Bodega Cuatro Rayas revela la versatilidad y el potencial de guarda del Verdejo
Esta bodega ha demostrado que el vino puede ser, además de un placer gastronómico, una herramienta de desarrollo rural gracias a la verdejo, un símbolo de futuro orgulloso de su identidad que aúna cooperación, tradición y modernidad.
Bodega Cuatro Rayas revela la versatilidad y el potencial de guarda del Verdejo
Esta bodega ha demostrado que el vino puede ser, además de un placer gastronómico, una herramienta de desarrollo rural gracias a la verdejo, un símbolo de futuro orgulloso de su identidad que aúna cooperación, tradición y modernidad.
Un proyecto de:
“El vino es el medio para conseguir nuestro objetivo, pero nuestro objetivo son las personas”, sentencia Vicente Orihuela, director gerente de Bodega Cuatro Rayas. Y es que esta cooperativa, que en 2025 ha cumplido 90 años de historia, ha construido una identidad colectiva y un motor de desarrollo para decenas de pueblos que han encontrado en los viñedos una forma de vida. Una historia que comenzó en 1935, cuando la población elaboraba su propio vino en casa y Fermín Bedoya, médico en el pueblo La Seca, tuvo la idea de unir fuerzas entre todos los vecinos para venderlo juntos. Así surgió Bodega Cooperativa de La Seca. Desde entonces, en el corazón de Castilla y León, tres generaciones de viticultores han trabajado unidos bajo un modelo cooperativo que asegura la viabilidad de más de 2.500 hectáreas de viñedo en los términos municipales de 30 pueblos de Valladolid y Segovia.
La cooperativa trabaja en 2.500 hectáreas de viñedo.
En la actualidad, Bodega Cuatro Rayas es una de las más prestigiosas por sus verdejos, aunque además de diversas parcelas de esta variedad autóctona con diferentes edades y suelos plantadas en espaldera para favorecer la vendimia nocturna mecanizada, también cuenta con una parte de viñedos centenarios plantados en ‘vaso’ o ‘pie bajo’, e incluso algunos prefiloxéricos (anteriores a la plaga de la filoxera que ocurrió a finales del siglo XIX). Con el fruto de todos ellos elabora diferentes vinos tanto monovarietales como coupage de Sauvignon Blanc, Tempranillo, Viura y Palomino Fino. De esta última variedad, de la que actualmente no está permitido plantar nuevas cepas en la DO Rueda, Bodega Cuatro Rayas conserva algunos viñedos con los que obtiene la joya de la corona: 61 Dorado en Rama,un vino generoso que ha sido madurado durante un año en depósito de hormigón para después criarse en botas históricas. Este tipo de vinos, ya en la época de los Reyes Católicos, eran conocidos como la elaboración más característica de la zona.
Hasta 19 millones de botellas de vino al año llegan a consumidores de España y de hasta cuarenta países en el mercado exterior.
Además del vino generoso, Bodega Cuatro Rayas cuenta con un patrimonio vitícola único que da lugar a un portafolio diverso de vinos blancos de alta calidad que ha situado a la bodega en más de 60 países.
Microvinificaciones: el verdejo más exclusivo
Bodega Cuatro Rayas vende hasta 19 millones de botellas de vino al año que corresponden a los 30 tipos diferentes de productos, desde elaboraciones con verdejo hasta otras variedades de vino de uva blanca, vinos tintos, generosos, vermouth, vino sin alcohol o incluso cerveza artesana, que llegan a consumidores de toda España y de hasta cuarenta países en el mercado exterior. Entre sus elaboraciones, una de las especialidades de la bodega, nos encontramos Cuatro Rayas Vendimia Nocturna Verdejo 2024, una variedad para una elaboración con perfil comercial, fácil de beber, que tiene un coste inferior ya que la vendimia se hace de forma mecanizada en viñedos que tienen aproximadamente 30 años.
Las microvinificaciones de Bodega Cuatro Rayas demuestran que el verdejo posee un potencial de guarda y una versatilidad sorprendentes.
Pero Bodega Cuatro Rayas nos demuestra a través de sus microvinificaciones que, con la uva autóctona de DO Rueda, se pueden elaborar vinos muy versátiles y abrir un nuevo horizonte dentro de esta variedad. Se trata de elaboraciones muy limitadas, nacidas de pagos viejos y seleccionados, procesadas con técnicas de mínima intervención y destinadas a demostrar que el verdejo posee un potencial de guarda y una versatilidad sorprendentes.
