“Estamos asistiendo a las extraordinarias dificultades que están atravesando las empresas como consecuencia del encarecimiento de la energía. Tengo que trasladar mi tremenda preocupación por la situación. Se está tardando en adoptar medidas, pero es urgente adoptar medidas que atajen esta situación, no se puede esperar más porque de la adopción de esas medidas depende el presente y quizás el futuro de muchas empresas”. La contundente advertencia la lanzaba ayer el diputado general de Álava, Ramiro González, en la inauguración del Foro de Logística Intermodal del País Vasco, Transmodal.
Una XIV edición que llegaba ya marcada precisamente por los cuellos de botella en el transporte mundial tras los confinamientos por la pandemia, las dificultades de suministros y los recientes efectos de la invasión rusa de Ucrania, que entre otros ha agravado la espiral alcista de la energía, y a los que desde este lunes se le sumaba la huelga de parte del sector de transporte por carretera. Una tormenta perfecta agravada ante la que ayer tanto el diputado general alavés como la consejera vasca de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, también presente en la apertura de la jornada, no dudaron en mostrar su máxima preocupación por el impacto que esta situación pueda tener a todos los niveles sobre la economía vasca y alavesa. No hay que olvidar, además, que precisamente Álava es un territorio con un fuerte peso logístico, “un valor imprescindible del territorio” como afirmaba ayer el presidente de la Cámara de Comercio de Álava, Gregorio Rojo, subrayando el decisivo eje que forman Arasur y su conexión con el Puerto de Bilbao, Foronda y la futura plataforma intermodal de Jundiz.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Ricardo Barkala, recordaba la sucesión de problemas que han ido afectando a las cadenas logísticas en los últimos años, desde el brexit a la guerra en Ucrania y la huelga en el transporte: “De pensar que teníamos una cadena logística muy importante y muy sólida, vemos que es altamente vulnerable”.
Esa necesidad de medidas urgentes que defendió Ramiro González la compartió a su vez Arantxa Tapia, antes de la reunión que mantuvo en la misma sede de la Cámara con el sector logístico y de transporte. “La industria vasca ya estaba soportando una situación compleja como consecuencia de la covid y ahora se le unen los problemas de la cadena de suministros derivados del conflicto. Como consecuencia del paro en el transporte ha llegado un motivo más de preocupación para todo nuestro tejido productivo, a todo, desde la cadena alimentaria a la industria electrointensiva”, manifestó Tapia.
La consejera reiteró la necesidad de reducir la dependencia energética y abogó por hacer “una apuesta fuerte para ser más eficientes energéticamente y apostar por las renovables”. “No podemos torpedear todo lo que aparece”, advirtió para añadir que “la única manera de ser más soberanos energéticamente es hacer lo que podamos también desde Euskadi”. Un mensaje que también apoyó el diputado general alavés, señalando que “está siendo injustificablemente difícil aumentar de forma significativa la producción de energía renovable en Euskadi”. “No hay futuro industrial para un territorio si no es capaz de mantener cierto nivel de independencia energética”, concluyó Ramiro González.