- Con los instrumentos afinados y la orquesta preparada, el Gobierno Vasco ha escogido una partitura con ritmo inversor para los Presupuestos del próximo año. Euskadi tendrá en 2022 las Cuentas Públicas más altas de su historia y superará por primera vez los 13.000 millones. En concreto el Ejecutivo contará con 13.108 millones, de los que el 12%, 1.605 millones, se destinará a inversión.

Para valorar esa cifra hay que tener en cuenta que el gasto corriente -entre ellos los salarios, la factura de luz o los compromisos financieros- se lleva el 82% del presupuesto, nada menos que 10.756 millones. El esfuerzo inversor es notable y está sostenido por dos circunstancias financieras sin precedentes. De un lado está el récord de recaudación previsto para el próximo año, que dotará al Gobierno Vasco de una fuente de ingresos muy caudalosa. El otro ingrediente extraordinario es la decisión de la Comisión Europea de eliminar los objetivos de déficit y deuda hasta 2023.

Es lo que el consejero vasco de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, definió ayer como una “ola económica” a la que hay que subirse para “relanzar Euskadi y recuperar el empleo perdido por la pandemia”. Azpiazu presentó los números del proyecto de presupuesto al resto de consejeros y después compareció ante la prensa para explicar sus claves. Los ingresos y las menores restricciones de gasto -los instrumentos- se repartirán entre los diferentes departamentos -la orquesta del PNV y el PSE-, que ya conocen la música que van a tocar el próximo año. El Gobierno tiene mayoría absoluta y no necesita apoyos externos, pero tiene voluntad de sumar a otras formaciones.

De momento, la opción más viable es la de Elkarrekin Podemos. Los escaños de EH Bildu y del PP parecen por distintos motivos, casi antagónicos, fuera del alcance. Y el consejero de Economía, en referencia a Vox, dijo que “no merece la pena perder el tiempo” hablando con partidos que “no quieren reunirse con el lehendakari”. La puerta está abierta al resto de formaciones pero con dos “requisitos”: el respeto al marco competencial y la “coherencia” con los recursos económicos disponibles.

¿Le gustará a la oposición la música de los Presupuestos? Pues la lógica parlamentaria invita a pensar que de inicio no y que algunos partidos -incluso todos- mantendrán su rechazo hasta el final. Todos tienen ya en su mano las cifras del mayor presupuesto vasco de la historia. Los recursos crecen un 5,3%, pero la reducción de algunas partidas ligadas a la pandemia -empleo o fondos extra del covid- y a la emisión de deuda permite enfocar el incremento hacia la inversión, que dispondrá de 600 millones más que en 2021, con un repunte del 50%. También crecerá hasta los 694 millones, un 6% más el gasto en políticas públicas: Educación, Salud, Desarrollo Económico, Seguridad, Vivienda o Políticas Sociales.

“Tenemos un gran reto; y junto a ello, una enorme responsabilidad para aprovechar esta ola económica a favor que se nos presenta en 2022”, indicó Azpiazu. El proyecto, que incluye una subida salarial del 2% para los funcionarios, será registrado en el Parlamento el 29 de octubre. La fecha prevista para la aprobación es el 23 de diciembre.

El próximo mes, tras explicar los consejeros en comisión parlamentaria el gasto de cada Departamento, Azpiazu se reunirá con todos los partidos, salvo la citada excepción de Vox. De la suma global destinada a inversión en el proyecto (1.605 millones de euros), 165 millones se destinarán a un plan de inversiones interinstitucional junto a las diputaciones forales.

El Gobierno Vasco mantiene, asimismo, sus compromisos de garantizar y mejorar las políticas sociales, por lo que el 77% del gasto previsto corresponde a políticas sociales. Además, el presupuesto incluye una “apuesta inequívoca” por la perspectiva global de género, que abarca el 16,5%, cuatro décimas más que en los presupuestos de 2021.

En el apartado de previsiones, el crecimiento esperado para el año en curso se mantiene en el 6,7%, si bien Azpiazu reconoció que existen “ciertas incertidumbres” -como el precio de la energía y la falta de suministros industriales- que obligan a mantener “una necesaria prudencia”, la palabra de moda en administraciones y analistas económicos.

En todo caso, el consejero indicó que para 2022, las expectativas para el entorno económico han mejorado, lo que tendrá una incidencia positiva en la economía vasca, con un crecimiento esperado del 6,4%. En el apartado del empleo, recordó que la previsión es que en 2021 la tasa de paro se sitúe en el 10,3%, llegando al 9,5% en 2022, año en el que se prevé la creación de 10.800 puestos de trabajo a tiempo completo.