La gerente de la asociación de agroturismos y casas rurales de Euskadi (Nekatur) explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA la previsión para este verano entre sus establecimientos asociados.

Según los datos del Instituto vasco de Estadística (Eustat), las entradas en los alojamientos rurales han crecido un 16,5% en Euskadi en junio, con respecto al mismo mes del año anterior. ¿Desde Nekatur también se aprecia esta subida?

–Sí, los datos en junio sí que han sido positivos ya que coincide, tanto en Euskadi como en Álava, con ese aumento de reservas que hemos tenido.

¿Y qué tal va el verano?

–En cuanto a los datos de julio, en Euskadi tenemos datos similares a los del año pasado, que fueron muy buenos. En el caso concreto de Álava, los datos fueron impresionantes y este año no vamos a llegar a esos datos que fueron históricos, es decir, en estos momentos estamos con una ocupación del 47%, superando el 45% que tuvimos en 2019 en julio, pero no llegamos al 58% que tuvimos en 2022.

Pero en líneas generales, 2023 está siendo un año bueno para los alojamientos turísticos.

–Sí, hasta el momento, está siendo un año bueno en cuanto a reservas.

¿Qué es lo que hizo que en 2022 se alcanzaran esas cifras históricas de reservas en Álava?

–El efecto del covid. Hay que tener en cuenta que veníamos de 2021, un año con ciertas limitaciones, según en qué meses del año, y en 2022 se mantuvo esa tendencia de la pandemia de querer estar en sitios abiertos, en contacto con la naturaleza y en espacios en los que no hubiera mucha aglomeración de personas. En el caso de Álava, concretamente, los datos fueron de crecimiento constantes. Ya empezaron en 2021 y se confirmó en 2022, que fueron históricos. Por lo tanto, ya veíamos que en 2023 iba a ser complicado volver a esos datos, pero, en cualquier caso, son positivos porque ya superamos también las reservas de 2019. Seguimos con esa tendencia ascendente de antes del covid en los alojamientos de Álava.

¿Y agosto cómo se presenta?

–En estos momentos, en Euskadi hablamos de una ocupación del 67% y en Álava de un 53%. Es difícil hacer previsiones, pero hay que tener en cuenta que la dinámica de reservas ahora mismo es bastante importante. Además, cada vez es más habitual hacer reservas a última hora. Nuestra previsión es poder llegar a los datos de 2022.

¿De dónde vienen esos clientes?

–Sobre todo, de Madrid y de Cataluña y en el tercer puesto tenemos a los franceses. En el cuarto a los vascos y luego, a los que proceden de Andalucía, Comunidad Valenciana y este verano estamos viendo a los que llegan de Murcia y Aragón. En cuanto a los de origen extranjero, también vienen de Bélgica y Reino Unido.

¿Está influyendo el hecho de que Euskadi no esté sufriendo las olas de calor para animar más las reservas de alojamientos rurales?

–La verdad es que en parte estamos viendo que hay un tipo de procedencia que está aumentando por la ola de calor que están sufriendo. Por ejemplo, los andaluces, que son los quintos que más vienen, los valencianos (sextos) y Murcia y Aragón que también vienen atraídos por las temperaturas suaves que tenemos aquí. Como detalle, muchas de las reservas, cuando nos llaman por teléfono, lo que comunican es que directamente lo que quieren es poder dormir porque allí por la noche están sufriendo temperaturas altas, y por eso quieren venir aquí, al fresquillo.

¿Y qué son: familias o grupos de amigos?

–Sobre todo, familias. Estamos hablando de matrimonios con niños y parejas, pero también tenemos reservas de grupos de amigos. En estos casos, suelen preferir el alquiler íntegro del alojamiento para estar en familia o entre amigos.

¿Cuáles son las zonas de Álava que más se demandan?

–Por ejemplo, según las reservas que hemos tenido en julio, destacan los de los alrededores de Vitoria-Gasteiz y por otro lado, Gorbeia, Llanada Alavesa y Ayala.

¿Cuánto tiempo se quedan de media?

–La estancia media es diferente en función de la procedencia. Si estamos hablando de un cliente extranjero, la media es de 6-7 noches y si es de uno nacional, hablamos de una media de 4-5 noches.