Euskadi dará otro salto en I+D este año para acercarse a los líderes europeos

Lo hará en concreto en un 5%, hasta superar los 1.630 millones de euros. Y la clave, explicó, hay que buscarla en el cambio que se ha producido en los responsables de I+D de las empresas. El presidente de Innobasque aseguró que los líderes en innovación de las compañías “están viviendo un auténtico estado de necesidad de innovar sorprendidos por el nivel de disrupción” que han provocado las transiciones sociosanitarias, medioambiental y digital.

Son precisamente los ejes de la política económica del Gobierno Vasco, alimentados por los recursos públicos propios, por los fondos que llegan de Europa y, sobre todo, por los fondos asignados a tal efecto por las propias empresas.

Como hizo la consejera vasca de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, la semana pasada, Salaberria destacó el impacto en el tejido productivo vasco del programa Horizon 2020 de la UE, un canal habitual de financiación de la I+D de las empresas de Euskadi. Más ágil que los fondos Next Generation, que siguen sin fluir de forma intensa.

De hecho, la CAV es la novena de región europea de 240 en conseguir mayor volumen de fondos para financiar proyectos de innovación y desarrollo. Además, ha pasado del puesto 132 al 93 (de 240) en la clasificación que realiza la Comisión Europea en su Cuadro Europeo de Indicadores de Innovación, que califica a Euskadi como “región de alta innovación” y “polo de excelencia”, añadió.

En el ranking del Estado, la CAV es la comunidad más innovadora, pero con todo, el informe de Bruselas apunta “una debilidad significativa” relativa a la baja innovación en las pymes vascas. El 46 % de las pequeñas y medianas empresas no innovan porque no ven necesidad de hacerlo, lo que para Salaberria resulta “espeluznante”. Por ello, animó a esas compañías tomar como ejemplo el hub del hidrógeno, en el que la unión de pymes les ha permitido participar en proyectos internacionales.

En este entorno “tan cargado de futuro” reivindica, “más que nunca y más que nada, innovación para transformar, considerar la existencia de múltiples futuros, captar oportunidades y escoger dónde queremos ser protagonistas”. En ese camino hay palancas de crecimiento, entre ellas los Fondos Next Generation, que confían en que tengan un importante efecto tractor en la innovación y permita acercarse a los estándares de los países más innovadores de la UE. “Estamos en senda de mejora de los parámetros de inversión aunque queda un largo recorrido para equipararnos a las mejores regiones europeas”, indicó.

Al mismo tiempo resaltó la importancia de mantener esa tendencia de apuesta por la innovación para hacer frente a “la situación de crisis concatenadas en los últimos años que son profundas, globales y diferentes, y todas encuadradas en cuatro megatendencias” de la nueva geopolítica, los cambios demográficos como el envejecimiento y los movimientos migratorios, así como la apuesta hacia la sostenibilidad y la revolución tecnológica.

En ese escenario, reivindicó “el papel de la innovación para transicionar y transformar” las empresas y la sociedad para captar las nuevas oportunidades. A su entender, resulta “innegable que en Euskadi hay un ecosistema de innovación”, si bien abogó por seguir invirtiendo e impulsar el talento innovador desde las primeras etapas educativas como se hace en países nórdicos, para “dar músculo a ese ecosistema”. Una clave para seguir avanzando es, según Salaberria, “huir de optimismos compulsivos y de pesimismos destructivos que nos conducirían al desastre”, porque el cambio de tendencia en I+D del país no tiene marcha atrás. l

“Huyamos de optimismos compulsivos y de pesimismos destructivos que llevarían al desastre ”

Presidente de Innobasque