El Grupo IMQ va a internalizar sus servicios de limpieza a partir del 1 de enero en sus clínicas de Zorrotzaurre y Virgen Blanca de Bilbao. Según explica el igualatorio, el objetivo es "poder gestionar con personal propio un activo que considera esencial en la actividad hospitalaria, especialmente en un momento sanitario tan delicado como el que nos afecta por la pandemia".

Sin embargo, desde el sindicato ELA denuncian el despido de 84 trabajadoras "que han trabajado en IMQ más de 10, 20 o incluso 30 años". "Un personal en edad complicada para la reubicación, ya que se trata de un personal que en un 50% rebasa los 50 años y que tienen una media que supera los 20 años de antigüedad", señala. IMQ se defiende de esta acusación asegurando que ellos no están despidiendo a nadie porque no son empleadas del igualatorio.

En este sentido, IMQ explica que hasta ahora este servicio era prestado por una compañía especializada externa, Gizatzen S.A, con la que el grupo ha mantenido un contrato mercantil durante los últimos tres años. "Ante la insatisfacción con la gestión del servicio ofrecido por Gizatzen, IMQ denunció el contrato con esta compañía el pasado mes de septiembre y en noviembre comunicó a la empresa su decisión de internalizar la prestación", señala.

Como respuesta, ELA llamó el 10 de diciembre a las empleadas a parar y una semana después anunció que había denunciado al igualatorio en los tribunales por "vulnerar el derecho a la huelga" al haber comenzado a formar a las futuras sustitutas del servicio de limpieza de los centros de Zorrozaurre y Virgen Blanca de Bilbao "que están en huelga para defender sus puestos de trabajo".

La central sindical indicó entonces que el servicio de limpieza en el IMQ "lleva años reclamando mejoras en sus condiciones de trabajo" y que "su trayectoria reivindicativa les ha llevado a conseguir mejoras salariales a través de la negociación colectiva" y, en ocasiones, de los tribunales de justicia.

Este año, según apuntó, la plantilla "promovió la apertura de una negociación con el fin de acabar con la brecha salarial", e iniciaron en los meses de octubre y noviembre una serie de movilizaciones que culminaron con la convocatoria de una huelga indefinida el 23 de noviembre.

"Días más tarde, tras conocer la convocatoria de huelga, IMQ comunicó su decisión de internalizar el servicio dejando fuera a las 90 trabajadoras de las clínicas de Zorrozaurre y Virgen Blanca, y anunció su intención de contratar nuevo personal a partir de enero", denunció.

IMQ se defiende

Ante las acusaciones de ELA, el igualatorio insiste en que "IMQ no tiene relación laboral o contractual alguna con las trabajadoras de Gizatzen. "Aunque su centro de trabajo sean las clínicas de IMQ y sean nuestros centros los lugares escogidos para hacer visibles sus reivindicaciones y ejercitar su derecho de huelga, es Gizatzen quien ha tomado las decisiones contra las que se manifiestan y a quien deberían, en cualquier caso, dirigirse en sus reivindicaciones laborales", subraya.

Además, IMQ considera que el verdadero objetivo de la protesta es "presionar a nuestra compañía para que subrogue a las personas de Gizatzen, cuando lo que se prefiere y da mejor respuesta a nuestras necesidades, dentro de las alternativas jurídicas existentes, es crear empleo propio, al entender que un servicio esencial como la limpieza hospitalaria merece y requiere ser atendido bajo las directrices de las propias clínicas".