El Gobierno Vasco presentó ayer en Gasteiz su Plan de Contingencia Energética, que aspira a contribuir a la reducción de los consumos, sobre todo de gas natural, en lo que queda de este año y el siguiente, un período en el que “muy probablemente” la crisis “se acentuará”. Ante un “reto extraordinario” que requiere “medidas drásticas”, indicó la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, el documento plantea que “una parte importante” de la reducción del consumo de gas “debería afectar al sector industrial”. Por ello, Lakua se ha fijado el propósito de impulsar un incremento “masivo” del autoconsumo de energías renovables en la industria y de establecer un mecanismo de interrumpibilidad, una medida que pedirá al Ejecutivo central al ser una cuestión de competencia estatal. Asimismo, el Plan recoge líneas de ayudas dirigidas a las empresas y acciones de “mucha sensibilización” encaminadas a la sociedad.

El documento se alinea con las directrices expresadas por la Unión Europea para atajar la dependencia del gas ruso y generar un porcentaje de ahorro del 15% en cada país, si bien en el caso de España queda limitado al 7%. Aunque Euskadi, subrayó la consejera, “está menos expuesta” a los efectos directos de la crisis al contar con “buenas infraestructuras de suministro energético”, no se libra de las consecuencias de la situación global, lo que hace necesario que “este verano tengamos que adelantarnos al invierno”. El Plan de Contingencia se remitirá al resto de instituciones, incluidos los ministerio de Transición Ecológica e Industria, así como al sector industrial, para recabar sus aportaciones hasta el 25 de agosto.

“Si se quiere alcanzar el objetivo planteado, y teniendo en cuenta la estructura de la demanda de gas en Euskadi, una parte importante de la reducción del consumo de gas natural debería afectar al sector industrial”, proclama el Plan, objetivos para los cuales se presenta fundamental “la puesta en marcha de proyectos transformadores” en materia de energías renovables, centrados especialmente en los apartados eólico, fotovoltaico y de hidrógeno.

Uno de los aspectos mencionados en el texto tiene que ver con el impulso de la energía fotovoltaica en las propias industrias, de manera que “todos los tejados que puedan soportar” estas instalaciones las coloquen. Con el fin de lograr los objetivos de ahorro, en el borrador se recuerdan los principales programas de ayudas existentes en materia de eficiencia y reducción del consumo de energía, subvenciones que, según destacó la consejera, serán “reforzadas” en caso de necesidad. Las medidas dirigidas a las empresas y que se recogen en el documento se dividen entre las que son de competencia autonómica y las que dependen de la Administración central. En el caso de las primeras, el Gobierno vasco apuesta por “acelerar inversiones en eficiencia energética e impulsar un incremento masivo del autoconsumo renovable en la industria”. Además, se incluye el acuerdo de medidas tributarias entre Gobierno vasco y diputaciones para paliar los efectos de la inflación, y que consistirá en un esfuerzo fiscal de 250 millones de euros.

INTERRUPCIÓN DEL SUMINISTRO

En el caso de las medidas de competencia estatal, el Gobierno Vasco propone un mecanismo de interrumpibilidad. Esto consiste en que, en caso de que exista un riesgo que altere el suministro ordinario de energía, el operador del sistema pueda requerir a la industria afectada que reduzca la potencia para mantener el equilibrio entre generación y demanda y garantizar que al resto de los consumidores no les falte electricidad en momentos puntuales de alta demanda. A cambio, la empresa percibe una retribución económica. El Gobierno Vasco plantea esta medida “como mecanismo de gestión en una eventual situación de riesgo de suministro”. Preguntada por la posibilidad de aprobar incentivos fiscales para aquellas empresas que acometan mejoras de eficiencia, la consejera recordó que esta materia es competencia de las diputaciones, aunque reconoció que el Gobierno vasco está “abierto a esa opción”. Asimismo, apuesta por la cogeneración energética, que considera “una tecnología a considerar”, y por establecer incentivos positivos para la industria que ajuste su consumo a la baja. “En estos momentos podría ser un elemento muy relevante en la gestión de una situación eventual de necesidad de reducir suministros en algunos momentos o tratar de distribuir mejor esos suministros de gas”, señaló Tapia.

SENSIBILIZACIÓN

El cambio de hábitos no se limita únicamente al ámbito empresarial, sino que se busca extenderlo también a todos los estratos sociales. En este sentido, se promoverán campañas de sensibilización para fomentar una movilidad menos basada en el vehículo privado y el ahorro del consumo de energía en los hogares. Además, se impulsarán las aplicaciones de autoconsumo. Para la consejera, es necesario llevar adelante un proceso de sensibilización generalizado porque “todos los gestos tienen su impacto”. “Hace falta un futuro para Euskadi más eficiente y menos dependiente energéticamente. La apuesta por la generación de energías alternativas y la puesta en marcha de proyectos transformadores que impliquen al tejido industrial y a la red de ciencia y tecnología, con políticas de I+D focalizadas en el ámbito de la energía, adquieren mayor sentido que nunca”, indicó Tapia. l

EN DATOS

Estrategia

Ahorro y eficiencia. El Plan de Contingencia Energética del Gobierno vasco se enviará a todas las administraciones, incluidos los ministerios de Transición Ecológica e Industria, así como al sector industrial, para que remitan sus sugerencias.

Industria

Descenso del consumo. El documento busca que la mayor parte de la reducción del consumo de energía provenga, en un primer término, de la industria, aunque se hará incidencia en la necesidad de extender la cultura del ahorro a toda la sociedad.