- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció ayer la próxima aprobación de un nuevo Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) sobre microchipsy semiconductores dotado con 11.000 millones de euros de inversión pública. La carencia de estos componentes y la alta dependencia de las importaciones del mercado asiático han provocado serios perjuicios y retrasos a toda la industria, en especial la automovilística.

“Los semiconductores son un elemento básico de todos los sectores energéticos y adquieren una importancia geoestratégica mundial en un contexto de transformación digital”, explicó ayer el líder del Ejecutivo, que defendió que España no va a perder la carrera de la tecnología más avanzada: “El Gobierno quiere que nuestro país se sitúe a la vanguardia del progreso industrial y tecnológico”, remarcó.

Este plan busca atraer importantes inversiones en la industria de los semiconductores y de las nuevas tecnologías relacionadas, que serán “clave” para alcanzar la autonomía estratégica ansiada a nivel europeo. El impulso de este nuevo Perte se enmarca en un contexto marcado por la guerra en Ucrania por la invasión de Rusia, que ha provocado un fuerte impacto en la oferta ante el peso exportador de estos países sobre determinadas materias primas. En este sentido, Sánchez explicó que ambos países son proveedoras fundamentales de argón y de neón, que se utilizan en la producción de los semiconductores.

Pese a esto, Sánchez señaló que este impacto de la guerra no desvía al Gobierno de su objetivo de modernizar el país, para lo que será “fundamental” la aceleración en el despliegue del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En los nueve meses transcurridos desde que se aprobó el Plan, se ha autorizado el gasto de 27.928 millones de euros de los ejercicios presupuestarios para los años 2021 y 2022.

Pese a que España venía registrando una recuperación “robusta” tras el impacto de la pandemia, Sánchez indicó que la invasión ha alterado el cuadro macroeconómico internacional y ya organismos e instituciones de todo el mundo han rebajado sus previsiones. Sánchez reconoció que la guerra está afectando a la estabilidad económica de la Unión Europea y admitió el “mal dato” de inflación adelantado de marzo (9,8%) en España, como consecuencia sobre todo del alza de precios de la energía y el encarecimiento de los alimentos no elaborados.

El Ejecutivo “está hecho para todas las estaciones, las duras y las amables, que llegarán”, y que “sirve para subir cuestas y para bajarlas, cuando lleguen, que seguro llegarán”, dijo Sánchez, que destacó la intención de su Gobierno de repartir los costes de la guerra y seguir con la recuperación.

Por ello, puso en valor la aprobación del Plan de Respuesta al impacto económico de la guerra en Ucrania, para el que el Gobierno contempla la movilización de 16.000 millones de euros con este plan, de los que 6.000 millones corresponden a ayudas directas y bajada de impuestos y otros 10.000 al impulso de una nueva línea ICO.

En el plan se incluyen algunas medidas en el plano energético, ya que según Sánchez el mercado de la energía a nivel europeo “no está funcionando ni resistiendo al estrés al que viene sometido de un tiempo a esta parte”.

En este sentido, y tras reconocer el Consejo Europeo a la península como isla energética, los gobiernos de España y Portugal han presentado una propuesta preliminar a la Comisión Europea que establece un precio de referencia para el gas de 30 euros el megavatio, frente a los 120 euros, por ejemplo, a los que cotizó ayer.

Sánchez espera que antes de que finalice el mes de abril España y Portugal tengan una respuesta por parte de las instituciones comunitarias que les permita alcanzar el fin de abaratar el precio de la electricidad. “Esta posible solución evidentemente no llevaría aparejado un aumento del déficit de la tarifa ni tampoco tendría un impacto sobre las cuentas públicas. El propio sistema lo absorbería y lo regularía”, recalcó el presidente del Gobierno.

Recuperación

Dentro del Plan de Recuperación, el Ejecutivo ha impulsado nueve proyectos estratégicos: el Perte para el desarrollo del vehículo eléctrico; para la salud de vanguardia; de energías renovables; el agroalimentario; el de nueva economía de la lengua; el de economía circular; el naval; el aeroespacial y el del agua.

Inversiones

El Gobierno calcula que se movilizarán un total de 56.000 millones de euros, de los que 19.000 provienen de los fondos europeos y el resto de la inversión privada. Además, el Gobierno contempla también la próxima aprobación del Perte sobre la economía social y los cuidados, además del de microchips.