Entre ellas sobresale Amador Diez Verdejo Cuvée 2020 - Gran Vino de Rueda, el vino más exclusivo de la bodega, procedente de viñedos centenarios prefiloxéricos. Fermentado en barricas de roble francés y criado sobre lías, con un perfil pensado tanto para el consumo presente como para el envejecimiento en botella. El embotellado y etiquetado se realizan a mano y como curiosidad, cada etiqueta está hecha sobre madera natural, por lo que cada una de ellas es diferente con unas vetas de madera que hacen que cada botella sea única. Unido a que solo se embotellaron unas 2.600 unidades, lo convierte en un vino exclusivo.
Roberto L. Tello, enólogo y brand ambassador en Bodega Cuatro Rayas.
Otro ejemplo es Cuatro Rayas Longverdejo 2022 - Gran Vino de Rueda, fruto de un proyecto de investigación en colaboración con la Universidad de León para conocer la capacidad de guarda de la uva verdejo. Para ello, hicieron estudios de planta y suelo para optimizar el tiempo de guarda y también llevaron a cabo un estudio arqueoenológico que permitió recuperar levaduras ancestrales de bodegas subterráneas para aportar mayor complejidad y longevidad al verdejo. Su vinificación combina depósitos de acero, huevos de hormigón y barricas, dando lugar a un coupage único. Está orientado de forma especial a la alta gastronomía, aunque también se encuentra a la venta en determinados establecimientos. La producción de 2022 alcanzó las 13.000 botellas.
A su lado, Cuarenta Vendimias Cuvée 2020 - Gran Vino de Rueda reivindica la capacidad del verdejo para evolucionar en botella, con crianza sobre lías y paso por barrica, rompiendo el mito de que este vino solo debe beberse en el año. Y propuestas como Pisuerga Verdejo 2021 o incluso Pisuerga Tinto 2023 muestran la audacia de reinterpretar la variedad verdejo fuera de los cánones habituales. Ambos bajo la IGP Vino de la Tierra de Castilla y León, llevan en su etiqueta elementos que ilustran el carácter contracorriente que comparten la marca y el río que le da nombre: el varietal blanco presenta el dibujo de una escafandra en homenaje al primer traje de buzo que se probó en el Pisuerga mientras que el tinto incluye en su diseño la imagen del Puente Colgante de Valladolid que, pese a su nombre, no cuelga.
Elena M. Oyagüe, enóloga y directora técnica en Bodega Cuatro Rayas.
En conjunto, estas microvinificaciones son vinos de pequeña producción, pero de gran impacto.
Verdejo, motor del territorio
Sin duda, uno de los grandes logros de la cooperativa ha sido convertir el vino en el motor económico de este entorno rural. Según un estudio de la Cámara de Comercio de Valladolid de 2023, la actividad de Bodega Cuatro Rayas genera un impacto económico cercano a los 33,3 millones de euros en la zona. En lo relativo al empleo, el informe revela que se generan 634 puestos de trabajo, de los cuales 90 son de la propia bodega, 293 dependen de los socios de la cooperativa y 251 son indirectos, lo que repercute positivamente en 30 municipios de Valladolid. Bodega Cuatro Rayas tiene el compromiso de generar trabajo en esta zona rural, así como de promover acciones de Responsabilidad Social que permitan mejorar la calidad de vida de sus socios, empleados y también de los habitantes de las tierras donde tiene lugar su actividad.
Botas históricas en la sala de crianza de vinos dorados de Bodega Cuatro Rayas.
Pero el compromiso de Cuatro Rayas no se limita al viñedo o a la bodega. Desde 2019, su emblema “green & social” resume una filosofía que entiende que la sostenibilidad del medio natural y el bienestar de las personas son inseparables. Fruto de este compromiso nace un vino bajo el mismo nombre, de recogida mecanizada y de características similares a Cuatro Rayas Vendimia Nocturna, pero con certificado ecológico. Este vino representa la sostenibilidad, es vegano, su etiqueta viene en braille y tiene un precio muy competitivo.
Esto ha convertido a la cooperativa en la primera en Castilla y León en calcular la huella de carbono de uno de sus vinos, ha implantado energías renovables con casi mil paneles solares y ha reducido el peso del vidrio y los embalajes. A ello se suman certificaciones como la ISO 14001 o el sello Sustainable Wineries for Climate Protection, que avalan su gestión ambiental. En paralelo, la bodega impulsa planes de igualdad, formación continua para sus trabajadores y apoyo a la vida cultural y deportiva de la región.
Todo ello hace que Bodega Cuatro Rayas sea una palanca de desarrollo. Y es que en cada elaboración de esta bodega se transmite un mensaje: el verdejo es más que un vino, es la historia de un territorio que ha sabido transformar su uva autóctona en un vector de innovación, sostenibilidad y calidad de vida.
Instalaciones originales de la cooperativa Bodega Cuatro Rayas, que este año celebra su 90 aniversario.