El rumbo está marcado, pero el sector de la automoción estima que no están al alcance ni el destino ni los plazos. Bruselas quiere que Europa deje de fabricar en 2035 coches de combustión. Una revolución para una industria con gran capacidad de tracción en Euskadi y muy ágil en el ámbito de la innovación. Sin embargo, con doce años por delante las empresas tienen serias dudas de que todo el ecosistema avance al mismo ritmo. Ese mensaje ha marcado esta mañana la inauguración de la cuarta fase del Automotive Intelligence Center, el polo de innovación de la automoción vasca.

El lehendakari Iñigo Urkullu ha recordado en el evento que comparte la preocupación de países como Francia o Alemania ante la decisión de la Unión Europea de prohibir la venta de coches dotados de motor de gasolina y diésel, lo que "no será nada sencillo", exigirá un gran esfuerzo" y necesitará tiempo.

Acompañado de las consejeras Idoia Mendia y Arantxa Tapia, y del diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, el lehendakari ha presidido la inauguración del nuevo edificio del centro de automoción AIC, enclavado en Amorebieta-Etxano. El edificio -de 10.000 metros cuadrados- acogerá actividades relacionadas con la digitalización, la conectividad y la electrificación, en el marco de las nuevas soluciones para la movilidad. Son las claves del sector de cara al futuro, pero el presente, las cadenas de producción actuales, tienen su propios ritmos.

En su intervención, Iñigo Urkullu ha asegurado que el sector de la automoción es “vital” para Euskadi y ha animado a las empresas del sector a seguir “emprendiendo, invirtiendo, innovando y generando oportunidades de empleo de calidad”, para que Euskadi siga manteniendo “su posición privilegiada”. En este punto ha recordado que la industria automovilística representa el 25% de PIB vasco, que la mitad de la industria de componentes a nivel estatal está compuesta por empresas vascas, y que tres empresas - Gestamp, CIE Automotive y Grupo Mondragón- se encuentran entre las 100 primeras del mundo. 

De cara al futuro, el lehendakari recordó que la industria de la automoción circula hacia el vehículo eléctrico y que Euskadi también se está adaptando a esa realidad, si bien –ha dicho- “necesitaremos tiempo”, ya tal y como se observa desde otros países como Francia o Alemania, este cambio “no será nada sencillo y exigirá un gran esfuerzo”.