La Inteligencia Artificial (IA) es esencial como herramienta capaz de aprender y analizar con rapidez grandes cantidades de información de los historiales de pacientes, de las pruebas de imagen y de los avances científicos con el objetivo de ayudar a los especialistas a ofrecer unos diagnósticos y tratamientos óptimos. La aplicación de la IA en el ámbito sanitario todavía se encuentra en sus fases iniciales, según los expertos en medicina. Sin embargo, está creciendo exponencialmente.

La sanidad es uno de los campos donde más favorable y aplicable puede ser esta disciplina. En especial, por la cantidad de información recogida a lo largo de la vida de un gran volumen de población con perfiles muy diferentes.

La IA es capaz de describir e interpretar los datos, aprender de ellos y aplicar algoritmos para dar soluciones. Esto significa que se podría reconocer al paciente, revisar su historial, compararlo y dar unas pautas al profesional médico. Por lo tanto, los médicos deben saber cómo funciona la IA para hacer una lectura crítica de su aportación.

De esta manera, se consiguen sistemas de detección precoz de enfermedades o de seguimiento de un tratamiento en tiempo real. Son sistemas eficaces de medicina personalizada que pueden mejorar la atención al paciente, sobre todo en una situación complicada como la actual de la covid-19.

La Inteligencia Artificial enseña a las máquinas a pensar para que sean capaces de analizar millones de datos que están conectados entre sí

Sin embargo, la implementación de estas herramientas también debe garantizar a los pacientes que se respeta su confidencialidad y privacidad de sus datos. Permiten un aprendizaje a medida en base a los diferentes perfiles de la población, pero su confidencialidad es actualmente la principal barrera ante la oportunidad de aprender de otros e impide avanzar y evolucionar en este ámbito.

La pandemia del covid-19 ha demostrado la importancia de un sistema sanitario fuerte con recursos y medios técnicos para atender a la población. La crisis sanitaria actual está aumentando los problemas de listas de espera, ralentizando pruebas, haciendo más difícil la situación de pacientes crónicos y disminuyendo las visitas a los centros de salud y a los hospitales por casos que no estén relacionados con el coronavirus.

Para gestionar de una manera más eficaz la situación sanitaria actual, se deben buscar otras alternativas y soluciones para poder ayudar a detectar enfermedades y patologías de una manera precoz.

Formación

Ya se están poniendo en marcha proyectos. Formar a profesionales y gestores sanitarios en Big Data e Inteligencia Artificial aplicada al sector de la salud es el objetivo de un acuerdo de colaboración que pondrá en marcha un programa formativo dirigido a profesionales en activo de la sanidad para implementar las oportunidades de la IA en la transformación de este sector.

Merck, IBM y Tecnun han firmado el mencionado convenio de colaboración cuyo objetivo es el lanzamiento del programa formativo Smart Health relativo a la Transformación Digital que la inclusión de tecnologías como el Big Data y la Inteligencia Artificial suponen en el sector Biomédico. El objetivo es formar digitalmente a los profesionales y gestores sanitarios en activo para adaptarse y aplicar los beneficios que ofrecen la IA y el Big Data para transformar y mejorar la asistencia sanitaria.

El uso de tecnología 5G también permitirá progresar en la telemedicina y los especialistas podrán explorar a distancia a los pacientes

Por otro lado, la utilización de la tecnología 5G, también permitirá progresar en la telemedicina y los especialistas podrán explorar a distancia a los pacientes, aunque estén en otro lugar y guiar al robot y al usuario. Esta nueva tecnología sanitaria podrá automatizar procesos, mejorar la productividad y aumentar la seguridad de las exploraciones. Todo ello conseguirá disminuir tiempos de espera entre pruebas y resultados, el número de pruebas y los desplazamientos.

Con estas nuevas tecnologías, se evalúa de una manera más constante la dolencia y ayudan a tratar una deformidad de forma precoz. Además, si se deja avanzar, el paciente corre el riesgo de tener que pasar por una operación, con los riesgos y molestias que conlleva.