Las decisiones de compra que requieren un gran desembolso, como la vivienda o el coche no se producen de manera habitual en nuestra vida pero son decisiones financieras que deben de meditarse y sopesar los pros y los contras antes de optar un opción concreta.

En el caso de la compra de un automóvil, es una decisión que la tomamos varias veces a lo largo de nuestra vida y casi siempre nos acabamos preguntando si es mejor financiar la compra de nuestro próximo coche o pagarlo al contado, lo mismo se trate de uno nuevo o de segunda mano.

Pagar un coche al contado

Mucha gente tiene el dinero de la compra disponible en la cuenta y prefiere pagar el coche al contado de una sola vez en lugar de financiarlo mediante un préstamo personal, por ejemplo.

Una opción para la que, antes de iniciar el proceso de compra, se recomienda, por ejemplo, visitar los concesionarios más cercanos (para poder comparar los precios que cada uno ofrece y, si es posible, negociarlos) o mirar el calendario, ya que la época del año en la que acudamos a comprar el automóvil puede influir en su precio.

La OCU sostiene en base a sus análisis que siempre sale mejor comprar al contado. Según un estudio por la organización de consumidores, a pesar del descuento, al aplicar los intereses, las comisiones y el coste de los servicios adicionales vinculados el precio final del coche siempre será superior que pagarlo al contado.

Financiar el coche

Financiar el coche suele ser la opción más habitual para la gente que no dispone de la totalidad del precio del coche.

La financiación puede realizarse co con nuestro banco habitual o con otro nuevo. Las garantías que nos perdirán serán diferentes, pero con el actual escenario de tipos de interés muy bajos los préstamos son atractivos. Esosí, no dejes de comparar condiciones y tasas en varias entiades y calcular el más beneficioso para tí.

También es posible financiar el coche en el mismo concesionario, una opción que va ganando adeptos. Un proceso cuyo mayor beneficio para el comprador es la rapidez con la que se lleva a cabo en proceso, dado que se negocia la compra del coche a plazos directamente con la marca del vehículo. Además, estos también ofrecen descuentos en el precio del mismo. Una de las principales desventajas es que los concesionarios no suelen financiar la totalidad del precio final del coche y los intereses suelen ser más elevados.

Son muchos los que piensan que sale más caro financiar el coche, con respecto a su pago al contado, pero no siempre es así. Por ello es recomendable revisar las condiciones que ofrece el banco para financiar el coche y hacer lo propio con las condiciones incluidas en el plan de financiación del concesionario.

En ambos casos, sobre todo en el segundo, también es bueno comprobar cuáles son los conceptos adicionales que incluye el préstamo, es decir, si tiene comisión de apertura, de cancelación anticipada, si existen servicios adicionales (como seguros, por ejemplo).

Todo ello ayudará a saber cuál es la cuota a pagar y si, al multiplicarla por los meses que dure el periodo de amortización, la cantidad resultante supera lo que habría que abonar de pagarlo al contado, que suele ser en general menor.

Pese al descuento inicial que nos ofrecen los concesionarios los servicios adicionales y las cláusulas o letra pequeña pueden hacer que el coste se dispare.

Tras calcular el coste total del automóvil financiado, en la mayoría de de los casos estudiados por la OCU, sean coches nuevos o de segunda mano, resulta más barato comprar al contado que financiar. Y es que los intereses y comisiones de la operación superan con creces al descuento que hayan podido aplicar en un principio.