- Los gobiernos de la UE aprobaron ayer la reforma del sistema de peajes para transporte pesado en carretera, conocido como Euroviñeta, con el objetivo de sustituir gradualmente la tasa calculada en función del tiempo de conducción por otros factores que recogen mejor la huella ecológica, como la distancia o las emisiones de CO2. La reforma ha sido adoptada en la reunión de ministros de Finanzas de la UE y ahora debe ser aprobada también por el Parlamento Europeo.

Cuando esto suceda, los Estados miembro dispondrán de dos años para incorporarla a su legislación estatal. “Las nuevas normas de tarificación vial y el nuevo régimen para hacer frente a las emisiones de CO2 constituyen un paso importante hacia la consecución de los objetivos climáticos de la UE”, destacó Jernej Vrtovec, ministro de Infraestructuras de Eslovenia. El nuevo sistema para repercutir la contaminación en el peaje solo se aplicará en principio a los camiones más grandes, pero podrá hacerse extensivo gradualmente a otro tipo de vehículos pesados y adaptarse periódicamente a la evolución tecnológica mediante actos de ejecución.

Durante las negociaciones entre los gobiernos del bloque y la Eurocámara se introdujeron ajustes a la propuesta inicial para evitar, por ejemplo, que los vehículos híbridos sean recompensados dos veces o que se produzca un solapamiento de la variación del CO2 respecto de otros instrumentos de tarificación del carbono.

Además, la variación de los peajes o tasas en función de la eficiencia ecológica se aplicará a las furgonetas y a los minibuses a partir de 2026, según informó el Consejo de la UE. La tarificación de los costes externos por la contaminación atmosférica será obligatoria para los vehículos pesados tras un período de transición de tres años, en el que se aplicarán peajes. Con todo, los países podrán optar por no aplicarlos con la condición previa de notificarlo a la Comisión Europea y si ello da lugar a una desviación del tráfico que tenga consecuencias negativas no deseadas. En cualquier caso, los Estados podrán aplicar una tasa por costes externos a las emisiones de CO2.