- Regular de manera efectiva las condiciones de trabajo de los alrededor de 5,5 millones de trabajadores que se calcula no tienen reconocido el estatus laboral que les corresponde. Ese es el objetivo de la propuesta que hizo ayer la Comisión Europea sobre los criterios que deben regir la relación profesional entre las plataformas digitales como Uber o Amazon y sus empleados. La directiva de la CE, que busca “ajustarse al modelo social europeo” de protección de derechos, aún tiene que ser negociada y acordada entre el Parlamento Europeo y los Ventisiete para ver la luz.

En concreto, la propuesta, presentada por el comisario de Empleo, Nicolas Schmit, plantea cinco criterios y, si se cumplen al menos dos de ellos, se considerará que la plataforma emplea al trabajador y que este forma parte de la plantilla de la empresa, lo que le permitirá tener derecho al salario mínimo, a la negociación colectiva, a las vacaciones pagadas o a un mejor acceso a la protección frente a accidentes laborales, a prestaciones por desempleo y por enfermedad, así como a las pensiones contributivas.

Entre los criterios que plantea Bruselas, figura que la empresa establezca el nivel de la remuneración o que supervise la elaboración del trabajo mediante medios electrónicos. Asimismo, que restrinja la libertad para elegir las horas de trabajo o los periodos de ausencia, para aceptar o rechazar tareas y para usar subcontratistas o sustitutos.

El cuarto criterio es que la plataforma establezca normas vinculantes sobre el aspecto, como la obligación de llevar uniformes con el logo de la compañía, sobre la conducta con el cliente o sobre el desempeño del trabajo. Por último, se incluye que la empresa bloquee la posibilidad de que el empleado trabaje para otras compañías.

En cualquier caso, tanto las plataformas como los empleados tendrán la posibilidad de impugnar la designación de las personas como trabajadores de plantilla mediante procedimientos judiciales o administrativos. Si es la empresa la que se opone, corresponderá a la compañía demostrar que no existe relación laboral con el trabajador. Si es el trabajador el que rechaza la designación, la plataforma deberá contribuir a la “resolución adecuada” de todos los procedimientos.

Las autoridades europeas cifran en 28 millones las personas que trabajan para las más de 500 plataformas digitales que operan en los países de la UE y cuyos ingresos han pasado de 3.000 a 14.000 millones de euros en los últimos cinco años. El objetivo de la propuesta es también permitir que afloren los 5,5 millones de empleados que en estos momentos podrían estar desarrollando su trabajo como falsos autónomos. Además, la propuesta de la CE pretende también que se incremente la transparencia en el uso de los algoritmos por parte de las plataformas.

Propuesta corta. Los líderes de los sindicatos y de la patronal valoraron ayer de forma diferente la propuesta de Bruselas, pero coincidieron en pedir cooperación entre la CE, los Estados miembros y los agentes sociales para delimitar de forma clara los supuestos que servirán para distinguir a los trabajadores autónomos de los que forman parte de la plantilla. “La directiva sigue estableciendo criterios gravosos para activar la presunción de empleo”, alertó el líder de la Confederación de Sindicatos Europeos, Ludovic Voet, mientras que Markus J. Beyrer, director general de la patronal BusinessEurope, indicó que los criterios propuestos afecten al empleo y a la prestación de servicios.