- La escasez de microchips está condicionando la recuperación de la industria vasca después de la pandemia. Aun así el sector sigue acumulando valores positivos en 2021, con un crecimiento en lo que va de año de casi el 12%. La producción mejoró también en septiembre a pesar del bajón producido en Araba precisamente a causa de la falta de semiconductores que está obligando a Mercedes-Benz a trabajar al ralentí.

Según datos de Eustat hechos públicos ayer, la producción industrial de la CAV creció el 3,1% en septiembre, lo que supone frenar el ritmo de crecimiento del verano. En junio, julio y agosto Euskadi acumuló en este sector cifras de mejora de la producción de alrededor del 10%, que fueron incluso más altas en el tramo marzo-mayo. Precisamente fue en marzo cuando la industria vasca revirtió la tendencia y recuperó tasas de crecimiento después de un año en negativo por la pandemia.

Esa dinámica positiva se mantiene en el inicio del otoño, sobre todo gracias al empuje de la industria guipuzcoana, que avanza más del 8%. Bizkaia aguanta por encima del 5%, por debajo de los meses anteriores, mientras Araba se desploma más del 9% después del fuerte cosechado en agosto. En general el territorio alavés acumula datos muy volátiles, siempre marcados por el momento en que se encuentren sus grandes emblemas como Michelin y Mercedes.

En ese sentido la fábrica del grupo Daimler, la más importante de la CAV por número de trabajadores, viene sufriendo en su planificación la escasez de materias primas a nivel mundial para la automoción y el mes de septiembre fue especialmente malo. La falta de piezas, en concreto semiconductores, forzó a parar la fabricación de vehículos en Mercedes durante más de medio mes, lo que explica por sí solo el bajón en el sector alavés en septiembre. La situación de la planta gasteiztarra ha mejorado en octubre, aunque persiste la "incertidumbre" (la factoría mantendrá esta próxima semana tres turnos de lunes a viernes pero no está confirmada la jornada de trabajo del sábado).

Aún así, el grupo de los bienes de equipo, donde se encuadra la automoción, logra un resultado positivo en septiembre gracias al empuje del ámbito naval, ferroviario o aeronáutica. En todo caso, son los segmentos de maquinaria y madera, papel y artes gráficas los que más crecen en el último informe de Eustat, muy cerca ambos del 10%. La industria alimentaria avanza por su parte un 7%.

En el acumulado de los nueve primeros meses de 2021, es de nuevo Gipuzkoa el territorio que más ha crecido, casi el 15%, mientras Bizkaia y Araba se sitúan en torno al 10%. La media de la CAV hasta septiembre es un incremento del 11,8%, lo que también supone perder algo de fuerza en relación al verano. En todo caso, el sector se sigue moviendo en niveles inéditos en los últimos años, que solo se explican por el efecto rebote posterior a la pandemia. De hecho en la serie histórica de Eustat no hay otro dato acumulado hasta septiembre ni siquiera similar, con subidas del 5% como mejores resultados en 2006 y 2007, antes del inicio de la crisis anterior.

De cara a lo que queda de ejercicio hay una incógnita que puede marcar el balance final del año como es el precio de la electricidad. Algunas grandes factorías vascas ya han anunciado modificaciones en su plan de producción que puede hacer que el sector siga perdiendo fuelle. Primero fue Sidenor la que anunció 20 días de parada de la acería hasta fin de año repartidos en todo el trimestre, los tres primeros ya en octubre. Además el precio de la luz está provocando paradas selectivas en la planta de Arcelor Mittal en Olaberria, y las elevadas tarifas han forzado también un adelanto en la parada de fin de año en la ACB de Sestao. Las paradas en Sidenor y la ACB pueden lastrar seriamente el balance de Bizkaia en este final de año.