- El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, aseguró ayer que la crisis de precios que afecta especialmente a los productores plantea una “situación difícil” al depender de variables globales, pero aún así cree que hay medios para solventarla y confía para ello en la Ley de la Cadena.

El ministro destacó en una conferencia de prensa tras presidir la reunión con los agentes de la cadena agroalimentaria que la carestía de los insumos está afectando principalmente a la ganadería y, en especial, al vacuno y ovino de leche, con unos costes en alimentación animal que siguen subiendo por el aumento de los precios de los cereales y las oleaginosas.

En ese contexto, Planas se encomendó a la nueva reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria (que se aprobará previsiblemente este jueves en el Congreso) para solventar esta crisis: es un “instrumento muy bueno” y cree además que “todos” están dispuestos a “asumir la parte de responsabilidad” que les toca para su cumplimiento. Esta norma ya se sometió a una reforma exprés en febrero de 2020 en la que se incluyó la prohibición de la venta a pérdida, entre otras medidas, pero el ministro ha recordado que son acciones que “tardarán un tiempo” en ver sus frutos, porque suponen “cambios de cultura” en su funcionamiento.

El ministro afirmó que el Gobierno está “comprometido” con el sector primario y con el resto de los eslabones, por lo que hay que buscar una solución que, reiteró, “no es sencilla porque hay causas sobre las que no tenemos una influencia directa”. Como ya ha indicado en días anteriores, confía también en que las previsiones económicas de Bruselas se cumplan y que los costes comiencen a abaratarse en la primavera de 2022.