- La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, señaló ayer que, a la hora de abordar la semana laboral de cuatro días, es necesario “huir de generalizaciones” en lo referente al ámbito de la productividad y las condiciones de trabajo, por lo que aboga por atender a las “circunstancias específicas de cada empresa o sector”.

En los últimos días, la CEOE y los sindicatos UGT y CCOO han mostrado públicamente sus discrepancias acerca de la puesta en marcha de la semana laboral de cuatro días. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, consideró el viernes en Murcia que la postura a favor de esta iniciativa no es más que un “debate para ganar elecciones” y apostó por mantener la semana de cinco días. Más tarde, en Valencia, los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, respectivamente, valoraron la opinión de la patronal como “retrógrada” y defendieron la necesidad de reducir la jornada de trabajo.

“Tenemos que huir de generalizaciones y, más bien, atender a cuáles son las circunstancias específicas de cada empresa o de cada sector”, zanjó ayer Calviño. A pesar de las tensiones con la mayoría parlamentaria que posibilitó el Gobierno de coalición, Calviño auguró que, “por supuesto”, el Ejecutivo agotará la legislatura. De cara a las elecciones generales de noviembre de 2023, Calviño subrayó que el objetivo del PSOE es “ganar las elecciones” para seguir gobernando.