sea gradual. La preparación para la transición a la vida independiente debe comenzar al menos dos años antes de alcanzar la mayoría de edad.
Asignar a cada adolescente, siempre que sea posible, un especialista que lo acompañe en su camino a la independencia, ofrecer oportunidades de educación y formación profesional, así como acceso a servicios sociales, jurídicos y de salud, y una asistencia financiera adecuada. Es fundamental homogeneizar las ayudas, los servicios y los apoyos que reciben aquellos que han crecido en el sistema de protección.
Además, es necesario formar y capacitar a los profesionales de los servicios sociales y del ámbito educativo en la transición. Se debe permitir que los y las jóvenes con necesidades especiales opten a servicios de apoyo, y alentar a los sectores público y privado a emplear a quienes egresan del sistema.