- Los problemas en el transporte internacional, la logística y los suministros, así como el elevado precio de los carburantes debilitarán el efecto del Black Friday (25 de noviembre) sobre los precios y el consumo, aunque provocará un adelanto de las compras de Navidad. Es el doble efecto que impactará sobre la inminente edición de la primera gran fecha de descuentos de la campaña invernal. El “cóctel” se ha producido por el cuello de botella de la producción pospandemia, la escasez de contenedores y la estrategia geopolítica del gigante chino de acaparar materias primas.

Los expertos de la Universidad Oberta de Catalunya afirman que en este Black Friday no habrá la misma variedad de productos ni descuentos que en otros años y opinan que los precios “pueden subir”, si bien añaden que el consumidor adelantará las compras navideñas “por miedo” a quedarse sin existencias.

Este doble efecto lo constatan los datos de Idealo, que indican que hasta el 46 % de los consumidores adelantarán sus compras de Navidad a finales de noviembre, un pronóstico que se eleva al 63 % en una encuesta efectuada por Worten. Mientras, la plataforma de envíos Packlink confirma que el incremento de costes por el transporte “ha reducido” los márgenes para el vendedor y, por tanto, los precios de los productos no bajarán con tanta intensidad.

En relación con un posible desabastecimiento de productos, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución subraya que este colectivo “ha trabajado con mucha anticipación” para las campañas de descuentos para “garantizar una oferta suficiente” de productos. Anged admite, no obstante, que sí pueden producirse “incidencias puntuales en algunos productos” (electrónica o videojuegos, especialmente), pero precisa que no serán relevantes y que no se espera “ni mucho menos” el desabastecimiento.