La economía vasca se encuentra en recesión tras encadenar dos trimestres seguidos de caída de su Producto Interior Bruto (PIB) al confirmarse un retroceso interanual del 19,5 % entre abril y junio como consecuencia de la crisis provocada por la pandemia de la covid-19.

Esta mala evolución de la actividad económica también ha tenido su reflejo en el empleo, que en el primer trimestre cayó un 2,8 % y en el segundo un 17,2 %, según los datos definitivos sobre las cuentas trimestrales que ha difundido este jueves el Instituto Vasco de Estadística (Eustat).

Estos malos datos obligarán al Gobierno Vasco a revisar las previsiones que hizo a principios de junio en las que contemplaba una bajada del PIB para todo este ejercicio del 8,7 % y del 7 % en el empleo.

El 24 de julio el Eustat publicó un avance de las cuentas del segundo trimestre y apuntaba a un descenso del PIB del 20,1 % y del empleo del 19,8 %. Estos índices han mejorado ligeramente en el informe definitivo hecho público hoy y atenúan un poco la contracción de la actividad económica y del empleo que se estimaba.

En el primer trimestre de este año el PIB decreció un 3,2 % en relación al mismo período de 2019, pero el descenso se ha disparado en el segundo trimestre, que coincidió fundamentalmente con el estado de alarma que entró en vigor el 15 de marzo y que estuvo vigente hasta el 21 de junio y que ha tenido importantes repercusiones en la actividad economía a pesar de que el 14 de abril comenzó el proceso de desescalada.

En comparación con el trimestre anterior, en el segundo el PIB se contrajo un 16,4 % y el empleo un 14,3 %.

El retroceso interanual del PIB vasco es inferior al estimado para la economía española (- 22,1 %), aunque superior que el previsto para el conjunto de la Unión Europea (-13,9 %).

Por territorios, el PIB presentó una tasa de variación interanual del -20,2 % en Álava, del -19,5 % en Bizkaia y del -19,3 % en Gipuzkoa.

Por sectores, el descenso interanual se ha reflejado en todos a excepción de la rama de Administración pública, educación, sanidad y servicios sociales. La caída no fue muy acusada en el sector primario (-6,1 %).

En el segundo trimestre la actividad económica bajó principalmente en el sector de la Industria y Energía (-26,7 %), con un descenso del valor añadido aún mayor en la industria manufacturara (-27,8 %).

En la Construcción se contrajo un 17,9 % y en Servicios un 17,5 %. Dentro de este sector la rama de comercio, hostelería y transporte sufrió una caída de su valor añadido del 21,8 %.

Además, el gasto de consumo final de los hogares también acentuó su retroceso, del 20,3 % en comparación con el mismo trimestre del año anterior y del 15,9 % en relación a los tres meses anteriores.

En cuanto a la inversión se observa una disminución del 23 %, sobre todo por el retroceso en la destinada a bienes de equipo (-30,1 %).

Sobre el empleo, en el sector primario bajó un 3,3 %; en la industria un 20,1 %, en la construcción un 14,3 % y en Servicios un 16,8 %.