- La Confederación de Cooperativas de Euskadi (Konfekoop) considera “urgente” activar políticas para controlar la inflación de los precios. Esta es una de las conclusiones del análisis que hizo ayer esta confederación de cara a la reunión convocada para hoy por la vicelehendakari segunda y consejera de Trabajo y Empleo del Gobierno Vasco, Idoia Mendia, con las diferentes familias de la economía social para abordar las consecuencias de la guerra de Ucrania.

El análisis que presentará Konfekoop en esta reunión concluye que la invasión por parte de Rusia, junto con la huelga del transporte, está afectando directa e indirectamente al tejido cooperativo vasco, “generando una situación preocupante”.

Alerta de este modo de que la “dependencia estructural” que Euskadi tiene en materia alimentaria y energética del exterior “está pasando factura en este momento”, y está poniendo en “serias dificultades a muchas empresas cooperativas, que ya sufrieron anteriormente las consecuencias de la pandemia”.

Konfekoop destacó que en la actual situación hay que “garantizar el derecho al trabajo” y buscar “soluciones concretas en sectores estratégicos y con gran peso en la economía vasca, y con especial repercusión en la ciudadanía”. En materia energética considera “indispensable” un cambio en el sistema de fijación de los precios de la electricidad y su regulación por parte del Gobierno, además de medidas anti-monopolio.

Además, defiende la creación de un fondo para empresas que están sufriendo un impacto directo por la guerra y medidas financieras para apoyar la financiación de circulante.

Los problemas de desabastecimiento de materias primas y componentes -ligada a la invasión de Ucrania, pero también a la huelga de transportistas- y la escalada de los precios están afectando al conjunto de la economía. Cada empresa está sufriendo a su ritmo el impacto y se da la circunstancia de que mientras la acería de ArcelorMittal en Sestao vuelve hoy al trabajo tras varios días de cierre, el fabricante ferroviario CAF paralizará a partir de hoy el grueso de su actividad ante la falta de suministros motivada por la huelga del transporte. El comité de empresa de CAF anunció ayer que impugnará por la vía judicial la decisión de parar la producción, porque considera que se trata de una medida “desproporcionada”.

En el caso de la antigua Acería Compacta de Bizkaia en Sestao, la actividad se reanuda tras dos semanas de parón, que se inició el 9 de marzo. De acuerdo al calendario de trabajo, la planta tenía que haber vuelto a producción, tras los cuatro días de descanso, el 13 de marzo pero el alza de los precios le llevó a no hacerlo. Por lo tanto, el último día de actividad fue el 8 de marzo y, tras evaluar la situación y constatar cierta “mejoría” en los precios, se volverá a la actividad hoy 23 de marzo.