El PNV ha vuelto a vencer en Gipuzkoa por quinta elección consecutiva, más allá de todos los condicionantes que suponía la cita electoral marcada por la crisis del coronavirus, que ha supuesto una caída de casi cinco puntos en la participación, del 59,3% de 2016 al 54,63%. Con 10 escaños y casi 108.000 votos al 99% escrutado, la lista liderada por la presidenta del Parlamento en funciones, Bakartxo Tejeria, se ha impuesto a EH Bildu, cuya candidata a lehendakari, Maddalen Iriarte, era la única aspirante a Lehendakaritza que concurría por Gipuzkoa. No obstante, la coalición soberanista incrementa su masa electoral, 103.000, y obtiene con nueve un representante más en Gasteiz. El PSE, socio de gobierno en Gasteiz y también en la Diputación guipuzcoana y Donostia, recupera la tercera plaza aunque sin crecer en escaños (tres), mientras que Elkarrekin Podemos-IU pierde uno de sus tres asientos y cae a la cuarta plaza, con un escaño más que el PP.

Con las elecciones de este domingo, el PNV aventaja por undécima ocasión consecutiva a la coalición soberanista, que concurre unida desde 2011 en una fórmula similar a la actual. Así, el PNV mantiene la línea que confirmó en las forales de 2015, cuando regresó al Palacio Foral tras cuatro años de Bildu y logró alcaldías de municipios como Donostia, Arrasate, Zarautz y Tolosa. Salvo las generales de 2015 y 2016, donde en Gipuzkoa se impuso Podemos, en estas once citas electorales ha ganado también la sigla jeltzale. Fuerte en ciudades como Donostia, Irun o Zarautz, en ellos cosecha una parte significativa de los resultados finales.

EH Bildu por momentos del escrutinio ha estado muy cerca del PNV, a apenas 2.000 votos y con empate en escaños. Esto ha venido motivado por el incremento en número de votos pese a la caída de la participación (de 98.600 pasa a casi 104.000), por el liderazgo recuperado en municipios donde históricamente la izquierda soberanista ha sido fuerte (ha vencido en Arrasate y Tolosa, donde gobierna el PNV) y por el avance en otras localidades como Donostia, Irun y Errenteria, las urbes más pobladas de Gipuzkoa.

Es precisamente Errenteria una de las villas donde más cae Elkarrekin Podemos-IU, que concurría como tercera fuerza en 2016. Con una caída a más de la mitad de los votos (de casi 50.000 a apenas sobrepasar los 20.000), la coalición morada consigue amarrar dos escaños, que en buena parte de la noche lo tenía perdido ante EH Bildu.

Quien se beneficia de este retroceso es el PSE, que pese a mantenerse en una cifra similar en número de votos (en torno a los 40.000), crece en un punto en porcentaje de voto y guarda sus tres representantes en Gasteiz. No obstante, no protagoniza avance del voto ni en Donostia, ni en Irun (donde ha vuelto a ganar con claridad el PNV), ni en Errenteria, ni en Lasarte-Oria, ni en Andoain ni en Zumarraga, los principales feudos socialistas en Gipuzkoa.

Por último, la suma del PP con Ciudadanos tampoco funciona en un territorio en el que la formación popular ha sido laminada por la dirección central de Génova, que ha impuesto un cambio de rumbo que no da resultados en suelo guipuzcoano. Así, a duras penas llegan a los 15.000 votos, la mitad que en 2016, se quedan por debajo del 5% de los votos (frente al 9% de hace cuatro años) y se dejan uno de los dos asientos.

Por municipios, la atención estaba enfocada en villas como Ordizia, más que por el resultado por la movilización y la abstención, que ha crecido en toda la CAV. Más allá de las decenas de ciudadanos que en principio debían guardar el confinamiento y, por lo tanto, no podían votar, la participación en Ordizia ha continuado a la baja, aunque de manera mucho más acusada que entre 2012 y 2016. Así, el número de votantes que se han acercado a la urna cae del 65% al 56%.

Con victorias de ambas fuerzas abertzales en 2016 (el PNV, por 107 votos) y en 2012 (EH Bildu, 124), en esta ocasión ha sido la coalición soberanista la que ha vencido con claridad: 479 votos a favor. En otros municipios en los que se han localizado posibles afecciones de este foco de la calle Etxezarreta o incluso posibles nuevos brotes, como Beasain, Tolosa y Eskoriatza, ha habido resultados dispares: mientras que en la capital del Goierri el PNV ha aventajado a EH Bildu en más de 500 votos (hace cuatro años rondó el millar), en Eskoriatza la victoria jeltzale ha sido más ajustada (apenas 28 votos frente a los 120 de 2016), y en Tolosa ha vencido EH Bildu.