Los resultados de las elecciones autonómicas han arrojado un triunfo contundente de los jeltzales, incluso en un momento en el que su gestión se ha puesto a prueba con claridad y se ha visto sometida a un auténtico test de estrés en mitad de esta pandemia del coronavirus y tras el derrumbe del vertedero de Zaldibar.

El PNV ha ganado las elecciones autonómicas en los tres territorios de la comunidad, en las tres capitales, y ha superado los 28 escaños obtenidos en 2016. Ha escalado hasta los 31, uno más por cada territorio, lo que supone cumplir el objetivo que se había fijado en campaña y lo sitúa en puertas de los 32 de Carlos Garaikoetxea tras las inundaciones de 1983.

El candidato a la reelección como lehendakari, Iñigo Urkullu, roza el 40% de los votos (39,12% y 349.429 papeletas), y demuestra que su campaña basada en la seguridad y la gestión en tiempos de pandemia e incertidumbre económica ha despertado la confianza de buena parte del electorado.