- El Basque Artificial Intelligence Center (BAIC) de reciente creación aspira a coordinar fuerzas públicas y privadas para dar un impulso al conocimiento sobre datos e inteligencia artificial pero, sobre todo, para lograr que este tipo de tecnología llegue a la industria. Hay 60 empresas que ya han mostrado interés en participar como Euskaltel, Gestamp, ITP o la propia Corporación Mondragon.

Inteligencia artificial. Suena a ciencia ficción pero es algo que ya es real.

—Sí. El BAIC nace para potenciar el conocimiento y el uso de las tecnologías ligadas a la inteligencia artificial sobre todo en la industria, aunque también hay otros ámbitos en los que ya se usa como el sociosanitario. La inteligencia artificial es conseguir que las máquinas tengan capacidad de decidir.

¿Es lo mismo que la digitalización?

—No, la digitalización es el paso previo. Llevamos ya muchos años trabajando en la digitalización. La digitalización ha permitido capturar datos de calidad, cosa que en la industria antes no teníamos. Todavía hay un camino por recorrer pero empezamos a tener datos de calidad, datos trazables que sabes de dónde vienen y los puedes cruzar con otros. Por ejemplo si tengo un problema de calidad puedo saber qué equipo productivo estaba en marcha y, en definitiva, tengo una definición del problema mucho mayor. La inteligencia artificial es, una vez que tenemos todos esos datos, hacer que las máquinas aprendan de ellos y tomen decisiones.

Entiendo que ya cuentan con ejemplos prácticos en empresas.

—En el sector de máquina herramienta hemos desarrollado desde el centro tecnológico Ideko un proyecto en el que, después de mucha recogida de datos, enseñamos a la máquina que cuando salen unos valores determinados tome una determinada decisión. La máquina decide sola y así no tiene que estar el operario mirando cuándo se da esa anomalía sino que es la propia máquina la que se ajusta.

Además de para mejorar y optimizar el funcionamiento de la maquinaria, eso puede ayudar en materia de seguridad...

—Claro. Es una aplicación típica. La cuestión es que la máquina decida sola sin que haya una inteligencia humana que tome la decisión. Eso se puede aplicar a las empresas de cualquier sector. Nuestro objetivo es tanto que crezca ese conocimiento como que ese conocimiento se pueda aplicar a las empresas.

¿Cuáles son los grandes objetivos del BAIC a medio plazo?

—El primero es trabajar en el ecosistema, crear estas capacidades de las que estamos hablando. Tener una comunidad de expertos que sean referentes en este ámbito. El segundo es trasladar este conocimiento a las empresas, en especial a las pymes. Y el tercero me referiría a la estrategia del dato. Claro, aquí todo el rato estamos hablando de datos. Todos somos muy celosos de nuestros datos personales y en ese sentido se están generando muchas expectativas con el negocio que se va a generar con los datos. Sobre todo la clave es cómo conectar las diferentes industrias que están dentro de la misma cadena de valor y que los datos puedan pasar de una empresa a otra de manera segura. De todo esto se está hablando mucho a nivel europeo y ahí también nos hemos enganchado.

¿Cómo están las empresas vascas en este campo de la inteligencia artificial? ¿Vamos bien?

—Diría que estamos a tiempo. Todavía nos queda un camino. Probablemente como región estemos a la cabeza del Estado, ahí sí somos referentes. Hay una vocación y una cultura de innovación en Euskadi fuerte y se está notando en las empresas, sobre todo en las grandes y tractoras. Las pymes necesitan ayuda, incluso les genera un poco de rechazo por desconocimiento. Hay que explicar que la inteligencia artificial puede tener aplicaciones muy sencillas que impactan directamente en la productividad. La labor del BAIC tiene que ser esa, simplificar el mensaje para que las pymes de todos los sectores vean que se puede acceder a esta tecnología.

En torno a la inteligencia artificial y la robótica siempre ha planeado el debate sobre si supondrá el fin de buena parte del empleo...

—Y esas dudas existen aun pero creo que se van rompiendo algunos tabús. Hoy en día no es una opción no entrar en un proceso de transformación digital. Si queremos seguir siendo competitivos tenemos que incluir este tipo de tecnologías. Va a haber puestos de trabajo dentro de las fábricas que probablemente dejen de existir, pero por supuesto habrá que ver de qué manera reenganchamos a esos perfiles para que estén en otras labores. En estos procesos hay que enseñar a las máquinas, no es dar a un botón y ya está. Se requiere un conocimiento que está en las personas, entonces empleo va a seguir habiendo. Otra cosa es que los perfiles van a cambiar y seguramente vamos a tener que adaptar los puestos de trabajo, claro.

¿Se nota la falta de mano de obra preparada?

—Sí hay interés en los jóvenes, pero es que este es un momento en el que necesitamos muchísimo talento. Sí es cierto que no hay mujeres, por lo que sea este tipo de salidas no son atractivas. Esto va muy rápido y cuanta más gente especializada tengamos mucho mejor. Está saliendo gente muy preparada de las universidades pero también hay mucha demanda. Desde luego desde el BAIC animamos a todo el mundo que esté pensando por dónde llevar su formación a que se decante por este tipo de carreras técnicas. Luego es importante reenfocar la formación. Antes salías de la universidad y ya está, ya estás formado, pues no, ahora no es así. Ahora durante tu vida laboral tienes que seguir reciclándote y adaptándote.

“Habrá puestos en las fábricas que dejen de existir pero habrá que orientar a esos perfiles a otras labores”

“Hay que explicar a la pyme que la inteligencia artificial tiene aplicaciones sencillas que mejoran los resultados”