Los ERTE no pudieron evitar que la pandemia se llevara por delante 1.400 comercios en Euskadi en 2020. En concreto, el sector perdió ese año casi un 5% de sus negocios, según datos del INE, pasando de 30.706 empresas a 29.312 a cierre de ese año. La sangría, agravada por el imparable avance de internet, es incluso mayor que la sufrida por la hostelería y se ceba sobre todo con el pequeño comercio.

Los datos hechos públicos ayer recogen únicamente los efectos en el volumen de empresas del primer año de pandemia, en todo caso los más duros para los sectores expuestos al público debido a las restricciones de horarios, aforo o movilidad. De esta forma, el INE confirma que los sectores más castigados en Euskadi por el parón económico obligado por el virus fueron comercio y hostelería, con una pérdida de 1.400 y 450 negocios, respectivamente, hasta final de 2020.

En el caso del sector hostelero el número de empresas es más bajo (algo más de 11.600) por lo que en términos relativos el destrozo del virus en bares y restaurantes se acerca mucho al del comercio.

Hay que destacar además que los locales más pequeños, entre uno y dos empleados, pese a ser los más abundantes en Euskadi (unos 5.500, casi la mitad del total), no son los que más sufren. Se pierden más bares y restaurantes con entre 3 y 5 empleados y, sobre todo, en el segmento que va de 6 a 50 trabajadores. Llegada la crisis, los negocios que han tenido que hacer frente a elevados costes laborales no han podido aguantar, mientras que para plantillas mínimas superar esos meses sin actividad ha sido algo más sencillo.

Curiosamente no ha ocurrido lo mismo en el comercio. La pérdida de negocios se concentra más en los pequeños establecimientos, sobre todo en aquellos con menos de cinco empleados. En este caso las grandes cadenas de distribución sí hacen valer su fortaleza, sin apenas cierres en aquellas tiendas con más de cien personas en plantilla.

Dentro del comercio la pandemia afecta sobre todo al comercio minorista, con casi un millar menos de tiendas, mientras que el resto se pierden en el comercio al por mayor (venta a otras empresas o intermediarios). Por su parte, puntos de venta y talleres de vehículos resisten bien con apenas medio centenar de cierres en esos meses.

Según un estudio del Gobierno vasco, el primer año de pandemia forzó a acogerse a un ERTE a uno de cada cuatro comercios minoristas de Euskadi. Este barómetro del sector concluye que el covid ha acelerado el cambio en los hábitos de consumo y por tanto ha obligado a muchos negocios a dar el salto a internet.

Así, el 90% de los comercios hicieron algún cambio el año pasado para intentar adaptarse al nuevo escenario y una tercera parte desarrollaron nuevos servicios para atender a sus clientes (teléfono, web, whatsapp o servicio a domicilio), aunque en algunos casos no haya sido suficiente para sobrevivir.

A nivel general, el número de empresas en Euskadi bajó un 2,2% en 2020, un ajuste muy inferior a los niveles de hostelería y sobre todo de comercio. De las 139.824 empresas, 10.433 eran industrias, sector en el que se produjo un descenso del 2,4%. La construcción perdió el 3,2% de sus empresas y los servicios, pese al efecto de comercio y hostelería, vio cerrar el 1% de negocios.