- El sector de la máquina herramienta estatal, en su mayoría ubicado en la CAV y de manera especial en Gipuzkoa, prevé facturar este año entre el 7% y el 10% más que en 2021, lo que significará superar los duros efectos generados por la pandemia de coronavirus. Las expectativas se basan en la buena evolución de la cartera de pedidos, que ya el pasado año creció casi 70 puntos porcentuales y mantiene su tono positivo en el primer cuatrimestre del presente 2022.

El presidente de AFM Clúster, César Garbalena, y su director general, Xabier Ortueta, ofrecieron ayer el balance de 2021 del sector y avanzaron las perspectivas para el presente ejercicio con motivo de la asamblea general anual que el clúster celebrará mañana, viernes, en Donostia. El cierre del ejercicio fue positivo, a juzgar por las palabras de Garbalena, que lo calificó como “el año de recuperación de las cifras de facturación y, en especial, de intensa captación de pedidos”, aunque también advirtió de que estas empresas encuentran problemas en la rentabilidad.

Durante el pasado año, las organizaciones asociadas a AFM Clúster facturaron 1.571,2 millones de euros, lo que representa incrementar en un 18,86% la cifra registrada un año antes. Este fuerte crecimiento se debió sobre todo a las máquinas de arranque que, con unas ventas de 682 millones, aumentaron 21,9 puntos porcentuales respecto al año anterior. Los responsables del clúster incidieron en el fuerte ascenso de la actividad de fresado, donde “nuestros fabricantes han sido líderes mundiales”.

Los avances también se registraron en otros segmentos de la máquina herramienta como los componentes, las herramientas y otras máquinas. En este sentido, destaca el alza del 49,4% de los servicios, aunque no tengan un peso similar a los segmentos del arranque y el deformado.

Precisamente este último es el único en presentar signo negativo porque en 2021 facturó 296 millones de euros, un 4,86% por debajo del año anterior y encadena así cinco años que AFM Clúster calificó de “muy difíciles”, aunque constató que “las entradas de pedidos mejoran las expectativas”. Los nuevos encargos son el motivo principal que arguye el clúster para afirmar que este ejercicio será el de la superación definitiva de la crisis provocada por la pandemia.

Xabier Ortueta indicó que el pasado año la cartera subió un significativo 69% respecto a 2020, pero también fue superior en un 30% a la que se alcanzó en 2019. De nuevo, fue el segmento del arranque quien tiró de la máquina herramienta al llegar a captar un 71% más de pedidos y marcar así cifras solo superadas en 2007. El subsegmento del fresado fue el alumno aventajado al crecer sus pedidos 82 puntos porcentuales.

La deformación por su parte emprendió su camino de recuperación con una cartera un 64% superior a la del año anterior y un 7% por encima de la lograda en 2019. Garbalena y Ortueta apuntaron que este importante crecimiento no obsta para que esta actividad tenga aún “un amplio margen de mejora” de tal modo que recupere todo lo perdido en el último lustro. A pesar de estos buenos ritmos de captación de nuevos encargos, César Garbalena incidió en que sobre ellos sobrevuela el problema de la rentabilidad. Dificultades que se intensificaron en el segundo trimestre de 2021 y que, en mayor o menor medida, se mantienen este ejercicio tienen un impacto negativo en los márgenes de beneficios de las empresas.

El presidente de AFM Clúster añadió que factores como la falta y carestía de componentes y materiales, los precios de los fletes, las dificultades de acceso a algunos mercados, especialmente a China, o el encarecimiento de la energía, unido a la alta tasa de inflación “están impactando fuertemente en los costes”. l